El Trato

Capítulo 8

Rubén

Pareciera que es todo una mentira, quisiera creer que todo es una mentira.

Cuando entramos en el sótano pareciera que había alguien más abajo, lograba escuchar susurros. Al principio quería creer que solo era parte de mi imaginación o tal vez que pronto me desmallaría, pero cuando Montse dijo que saliéramos de nuevo para buscar una lámpara... creo que ninguno esperaba que se cerrara la puerta.

Montse gritaba y lloraba, yo intentaba abrir la puerta pero pareciera que nada servía.

-Rubén

Cuando escuché mi nombre paré de empujar, era Maribel, estaba justo en la puerta al final del pasillo.

Ni siquiera lo pensé

-Maribel... -Susurré, al parecer, y corrí tras ella -¡Maribel! ¡Espera! –Ella realmente no se movía y parece que yo tampoco, ella está en el mismo lugar y por más que yo corro no parezco alcanzarla.

-Tienes que irte –Ella decía –Toma el auto y vete ahora

-No, no me puedo ir sin ti, sin ustedes, Montse está atrapada en el sótano, tienes que ayudarme a sacarla para poder irnos–Cuando la alcancé ella se veía triste y cansada... tan cansada

-Es que yo ya no puedo ir con ustedes... –Justo cuando ella mencionó eso alguien apareció a su espalda, bueno, no podría realmente decir "alguien" era más una sombra negra pero de repente la temperatura estaba bajando –Yo pertenezco a este lugar ahora, le pertenezco a él y si ustedes no se van lo harán también.

La sombra llegó hasta mi sin que yo lo sintiera del todo, pero me mostró las razón por la que Maribel ahora pertenecía al lugar. Ella estaba muerta.

-¿Cómo? No es posible, cómo pasó esto... yo te vi correr hacia la casa

-Jamás llegué –La sombra seguía rondando a mi alrededor –Los demás me atraparon, me llevaron al almacén, Nora y Gaby me encontraron pero ya no pueden hacer nada

-¿Los otros? Mierda ¿Qué se supone que debo hacer ahora? No quiero abandonarte... es que no puedo...

-Tienes que, sacar a Montse de ahí, las demás vienen en camino. Tienen que irse –Ella parecía desvanecerse y la sombra parecía abrazarla –él no puede tocarlos pero los demás... la mayoría de ellos están llenos de odio

–¿Los demás? Maribel, no puedes irte ¿qué haré sin ti? –Comenzaba a llorar pero por más que ella quería estirar su brazo hacia mí no la sentía.

-El trato fue hecho, ella solo dejó a uno de ustedes libre y a uno de ustedes condenado, los demás solo estábamos en medio –Y solo después de decir eso, desapareció.

Corrí a la puerta del sótano pero cuando iba a intentar abrirla sentí algo en mi espalda, voltee solo para saber si se trataba de Gaby y Nora, pero no. 

A eso se refería con "los otros"

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Gaby

–Sí, tenemos que regresar ya –Yo ya no podía seguir viendo el cuerpo de Maribel, parecía que en realidad no le había pasado nada, como si estuviera dormida, pero una vez que la mirabas detenidamente te dabas cuenta de que no tenía ojos

–No podemos irnos ahora, con lo que le pasó a Maribel Brenda podría estar en peligro –Nora se había quedado pasmada mientras veía el cuerpo, ni siquiera parpadeaba