The Gibson Studio |Editando|

Epilogo.

3 Años después...

Sentí los nervios y la añoranza rugir en mi estómago, no podía creer que el momento había llegado, era el momento para darme conocer, mi oportunidad de brillar frente a... aproximadamente todo el país.

Diablos, eso no ayuda. Necesito pensar en algo que me distraiga, concentrarme en sólo una persona del público.

- Damas y caballeros, les pido un minuto de su atención: Ahora anunciaremos a él o la ganadora del premio de literatura juvenil Júpiter 2019.-

Los nervios aumentaron, ya no podría más.

- Tranquila, todo esta bien.- dijo Luke a mi lado.

Todos mis amigos y familia estábamos sentados en la mesa de en medio, mientras que aún lado de nosotros platicaban despreocupados escritores célebres y muy conocidos. Sam, no paraba de andar mesa por mesa pidiendo autógrafos y cargando más de 10 libros.

El único que no pudo venir fue Jamie, tenía una junta en Gibson para abrir una nueva tienda en Surrey. Su padre, tras decidir jubilarse e irse a Europa para una segunda luna de miel con su esposa, dejo a mi pobre novio a cargo de un estudio entero.

Entiendo por que no pudo venir pero en realidad me gustaría que estuviera aquí a mi lado, en lugar del llorón de Luke que esta más preocupado por mi peinado que yo.

- Escucha Nora, tomas el trofeo, dices que todo se lo debes a tu mejor amigo Luke y sales corriendo de ahí para irnos a embriagar a un pub, ¿trato? -

- No lo creo.- aseguré.

- ¿Tienes un discurso preparado o algo así? - preguntó Casey.

Me encogí de hombros. SI, tenía un maldito discurso preparado, pero la persona por la que lo escribí esta en una maldita junta.

Estúpido Jamie, donde estas cuando te necesito.

- Por favor, denle un gran aplauso a la ganadora del premio de literatura del 2019, ¡¡¡NORA JOHNSON!!! -

Y todo el mundo aplaudió, mi familia se paró de la silla y gritó mientras yo me dirigía a ese escenario terrorífico, para que millones de personas me vean en televisión y muchas otras en vivo.

Estaba realmente aterrada. Pero subí, por que sabía que ese era el fruto de mi trabajo, las noches enteras escribiendo y bebiendo café por litros. Sin embargo, a pesar de los nervios que sentía estaba inmensamente feliz.

Markus Zusak me entrego mi estatuilla, después de felicitarme y repetir que mi libro había sido fabuloso me dejo sola, con un micrófono a la espera.

Puse mi premio en la mesa y tome el aparato.

- Hola, muy buenas noches a todos. Estoy tan feliz por recibir este premio que siento que me desmayaré sin previo aviso.-

Risas.

- Primero que nada, quiero agradecer a todas esas personas que estuvieron conmigo estos años, soportandome y apoyandome, podría escribir mil libros y aún así no sería suficiente para expresar mi agradecimiento. Los amo y los adoro. Gracias también a las personas que leyeron mi trabajo y pensaron que era lo suficientemente bueno como para imprimirlo en papel y mandar varias copias al rededor del mundo. A mis lectores, que jamás creí quererlos tanto, pero sobre todo... a una persona en especial que cambio mi vida. Desafortunadamente no esta aquí esta noche, pero él sabe cuanto lo amo. Y sabe que nuestra historia, merecía ser contada, con el propósito de que la gente no olvide dejar un espacio en su corazón... aunque sea mínimo, para nunca dejar de creer en el amor. Se que es difícil, pero las peores cosas de la vida vienen fácilmente a nosotros. Nunca olviden eso, nunca olviden que cuando el mundo se parta en dos, los polos se derritan, los animales se extingan y las flores dejen de vivir, lo único por lo que seguiremos peleando es por la gente que amamos, aunque dicha gente sea nosotros mismos. Gracias.-

Y aquí vienen los aplausos. Cuando ya estoy abajo, busco a mis amigos entre la gente para volver a la mesa, ellos platican y sonríen, toman vino y ríen aún más. Me quedo con ellos sólo unos segundos hasta que decido salir a tomar un poco de aire fresco.

No hace frío ni calor, es un clima perfecto para una noche tan especial. Sin duda no....

- Si fuera tu quitaría esa cara, parece que tus amigos disfrutan más de esto que tu.-

Me voltee en seguida al reconocer su voz, traía puesto un traje súper elegante. Se veía tan guapo. En sus manos cargaba un enorme ramo de rosas blancas.

- Mama me dijo que estas flores te gustarían.-

- Tu mama, siempre tan sabía.-

Corrí como una niñita hacia él y me colgué en sus hombros sin importarme que las flores se aplastaran.

- Estas aquí.- susurré.

- Por supuesto que estoy aquí, no me lo perdería por nada.- aseguró.

- Jamie, ¡tu reunión! -

- Al diablo mi reunión, puede esperar.-

Me separé un poco para poder besarlo. Esto se sentía como la primera ves, recuerdo que estábamos en su casa, en un enorme almacén de guitarras. Y el dijo exactamente lo mismo al darme las flores.

~ Mama dijo que te gustarían.~

Nos apartamos, Jamie beso mi frente.

- Vamos, tengo una sorpresa para ti.- susurró.

- ¿Qué sorpresa? -

- No te puedo decir, pero estoy seguro de que te servirá de inspiración para una nueva historia. Para seguir escribiendo la nuestra, por que nos queda mucho por vivir, juntos.-

- Es todo lo que quiero.- sonreí.

Los finales felices no existen, nunca sabemos que pasará después. Lo que si existe, es un futuro, y aunque no sepamos que nos depara, mientras tanto... mientras el tiempo corre y la vida pasa... hay que aprender a vivir con lo que tenemos.

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Como dato: La mama de Jamie nunca le dijo que clase de rosas elegir, pero no quería aceptar que cada ves que iba a comprar flores se la pasaba horas escogiendo las correctas.

Imaginen que esto es una película y la canción que iría al final definitivamente sería:

Kiss Me - Sixpence None The Richer.

Les dejo el video ------->

UN PLACER ESCRIBIR PARA USTEDES.