dieciocho.

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Últimamente el amor estaba más que presente entre aquellos dos jóvenes con personalidades distintas, distintas pero que se complementaban a la perfección.

Y bien, era obvio que muchas veces las cosas no iban a ser siempre lúcidas, pero Taehyung estaba esperanzado en que su Jungkookie era lo mejor que pudo haberle pasado y que no debía ser tonto, debía cuidarlo. Jamás pensó que alguien pudiera valorarlo y observarlo de la manera más pura como lo hacía el azabache.

Y en este mismo instante, un día de descanso los dos hombres se encontraban en el departamento del castaño, en la misma cama.

Era cierto que Jungkook era un bebito tímido, y que le costaba demasiado controlar emociones. De igual forma, empezaba a tener un poco más de confianza con su Hyung, aunque eso no significaba que lo dejase de tratar como lo más frágil en este mundo. Y no porque fuera débil, sino por reflejar la belleza tan única y especial, la presencia etérea que ansiaba proteger a toda costa.

Amaba a su Hyung.

Lo amaba tanto.

-Eres un tonto, Jungkook.- se reprendió a sí mismo en tonos bajos, mientras su cara mantenía un usual rojo y sus facciones estaban atentas a las ligeras expresiones de sentimientos que se mostraban en su rostro.

Había dormido con su Hyung, y justamente ahora este lo abrazaba tal como aferrándose a su torso. No quería ni respirar para evitar el interrumpir su sueño. Su respiración se volvió errática cuando se daba cuenta y tarea de observar cada detalle de su Hyung.

Desde la pequeña parte de abdomen que sobresalía de su pijama, hasta la elegante forma en la que sus cabellos caían por sus párpados, y de ellos unas hermosas y largas pestañas que adornaban su rostro.

Ese involuntario y tan suyo gesto de relamer sus labios, le gustaba ese brillo que dejaba en cada pasada.

Sólo no quería dejar de apreciar esa vista jamás, quería hacerlo por mucho más tiempo, todo el que pudiera y hasta que este terminara si era necesario.

¿Quién no querría estar con alguien como Kim Taehyung? Por lo mismo, sabía que tenía que protegerlo. Bien, era la cosita más pura que podías encontrar, pero de todos modos sentía rabia cuando alguien como ese irritante tipo, se acercaba al mayor.

Hoy planeaba con euforia una cita. Y se sentía un poco estúpido al no poder mencionar aquella palabra sin calentar su rostro, a veces desearía ser un poco menos tímido.

En los últimos días había estado bastante ocupado en su trabajo, y también preocupado de alguna manera. Ya que, su padre había estado apareciendo algunas veces cerca de su casa y aunque era su padre y lo apreciaba, muchas veces su actitud era mala y no terminaba de entender que su madre ya no quería absolutamente nada con él, y luego su obsesión con el alcohol... Bueno, no era algo que pudiera funcionar.

-Hace un poco de frío ahora, Hyung. No se destape.- le dijo mientras con un poco de timidez sus venosas manos se dirigían al abrigo marrón del contrario, y lo acomodaban cubriendo su pechito aún más.

Taehyung sonrió. Tenía pensado quedarse un rato en su departamento y no pararse de su cama a la vez que recibía mimos de su menor. Pero esto le parecía muy lindo. Sus citas eran frecuentes de alguna manera, y se sorprendía por lo tierno que Jungkook podía llegar a ser.

Se miró en el espejo del lado de copiloto, sentado allí porque esta vez el azabache decidió manejar. Observó sus ojeras, la empresa había estado hecha un caos los últimos días por varios problemas con los servidores y había estado atareado, al igual que su secretario.

Pero por fin tendrían un día para descansar y hundirse en su actual paraíso de cosas dulces y extremadamente cursis.

-¿Qué hace, Hyung?- Volteó un poco su mirar de la carretera al mayor, quien sostenía un estuche y se tocaba su cara, observándose a sí mismo en un pequeño espejo.

-Oh, voy a maquillarme un poco.- Jungkook asintió, recordó que su Hyung casi siempre tenía un poco de maquillaje en sí mismo. Desde su delineado perfecto, hasta un poco de brillo cremoso en sus suaves labios.

Él no se maquillaba, no por ninguna razón idiota como "porque él es niño". Simplemente le costaba mucho trabajo y no sabía absolutamente nada, recordó que una vez trató de ponerse algo en sus ojos pero se los terminó picando, y llorando con su mamá, quién sólo se reía por su desgracia. A pesar de eso, cuidaba mucho de su piel en ocasiones, con mascarillas y cremas humectantes. Algunas de estas destinadas para bebés, pero las usaba de igual forma.

-¿Quiere desayunar algo primero, Hyung?- Taehyung asintió y soltó un pequeño chillido cuando su lápiz de ojos se fue un poco más debajo de su párpado, todo esto por el movimiento brusco del carro al pasar algunos baches.

Jungkook se asustó, y detuvo el auto a la orilla de la carretera.

-¿Está bien, Hyung?, ¿Se lastimó? Lo siento tanto, fue un defecto en la carretera. ¿Debería mandar una queja?- Dijo rápidamente mientras tomaba el rostro de su Hyung entre sus manos, sintiendo lo suave y gordito de sus mejillas. Acercándose desde su asiento hasta el del copiloto e inspeccionando por completo su rostro, tratando de encontrar algún rastro de dolor.

Sólo encontrándose con más perfección de la usual cuando Taehyung soltó una empalagosa risa, y abrió sus ojos avellanas, mientras uno estaba un poco rojo.

El azabache se pasó la lengua por sus labios, y trago saliva cuando vio los labios de su Hyung. Adquiriendo un rojo en sus mejillas al momento de conectar su mirada con la contraria, que se mantenía dulce y risueña. Enternecido por aquel gesto de timidez que el azabache mostraba con el simple hecho de pensar en besarlo.

Cuando de la nada, un ruido en la ventanilla logró que la atmósfera creada se fuera a la mierda. Y más cuando el hombre fuera de su automóvil, tenía una placa de oficial.

Ups...

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jej, ola.

my secretary jeon ⊹  ⎙ tkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora