my secretary jeon ⊹ ⎙ tk

veintiuno.

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Jungkook sonrió cuando su Hyung salió del cuarto de baño. Al parecer, su pijama estaba un poco más arreglada, su cara había sido lavada y su cabello estaba un poco más acomodado.

—H-hyung... Perdón por venir sin avisar pero, le traje la cena y quería verle hoy. Lo siento por no decirle antes.— Tenía la intención de hacer una reverencia, pero Taehyung lo detuvo tomando el rostro del menor entre sus manos. Y dando un pequeño beso en sus labios, Jungkook sonrojó inmediatamente.

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—Mi madre dijo que quería verlo.— Taehyung sonrió, mientras a su boca llevaba una considerable cantidad de fideos.

—¿En serio? Ella es muy linda, estaría encantado de ir otra vez y que me contara más de tus anécdotas vergonzosas.— El castaño sonrió, y el azabache tenía una avergonzada curva en su rostro.

—N-no sabía si el ramen le gustaba demasiado, pero lo había visto antes comer el instantáneo y pensé que sería buena opción.— Taehyung asintió con sus mejillas llenas de aquella comida. Parecía hambriento.— ¿Tenía hambre, Hyung?

—Sí... Dormí toda la tarde y no había comido nada desde la mañana. Sinceramente no esperaba tu visita, así que me tomaste algo desprevenido pero estoy muy feliz de que hayas venido, Kookie.— El azabache sonrió, no sabiendo que hacer ahora que los dos habían terminado. ¿Ya era el momento?— ¿Quieres ver una película? Pensaba verla pero me quedé dormido.— El menor asintió y comenzó a levantar la mesa con ayuda de su Hyung.

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—Ya no quiero ver nada.— Taehyung dijo cuando a los quince minutos de película, ya habían cinco asesinatos, y tres fantasmas en pantalla.

—Vamos Hyung, se ve interesante y a penas empieza.— Taehyung arrugó su nariz, dándose por vencido y acomodando aquella manta roja en los dos cuerpos. Su cabeza permanecía en el hombro del contrario, y sus piernas estaban encima de sus muslos.

Y sí, Jungkook estaba bastante nervioso.

—¡Ya no más!— dijo tomando el control remoto y pausando rápidamente la película cuando un fantasma apareció de la nada y un ruido aterrador se instaló en las bocinas.

No le gustaba ese tipo de películas, siempre se descuidaba la trama y trataban de espantarte hasta cuando un gatito caminaba alrededor del protagonista. Todo por los efectos de sonido, ¿Saben que era lo peor? Era que él era propenso a espantarse por eso.

—Bien, bien Hyung. Ya no resultó ser tan interesante.— El azabache sonrío cuando su Hyung se retorció por los escalofríos que recorrieron su cuerpo.

Prendió la pequeña lámpara a lado del sillón y se reacomodó en el mismo después.

Bien, creía que ya era el momento.

—Hyung...— Taehyung volteó, estaba bastante concentrado comiendo las papitas que habían vaciado en un recipiente al iniciar a ver la película.

—¿Mhh?— contestó con la boca llena, mirando confundido la cajita negra que Jungkook sacaba de su mochila.

—Y-yo... Últimamente me preguntaba que eramos, ¿sabe? Me sentía un poco inseguro pensando que tal vez podría gustarle otros chicos, besar otros chicos o incluso tocar, tocar otros chicos.— Taehyung lo miraba sin despegar sus ojos de él, a la par que el sonido de las papitas ser masticadas por sus dientes acompañaba el de alguna forma, romántico momento. — A-así que tomando un poco de valor, y por lo consejos de mi mamá e incluso de  Hoseok Sunbaemin.— Taehyung abrió los ojos más de lo normal al escuchar el nombre de su jefe.— Decidí preguntarle, si quería... Quería ser mi novio, Hyung, algo oficial.— Dijo agachando su cabeza y extendiendo aquella cajita de color negro con unos elegantes arreglos en la parte superior. Taehyung dejó de lado el recipiente de papitas, y limpiándose un poco su boca, se acercó lo suficiente hasta quedar frente al azabache.

Tomó la cajita y sonrió al ver el pequeño collar, parecía costoso. Tenía una bonita cadena de lo que parecía ser plata, y una pequeña luna con joyitas incrustadas.

—Esto debió ser costoso, Jungkookie. No debiste.— sonrió, el azabache se encogió de hombros.

—Y-yo sentía que merecía algo tan bonito como usted. Mire, tal vez le parezca infantil pero... Yo traigo el sol.— Taehyung sonrió al ver el pequeño collar que traía el pelinegro, este llevaba un sol de plata. — Entonces... ¿Acepta, Hyung?

—Claro que si, Jungkookie.— asintió, regalándole una de sus más bonitas sonrisas al menor.

Jungkook ayudó al contrario a colocar el collar, para después tomar la iniciativa de juntar sus bocas en un beso.

Era impresionante la cantidad de emociones que un toque de labios podía retener.

Sus labios se movían juntos en una sincronía que podría parecer casi sofocante. Taehyung se acercó más, hasta que prácticamente la distancia era nula. Entrelazó sus dedos con los contrarios, se separaron lentamente, recuperando el oxígeno a la vez que pegaban sus frentes.

—Lo amo, Hyung.— Taehyung sonrió, tocando suavemente el labio ajeno y riendo en el proceso.

Y así se la pasaron por el resto de la noche, entrelazando sus almas con palabras de afecto y convirtiendo el silencio en una perfecta armonía.

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y se vienen caps más soft, jej.

y el final, raios.