my secretary jeon ⊹ ⎙ tk

seis.

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—¿Jefe, está bien?— preguntó entrando después de que el castaño terminara su llamada.

Justo cuando su cara se llenó de sorpresa, tuvo que pedirle al azabache que saliera de la oficina y como buen empleado, lo hizo. Afuera sólo escuchó unos "¡Eres un sinvergüenza!", "¡Te odio!" y por obvias razones, se preocupó demasiado.

Ahora su jefe estaba sentando en su escritorio con todo el cuerpo recostado contra el mismo, mientras suspiraba y hacía que inevitablemente un aura tierna lo rodeara.

—Hyung, ¿cómo está?, ya es tarde.— recordó el azabache al ver las calles oscurecer y al personal desalojar el edificio. Escuchó como este se sorbió la nariz y de la nada, asustándolo un poco, se levantó.

—¡Jungkookie, hoy saldremos!— Las mejillas del azabache se encendieron. ¿Jungkookie?

—¿Sa-salir, Jefe?, ¿Vamos a trabajar?— el castaño negó con su cabeza.

—Tu Hyung te invitará unos tragos e iremos a comer algo, ¿sí?— el azabache sólo pudo asentir antes de ser llevado hasta la planta baja, y después al estacionamiento. Ni siquiera dándole tiempo para despedirse de sus otros colegas.

Subieron al auto y Taehyung comenzó a conducir hasta algún restaurante. El azabache sólo podía mirar sus manos, ¿Esto es una cita?, negó rápidamente mirando de reojo a su Hyung.

Se veía tan lindo con sus labios abultados tratando de encontrar un buen lugar, Jungkook estaba muy atento a sus gestos.

Cuando encontró uno, bajaron rápidamente. La gente pasaba de un lado a otro y las luces de la ciudad y los autos, alumbraban la brillante ciudad con armonía.

No era un lugar caro, era el típico lugar donde venías con tus amigos después de salir de la universidad algún viernes, Jungkook recordaba esa etapa y suspiraba al ver que ahora era un adulto, un adulto ocupado.

Eligieron una mesa un poco discreta y vio que el castaño pidió soju, bastante de ello.

—¿Usted bebe, Hyung?— el castaño sólo sonrió de lado.

—No mucho pero supongo que ahora lo necesito, no sé.— suspiró y tomó su mentón y mejillas entre sus manos, recargándose en la mesa mientras esperaba su samgyeopsal.

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—¿Sabes? Es un estúpido, ¡no tendría porque llorar por él! pero...— sus ojos empezaron a tornarse cristalinos mientras metía un trozo de comida a su boca.

—Hyung... No llore. — dijo el azabache escuchando cada cosa que el castaño en modo de ebriedad decía, había tomado bastantes botellas de soju.

—Es que es un idiota, me llama por sexo después de haberme mandado a la mierda y de crearme la falsa ilusión de que era algo serio.— suspiró tomando más de su botella.

—Pero... no debe llorar por él, Hyung. Si personas no saben valorarlo no debería sentirse triste, al contrario podría concentrarse en encontrar personas que de verdad lo valoren, ¡o ni siquiera eso! podría valorarse usted mismo y eso sería suficiente para estar bien. — dijo tomando de su jugo de naranja, el castaño soltó una risa.

—¿Tú me valoras, Jungkook?— el azabache agachó su cabeza.

—Sí... Hyung, también lo admiro. — sonrió mostrando sus adorables dientes. El castaño se levantó, caminando un poco extraño hasta llegar al lugar del azabache y sentarse a lado de él.

—Serías un buen novio, Jungkookie.— el azabache se tensó.— ¿Quieres ser mi novio?— preguntó buscando su mirada. Cuando la encontró, también observó su rostro, rojito, nervioso y expectante.

—Hy-hyung...— dijo al sentir la respiración del castaño tan cerca de su cara.

—¡¿Qué hace, Hyung...?!

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