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Después de aquella situación donde se encontraban los más puros sentimientos, y donde aquellas almas destinadas pudieron darse cuenta que tan grande era el complemento de todo lo que eran, y que tan importante era el amor que se sentían, Taehyung llevó al azabache su departamento.
Necesitaban una buena tarde de mimos y palabras bonitas.
Ahí se encontraban en la cama del mayor, con el brillo de sol de tarde entrando por las pálidas cortinas y grandes ventanas. Y el mayor acurrucado en el pecho del azabache, mientras este estaba recargado en la cabecera, sus manos estaban dando suaves caricias por la bonita espalda de Taehyung, con algo de pena por sentir lo suave que era hasta por debajo de aquella fina tela del pijama. No quería tocar demás a su Hyung, sinceramente le daba mucha vergüenza aunque las ganas no le faltaban.
-Jungkookie~.- habló Taehyung somnoliento.- Acaricia aquí, ¿sí?- dijo con los ojitos apenas abiertos, sus labios algo abultados y sus cabellos claros y lacios cayendo suavemente por sus párpados. Jungkook asintió con una sonrisa y el corazón sufriendo de latidos desenfrenados. Taehyung se removió hasta poner su cabeza en el pecho contrario, y recostarse entre las piernas del menor.
El azabache notó como el cuerpo de Taehyung hacía una fina curva, y suspiró por la calidez que sentía. Comenzó con las caricias en su sien, como el mayor ordenó.
Taehyung cerraba sus ojitos, y en un movimiento se acostó completamente encima del menor. Este había juntado sus piernas, y el delicado mentón del castaño reposaba en el pecho contrario. Jungkook no sabía si ponerse nervioso o sonreír, creo que hizo ambas. Ver a su bonito Hyung con una ligera sonrisa, mientras estaba recostado en su pecho era tan suave y lindo para su corazón.
-Hyung...- el mencionado frunció su ceño por el suave llamado y contestó con una leve vibración de garganta.- ¿Puedo darle un beso?- Taehyung sonrió, soltando una pequeña risita.
-Este niño...- dijo incorporando su cuerpo, hasta quedar sentado sobre los muslos del menor, quien no sabía donde poner sus manos, un poco aturdido los llevó a los costados de sí, quedando en contacto con el colchón. Taehyung rió bajito.-Puedes ponerlas donde quieras, Kook.- el mencionado abrió sus ojos más de lo normal, y sintió como comenzaba a sudar.
-H-hyung...- pronunció sintiendo una descarga en su cuerpo cuando Taehyung colocó las manos del contrario en su cintura. Un latido desembocado se instaló en su pecho al ver una sonrisa de su Hyung.
-Sólo quiero que recuerdes que ahora soy totalmente tuyo, ¿sí? De pies a cabeza. Sé que ese tipo de cosas no pasarán ahora, no quiero presionarte. Aún así, quiero que sepas que tanto mi corazón como mi cuerpo es tuyo, Kookie.- Los labios de Jungkook temblaban y su cara estaba fuertemente teñida de un rojo. Era tímido y tenía un grande problema de emociones, pero de todos modos no significaba que no supiera a lo que se referían las palabras de su Hyung.
Taehyung se asustó, tal vez lo aturdió.
-Jungko...- y su llamado fue reemplazado por los labios del azabache en los suyos, Taehyung sonrió.
Rodeó con sus manos el blanquecino cuello, y aumentó la profundidad de su beso. Logrando que sus lenguas jugarán juntas, Jungkook tenía movimientos inexpertos pero seguía tratando de seguirle la corriente a su Hyung. Este se separó cuando el oxígeno se hizo necesario, dejando al azabache con la respiración agitada.
-P-perdón...- Taehyung frunció el ceño, había sido el mejor beso de su vida, por dios.
-¿Por qué? Besas muy bien, Kookie.- y el mencionado sintió otra vez sus mejillas calentarse a tal detalle, el guiño de su Hyung casi lo deja en el suelo.
Sólo había besado a una niña en su primaria, y casi vomita en su cara por lo asqueroso que se le hizo el contacto.
Y ahora estaba dándose besos largos con su Hyung, besos chiquitos, profundos y especiales.
Nada cambiará desde ahora, ¿o sí?
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my secretary jeon ⊹ ⎙ tk
Fantastik❝ una oficina con olor a café, un ejecutivo cansado y un secretario enamorado. ❞ fluff ・ ゚: * taekook - kooktae.