Capítulo 5

21 3 0
                                    


Montse

— Hay que salir —decía Nora —No podemos dejarlas ahí afuera con un maniático fantasma que planea matarnos a todos

Nora estaba alterada ¿cómo no estarlo? Creo que todos lo estábamos. Pero si salimos ahora todos moriríamos.

– ¡No! ¡No podemos salir! —

— ¿¡Qué te pasa!? ¿¡Vas a abandonarlas afuera sin ayuda!?

—Ellas... —balbuceaba Rubén aun semi-inconsciente —Ellas volvieron... E- ellas... Yo las vi volver — Rubén se levantó del sillón un poco antes de que Gaby lo acostara de nuevo

—No te levantes, Rubén. Tienes que descansar —Gaby seguía presionando un poco su herida y, dado a que seguía sangrando, cambiaba esa venda improvisada bastante seguido

– ¡Ves! No hay necesidad de salir —Traté de convencer a Nora de no salir. A toda costa. — Si venían para acá y Gaby no las vio entrar se han de haber escondo en el almacén del patio ¿recuerdas lo que te dije? A la sobreviviente la encontraron ahí.

Nora pareció pensarlo pero en sus ojos aun podía ver su desesperación de encontrar a Brenda. Pero no solo era la seguridad de ella, era la de todos nosotros. Rubén estaba a poco de desmayarse y no podíamos dejarlo solo, Gaby se quedaría con él porque ella es la que parecía saber cómo cuidarlo. Si es así yo tendría que salir Nora y no puedo ser de ayuda si estoy tan asustada. No la dejaré ir sola.

—Nora, por favor escúchame... No lo hagas, es muy peligroso—

– ¿Por qué? Puedo ir sola, sé defenderme sola, si tienes miedo no tienes que venir conmigo, está bien— ella se veía muy comprensible conmigo y con cómo me estaba sintiendo.

—No puedo dejarte ir sola, no podría perderte—

—No, esta vez concuerdo con Montse. —Gaby dejó a Rubén acostado en el sillón y se dirigió a la ventana –Puede que aquí estemos en peligro también pero al menos tendríamos con que defendernos —Gaby veía algo de afuera y cerró de nuevo las cortinas —Será mejor subir, Rubén tiene que descansar y arriba tendremos un poco de tiempo si es que alcanzan a entrar. Vamos

Nora entró en razón y ayudo a Gaby para subir a Rubén, yo no quería quedarme sola mucho tiempo por lo que decidí tomar la sabana del sillón y subir tras ellas.

—Necesito que nos quedemos en una habitación con ventanas, la mía por ejemplo.

Sí, Gaby tomó el control

— ¿Qué hacemos ahora, capitana? — Dije

— Necesito que estés con Rubén. Yo voy a bajar a poner algo en la puerta para atrasar a lo que sea que hirió a Rubén al menos un poco. Acomoden las cortinas y que no nos vean desde afuera.

Gaby bajó después de decir eso, yo me quedé con Nora y empezamos a trabajar.

No había cortinas por lo que tuvimos que usar unas cobijas y atorarlas con nudos. No hacía tanto frío y no las íbamos a necesitar del todo

Rubén se quedó dormido en cuanto lo acostamos en la cama de la habitación, solo tuve que cerciorarme de que siguiera respirando y que no comenzara a sangrar más.

Cuando terminamos todo Gaby aún no había llegado.

— Ya se tardó ¿no crees?

—Sí, voy a buscarla, pero...— Nora buscaba algo en la habitación, debajo de la cama, en los roperos, incluso veía en el techo; volvió a revisar bajo la cama y encontró un bate — Toma, defiéndete con esto, si ves a alguien, cualquiera y no soy yo, lo golpeas. No dejes de luchar

El TratoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora