- ¡¡Nora!! ¿Que Haces? El avión sale en una hora. - gritó mi madre desde el piso de abajo.- ¡¡Ya voy!! -
- ¡¡Se nos hará tarde!! -
- ¡¡Sólo dame un momento!! -
Antes de partir quería echar un vistazo más a mi habitación, no había pensado en lo mucho que extrañaría casa, aunque la mayoría del tiempo me la pasaba encerrada en mi cuarto, oyendo música y practicando con mi guitarra.
Era el único lugar en el que podía sentirme segura, lo decore a mi gusto y con las cosas que me encantan, era como estar en "Noralandia".
Cuando era chica, mi padre me obsequio una guitarra, al dármela menciono que era una de sus favoritas por que era una Gibson 704, edición limitada, me pidió que la cuidara por él y después de un tiempo, aprendí a tocarla.
Siempre me han gustado pero cuando la casa se incendio, todo, incluyendo la Gibson 704 se perdió.
Unos meses después, encontré una tienda en el centro donde exhibían una guitarra parecida a la de mi padre, la compre y desde entonces me dedique a tocarla, aprendí muchas canciones y escribí algunas también, jamás volví a encontrar otra Gibson 704, habría dado lo que fuera por una igual, pero me encariñe bastante con Betty y nunca pude cambiarla.
Su sonido me relaja, y me gusta sentir la aspereza de las cuerdas que rozan mis dedos, las cuales he roto incontables veces.
- ¡¡Nora vámonos!! -
Con una corta despedida salí de mi habitación, baje las escaleras con mi estuche de guitarra colgado sobre mi hombro, cuando llegue al coche, David, el novio de mi mama estaba metiendo a la cajuela las otras maletas.
Nunca me molesto el hecho de que mi madre consiguiera otro novio, creo que todos merecemos una segunda oportunidad. David era muy buena persona, la quería y me quería a mi, no he dicho que no me haya molestado al principio, pero supongo que al crecer me di cuenta que todos necesitaban ese tipo de compañía.
Mientras mama hablaba por teléfono con su jefe, yo me dirigía al auto.
- ¿Te ayudo? - asentí entregándole mi guitarra.
- Ten cuidado, vale más que tu coche. - advertí.
- No lo creo, es una guitarra vieja, no vale más de 200 dólares. -
- No lo escuches Betty, sigue tomando un poco de esa marihuana que guarda en su cartera.- dije acariciando el estuche.
De sorpresa David de atragantó.
- ¡No tengo idea de que estas hablando! - dijo nervioso.
Reí con ironía.
- No soy estúpida Dave, tal vez mi madre lo sea un poco, pero yo no. Sí no quieres terminar en un viaje con tus abuelos, lo mejor será que tires esa cosa por la ventana antes de que ella se de cuenta. - asintió nervioso.
Me encantaba poner a la gente en situaciones incómodas.
- ¿Están listos? - preguntó mi madre.
- No. -
- Si. -
Ambos hablamos al mismo tiempo.
- Nora, ve el lado bueno de esto, te encanta ir con los abuelos ¿no?- bufé.
- Madre, ya no tengo 5 años. ¿Cuando vas a entenderlo.-
- Boberías, tu sigues siendo mi pequeña.- suspiré resignada.
- Sube al auto, se hace tarde.- explicó David.
Obedecí algo molesta, mire hacia atrás por un segundo y otra vez, sin darme cuenta, me estaba alejando de casa. Tan lejos, que podía sentir un poco de nostalgia.
Trate de pensar positivamente.
- Todo saldrá bien este verano. - me repetí una y otra vez, hasta que llego el momento en que lo creí verdad.
* * * * * * * *
- ¡Muévete idiota! - gritó mi madre desesperada por el tráfico.
En L.A. era de lo más común este tipo de situaciones, no se pueden evitar, sin embargo mama no era de esas mujeres que les gusté esperar, viajar con ella es, y siempre ha sido un martirio.
- Alexia, ¡déjame manejar! - rogó el pobre Dave, quien la mayoría de las veces terminaba estrellado en el vidrio y con una horrible jaqueca.
- Ahora no David.-
- Déjalo manejar.- insistí.
- Amor, no se como decírtelo pero.... -
- Eres un asco en el volante, y si no se lo pasas, tendré que obligarte por las malas.- interrumpí.
- ¡¡Nora!! - reclamó furiosa.
- Es verdad cariño.- dijo un poco asustado, mi madre tenía ciertas reacciones de ataque repentino que no veías venir, por eso nunca le décimos nada.
El auto frenó tan rápido que no me dio tiempo de proteger mi cabeza, la cual ya se había estrellado en la ventana.
Siendo sincera, me sorprendía que ninguno de los vidrios se haya roto o al menos agrietado con tantos cabezazos míos y de David.
- De acuerdo, pero vuelven a decirme que soy un asco, y ustedes dos se arrepentirán.-
Señalo con sus dedos hacia mi, y luego miro a Dave con enojo, ambos asentimos al mismo tiempo.
¡¡Seguimos vivos!!
Con un movimiento ágil, cambiaron de lugar, y milagrosamente David tomó el volante.
- Por eso mi padre decía que nunca dejara a una mujer manejar mi auto.- dijo en dirección hacia mi.
- Y que lo digas, ¡¡He soportado esto toda mi vida!! - contesté.
- Puedo oírlos ¿saben?-
- Shh ¡¡calla!! , ya has dicho demasiadas cosas hoy. - regañé.
El camino restante hacia el aeropuerto fue más tranquilo, me dio tiempo de pensar en lo que haría este verano.
Mi abuela cosechaba zanahorias en su jardín, tal vez me deje ayudarle a espantar a los animales que pretenden comérselas.
O podría pedirle a mi abuelo que me enseñe a tocar en la guitarra todas las canciones que de joven escribía para sus "novias", aunque una vez me susurro al oído que su único amor había sido mi abuela. Me pareció tierno en ese tiempo, pero ahora que lo pienso, parece agobiante, estar con una sola persona en tu vida debe ser muy aburrido.
Trate miles de veces encontrar algún defecto en la relación de mis abuelos, pero eso jamás paso.
Ellos se ven felices y completos el uno al otro, se siguen besando con cariño y nunca pelean.
Me pregunto cuantos matrimonios como esos existirán hoy en día.
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No se desesperen, los detalles son importantes para la historia.
Se que ya quieren ver a Jamie (Para l@s que lo conocen) pero les prometo que su entrada será ¡¡MAGNIFIQUE!! (Como siempre).
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The Gibson Studio |Editando|
FanfictionTras un viaje con sus abuelos a Londres, Nora decide entrar a trabajar a los Estudios Gibson, desde chica tiene una gran afición a las guitarras gracias a su padre. La vida es un poco complicada, ya que siempre se ha culpado de su muerte. Muchos h...