Capítulo 11

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Nora

Después de unos cuantos empujones, de que me separara de Rubén y que unas manos me tomaran por la camisa, algo me había tirado al suelo.

Estaba segura de que estaba sangrando por varias partes de mi cuerpo en realidad y de que si salíamos con vida de esto íbamos a tener que ir al hospital. Va a ser difícil explicarles cómo es que conseguimos estar tan heridos y si no ayudo a Rubén y a Montse probablemente tendremos que explicar peores cosas.

–A la mierda –Me quité la venda, la guardé en el bolsillo de mi pantalón y busqué en mi mochila el arma que habíamos conseguido.

Y disparé.

De alguna forma esto los retasaba y no me iba a poner a pensar en lo ilógico que parecía todo. Rubén me regañó con la mirada, de cierta forma queriendo continuar con el plan aunque yo lo estaba cambiando, miré a Montse y ella estaba tratando de proteger a Gaby, quien trataba de defenderse también sin lastimar a Montse, más de una vez le ayudó sin saberlo y era obvio que harían lo posible por defender a la otra a pesar que no hace mucho se odiaban, yo trataría de ayudarlas. Cada que le daba a alguno de esas cosas ésta desaparecía por un momento y volvía a aparecer en algún otro lugar era como un versión cruel del juego de los topos (como si la versión original no fuera lo suficientemente cruel).

Para tratar de salir lo más rápido posible miré a Rubén y le señalé ambos lados de túnel, para que me indicara en qué dirección debíamos continuar, me señaló el lado derecho y me dirigí a Montse, quien estaba un poco sorprendida o tal vez enojada de verme sin la venda, pero tampoco mencionó nada, y la tomé del brazo para empezar a avanzar, ella a su vez tomó a Gaby y continuamos avanzando.

Rubén se posicionó enfrente y las otras cosas dejaron de aparecer, parecía que se habían rendido, pero no lo creía, las personas hacen lo que sea por un ser querido... al parecer aún en la muerte.

Me quedé hasta atrás dejando pasar a Montse y Gaby quien aún seguía con la venda. Si ella era la presa y yo tenía que verla morir, entonces no dejaría que nadie la tocara, si la presa soy yo, entonces jamás se enterará de lo que me pase.

Cuando llegamos a lo que parecía ser el final del túnel, había unas cajas y arbustos que no nos dejaban pasar así que entre Rubén y yo nos encargamos de moverlos mientras que Montse cuidaba a Gaby, quien aún tenía su cuchillo en la mano derecha mientras que con la izquierda se aferraba a la playera de Montse. La escena era perfecta para tomar una fotografía y molestarlas a ambas por el resto del año. Pero eso no importaba ahora, cuando una mano volvió a tomar la de Gaby y a jalarla lejos de Montse quien luchaba bastante por mantenerla a su lado. Su mano había empezado a sangrar y en la cara de Gaby se podía ver el esfuerzo que hacía por no hacer ningún ruido, tal cual como habíamos acordado ¿era ella la presa?

Le pedí a Rubén que continuara moviendo las cajas para salir lo más rápido posible mientras yo trataba de liberarlas de lo que sea que los estaba arrastrando, a este punto del túnel la oscuridad era tal que no podía reconocer si los que estaban ahí era la familia de hace rato o algo más.

La pistola ya no tenía balas.

Era como jugar al juego de la cuerda, solo que en lugar de la cuerda lo que tratábamos de tener de nuestro lado era a Gaby... debería dejar de comparar estas situaciones con juegos.

En algún momento la luz se hizo presente y eso significaba que Rubén por fin había quitado los obstáculos, pero no supimos por qué no se acercaba a ayudarnos, necesitábamos ayuda o se llevarían a Gaby y tendríamos que dejarla atrás y esperar que estuviera bien.

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