Rumbo a la aventura

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NO NOS CANSEMOS DE HACER EL BIEN, PORQUE SI NO NOS DESANIMAMOS A SU DEBIDO TIEMPO COSECHAREMOS

Gálatas 6:9

Se me hizo eterno el camino a casa de mis tíos, pues eran como las 8 de la noche y aun así hay trafico en Bogotá, no mucho pero hay.

Cuando llegamos mis primos y mis tíos nos esperaban en la puerta, me bajé del carro como una loca, estaba casi dormida y solo quería acostarme a dormir y dejar pasar el día después de tan largo viaje y disfrutar el fin de semana que nos esperaba. Llegué al cuarto donde nos quedariamos a dormir, era el cuarto de mis tíos, era grande y ya tenia una cama grande para mis papas y un colchón inflable para nosotras, conecté mi celular para cargarlo estaba completamente muerto y quería ver los mensajes que tal ves tendría, solo esperaba que los primeros fueran de Cristian, era lo mas importante para mi en ese momento, tenia ganas de ver los mensajes y de dormir que tuve que decidir entre las dos, deje conectado y apagado el celular y en la mañana vería los mensajes mientras dormiría como una reina en una cama y no en un silla como la pasé durante casi todo el día.

No podía dejar de pensar en Cristian, en lo que hubiera hecho mientras no estuve, en lo que tal ves hubiera pasado si estuviera en el colegio ese día, a veces pienso que cuando piensas mucho en una persona durante el día es lo que sueñas al final, en la noche, o con lo que viviste durante el día, esa noche tuve un sueño súper loco, pero muy lindo a mi parecer: estaba en la luna y se podía ver todo a mi alrededor los planetas, las estrellas, las constelaciones, TODO, no muy lejos vi la Tierra, los continentes y mi casa muy de lejos y vi como mis amigos desde sus casa me saludaban y me decían que volviera para estar con ellos, no veían a Cristian por ninguna parte y era lo único que deseaba ver, no le veía razón para volver si no estaba el hombre que quería, de pronto alguien me toco el hombro y era él, mi cuerpo comenzó a temblar y me puse roja la cara, tomo mi mano y entonces...no pude saber que paso porque el ruido de la cocina al preparar el desayuno me despertó y no pude recuperar el sueño de la cantidad luz que entraba al cuarto.

Mis papas ya no estaban en su cama de hecho ya estaba tendida, lo único que tenía a mi lado fue a mi hermana, parecía la bella durmiente cuando apenas toca el alfiler de la rueca que la llevara a su sueño eterno. Aprovechando la situación me acerque al celular y revisé los mensajes mi celular casi explota cuando lo encendí tenia aproximadamente 24 notificaciones de cualquier cosa que pudiera salir y como 345 mensajes de WhatsApp, de hecho lo único que me importaba de esas 24 notificaciones era la de WhatsApp el resto no tenia gran emoción para mi.

Lo primera que quería ver al entrar, fue lo primero que encontré los mas de 100 mensajes de Cristian, con preguntas de como llegaste, donde estas, contéstame... ya se me había hecho tan normal que por primera vez le respondí todos y cada uno de los mensajes, escuche pasos y corrí directo a la cama para no levantar sospechas de cualquier índole, de una u otra manera el piso del cuarto era de madera así que por mas silencioso que sea se escuchará, y así fue  me descubrieron sin yo decir una palabra, me levanté y comencé a arreglarme para salir y conocer mas de Bogotá, si me levanté ese día a las 8:30 de la mañana fue temprano y yo quería salir casi a las 9:30 pero salimos a las 10:45 una hora mas con ansias de salir y conocer.

Me arreglé lo mas rápido que pude y esperé un buen rato a podernos ir, antes de partir mi papá me avisó que no podía llevar el celular para la calle pues es una ciudad y por ende no es conveniente salir con ese tipo de cosas, yo no pensaba dejarlo, tenia internet gratis en donde fuera y desaprovecharlos dejándolo en la casa no era lo mío; lo escondí entre el pantalón y lo tape con la camisa para que no se notara.

Mis tíos siempre antes de salir  nos decían que nos colocáramos una chaqueta o algo abrigado, el día estaba hermoso, hacia un sol increíble, el cielo estaba despejado y se veían las cosas con claridad; ninguno les obedeció y nos fuimos así, no habíamos caminado mucho, 8 cuadras era bastante para lo que recorrimos cuando comenzó a llover, por mi mente solo pasaba: "oye clima que te pasa" pero el se reía de mi a lo lejos.

Entramos en un almacén donde vimos ropa espectacular, había de todo y la gama de colores que se podía apreciar era magnifica, encontré una camisa que me gustó mucho, era gris y tenia un letrero con un mensaje en ingles en el centro con negro que decía: "sometimes we have to delve into ourselves to solve our problems" que significa "a veces tenemos que profundizar sobre nosotros mismos para solucionar nuestros problemas", apenas la vi quede maravillada y no dude en tomarla y llevarla a una vestidos para podérmela probar.

La verdad no solo iba al vestidor por la camisa sino también para revisar mi celular, era la única forma de verlo sin que nadie notara que lo tenia en el bolsillo, lo saque y lo puse en modo vibrador para que nadie escuchara algo, eso a simple vista es muy bobo por la cantidad de gente que había en la tienda pero la verdad era que los vestieres quedaban al lado de la ropa para niños y mis papas estaban buscando ropa para mi hermana, por ende, estaban cerca y el vestier en el que estaba era le primero y se podía ver quien llegaba y salía con facilidad, encendí los datos y revisé tenia como 10 mensajes de Cristian y uno de Sebastián, los de Cristian eran los mismos pero por mas que los repitiera no iban a cambiar nada de lo que significaban para min y el de Sebastián era un Hola que tenia en espera mía, contesté rápido, guardé el celular y salí de aquel lugar.

Almas de colores, corazones negrosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora