Capitulo 7: Después de la caída viene lo bueno

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Los siguientes 2 días en Santiago no hice absolutamente nada, sólo estuve acostada, leyendo, dibujando. Fueron días realmente poco productivos pero me relajaron un montón.

Cuando alfin llego el día de viajar yo estaba nerviosa, pero al llegar allá me relajé y me olvidé que esperaba a los alemanes. Tanto que me fui a "explorar" el bosque (que conocía de memoria) con mis sobrinos.

Yo llevaba unos jeans de talle alto, a la cintura. Con una camisa que la puse adentro del pantalón con un cinturón de cuero, estiló leñadora, además llevaba bototos para el barro, que tenían una especie de plataforma... Me veía inusual. Y mis sobrinos andaban con botas de agua, que les regalo mi papa para que anduviésemos tranquilos por el barro.

Nos veíamos graciosos pero guapos. Así qué comencé una sesión fotográfica con mi iPhone.

En una foto salían mis sobrinas de la más alta a la más baja con unas ramas y mi sobrino en el suelo sentado en un tronco... Era mi favorita.

Queríamos seguir sacando fotos pero ya se hacía tarde. Así que nos encaminamos a la casa.

Cuando llegamos al ante jardín vi el auto de mi papa, la combi de mi hermana y un auto desconocido, era muy grande como para ocho perdonas adultas.

Joder! Pensé al recordar que llegarían los alemanes ese día... Se me había olvidado por completo ¿Serían ellos? ¿Dónde consiguieron el auto?

Derrepente se formó un nudo en mi estómago y comenzó a dominarme una especie de "miedo". No quería entrar a la casa. Bueno quizás no era miedo, pero sentía muchos nervios.

Mis sobrinos fueron corriendo a la casa y yo los seguí para llegar "espontáneamente" con ellos... Pero nunca he sido muy ágil al momento de correr y me resbale con la alfombra que se pone en la entrada para limpiarse los pies. Fue la caída más ridícula de mi vida. Me he caído pocas veces en público pero esta fue lejos la más humillante. Caí con las caderas y me dolió un montón sentí una puntada hasta la pelvis. Pegue un grito ahogado y espontáneo.

Abrí los ojos (me di cuenta que los tenía cerrados) y vi ahí a Eloy corriendo hacía a mi para recogerme supongo... Y a mis sobrinos con ataque de risa.

-EMI! ¿estas bien? ¿Dónde te pegaste? ¿Qué te duele?- dijo muy preocupado, cosa que me enterneció.

- estoy bien, pero mi cadera me duele!- dije algo agitada.

Sin dudarlo comenzó a ayudarme, yo quise esquivar su ayuda pero no pude hacerlo y caí en sus brazos.

-perdón, no puedo pararme- le dije algo avergonzada

- ya va a pasar- y me tomo en sus brazos a lo novia y me dejo en mi cama.

Mis sobrinos nos siguieron, gracias a Dios, no quería estar sola con él en mi cama.

Ellos no paraban de reír y Alfinal yo y Eloy también nos contagiamos. No paramos de reír por unos minutos mientras mis sobrinos narraban con mucha gracia lo ocurrido. Todos reíamos pero como es típico en niños, no están mucho tiempo en un solo lugar y salieron corriendo por la casa, dejándonos solos.

-¿cuándo llegaron? ¿Dónde están los demás?-.
Intenté decir lo más calmada posible.
-llegamos hace como dos horas, y ya nos instalamos en el segundo piso. Pero ahora andan todos en la playa...yo me quede a dormir, dehecho desperté recién y busco el baño - lo último lo dijo con cara de preocupación pero divertido.

-ohhh claro está al fondo a la izquierda-.

-ok te dejare un momento, pero vuelvo en un minuto-

Beso mi frente y se fue al baño. Sinceramente me puse algo ansiosa, sentía literalmente mariposas en el estómago. Pero el tiene novia. No se me podía olvidar.

Grite a mis sobrinos para que no salieran de la casa, no quería más problemas y me hicieron caso.

Luego llego Eloy y hablamos mucho, el me contó de sus amigos, me decía que no tenía muchos amigos alemanes, eran casi todos extranjeros, yo esperaba que me hablara de su novia, pero nunca lo hizo. Luego vino mi turno, le conté sobre mis amigos, sobre ágata, mi primo Ismael, mis amigos del colegio y los de la iglesia.

También hablamos de como era ser cristiano a esta edad y tener amigos ateos, hablamos lo difícil que es ser hijos de pastores y nos contamos sin planearlo, los secretos de nuestro corazón. Él me confesó que mucho tiempo fumó marihuana, pero ya lo había dejado, me confeso que Dios aún no le había hablado, pero que el ahora estaba haciendo el intento de estar más en santidad, para así lograr tener un encuentro personal con Dios. Yo por mi parte le conté que Dios era muy bueno conmigo, siempre mandaba a distintas personas a mi vida para que me hablarán de parte de Dios, pero yo aún así era algo incrédula, además mi relación con mis papas no es muy buena aveces siento que no los amo, y eso me preocupa. Antes eran mis padres y mis pastores, pero no me llenaban con ninguno de esos dos roles y ahora son como nada en mi vida. No son ni mis padres ni mis pastores. Siempre estaban viajando, se perdían mis cumpleaños, y yo Los de Ellos. Mi niñez fue muy triste por eso y aún me aflige mucho. Sin embargo yo no se porque sigo haciendo el intento de seguir a Dios. Aunque no este segura de su existencia.

Jamás le había contado eso a nadie, fue un desahogo tremendo para mi y para el también. Me dijo que no podía contarle a nadie y yo le pedí lo mismo.

Nos miramos a los ojos y nos dimos un largo abrazo, me dieron ganas de llorar, pero no soy muy de lágrimas.

Estuvimos abrazados hasta que oímos que tocaban la puerta. El se separo rápidamente de mí y se paró para ir a abrir la puerta.

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Hola bueno este capítulo es un poco más largo... Me gustaría que comenten que les parece Eloy, ¿un bastardo? ¿Un buen amigo para EMI?

¿O algo más?... Para mi es una mezcla de todas pero la historia debe seguir un curso... Y puede que Dios quiera a otro hombre para Emi.. Comenten que prefieren.

Las quiero mucho recomienden mi novela, díganme en que mejorar... Acepto todas las preguntas y críticas :)

Tentación de una chica cristianaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora