my secretary jeon ⊹ ⎙ tk

tres.

ﾐ❀

—¿Es en serio, Hye?— preguntó incrédulo. Su mano pasaba por su cuello dándose ligeros masajes mientras que la otra se encontraba en su cintura. No lo podía creer.

—Perdón, Jefe. Lo siento tanto, pero es que llevo saliendo un tiempo con un chico y él me ofreció quedarme en casa para hacer nuestra vida juntos. Sabe que nunca fui buena haciendo trabajo y de verdad él me gusta... — rió extremadamente nerviosa, el castaño rodó sus ojos y tapó su cara, más avergonzado que preocupado.— Tengo que colgar, otra vez, disculpe jefe.

El chico exhaló un profundo suspiro. Sí, le decepcionaba que aquella chica hubiera dejado su único trabajo estable por algo así como un amor, sin embargo, también crecía un malicioso sentimiento de envidia dentro de sí, ¿quién fuera ella para abandonar tan fácilmente la amarga rutina que los consumía?

Él sabía que simplemente eran celos estúpidos, tanto por el deseo de liberación de trabajo como por el de tener una mitad que lo respaldara. No obstante, ya no tenía esperanzas.
Le resultaba lejano por tantas mierdas a lo largo de su fracasada vida amorosa.

¡Eres un maldito adulto, Kim!

Se tiró hacia el sofá para dos como el dramático que era, tapándose la cara con sus manos y sintiéndose avergonzado de sí mismo.

No notó que un chico se asomaba por aquella puerta gris, y cuando este carraspeó, rápidamente se levantó del sofá y tomó asiento en su escritorio, sintiéndose aún más avergonzado.

Analizó al chico con rapidez.
¿Era su primer empleo? Estaba confundido, su cara gritaba bebé pero sus muslos gritaban... ¿Qué? ¡Taehyung, eso no es profesional!

Lo primero que se vino a la mente de aquel azabache fue algo así como
"Oh, mi nuevo jefe es muy apuesto", logrando que una hermosa sonrisa de conejo apareciera, acompañado de unos ojitos brillantes y pispiretos.
Completamente tierno, el castaño no sabía hacer otra cosa ahora que fruncir su ceño.

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—¿Jeon Jungkook, no es así?— el mencionado asintió mientras se acomodaba en aquella silla justo frente a su nuevo jefe. —¿Tu primer empleo, no?— volvió a asentir. Taehyung suspiró, era difícil trabajar con jóvenes sin experiencia pero su jefe pensaba que si no se les daban la oportunidad... ¿Cómo podrían tenerla?

Por algo la empresa estaba unida a una campaña para apoyar con prácticas y empleos a los recién graduados. Y aún asi, el trabajo más grande se lo llevaba él y algunos de sus compañeros.

—Lo siento si es que eso causa inconvenientes, pero estoy bastante preparado, sólo bastará una cuanta de práctica, ¡Juro que me esforzaré!—  dijo levantándose repentinamente para hacer una enorme reverencia. Taehyung soltó un pequeño jadeo por la impresión.

—Okay, okay. Puedes pararte chico, no necesitas hacer eso. — Sonrió, eso le había causado cierta ternura. Jungkook frunció el ceño, recomponiéndose con la mirada posada por completo sobre él. —¿Pasa algo?— preguntó confundido, el azabache sonrió negando suavemente.

—No, es sólo que en la sala de espera muchos empleados me dijeron que a pesar de ser muy guapo, usted era temible. Ahora no parece ser así, su sonrisa es tierna, Hyung.

El castaño no sabía reaccionar ante esas palabras y con una presunta seriedad indeseada, se quedó mirando hacia una sola dirección, el azabache se asustó. —Oh, ¿Le incomoda que lo llame Hyung, Hyung? Puedo llamarle jefe si desea. — dijo haciendo otra reverencia, por lo menos esta vez era más pequeña que la otra. Aún así, el castaño reaccionó de inmediato, negando bastantes veces.

—No hace falta.— fue hasta donde estaba para tocar su espalda y lograr que dejara de inclinarse. —Como me llames no es muy importante para mí.— suspiró al ver al chico algo temeroso, después sólo sonrió.

—Bien, soy Kim Taehyung y ahora trabajas conmigo.— extendió su mano y el chico con un gorro en su cabeza se le quedó mirando por un tiempo. Todos le decían que los jefes de las campañas a favor de la contratación de jóvenes recién graduados eran unos idiotas que te presionaban, al parecer a él no le tocó esa suerte ya que su jefe era amable y bonito, sólo sonrió más.

—¡Muchas gracias, Hyung! Lo ayudaré en todo lo que necesite. —tomó la mano ofrecida e hizo varias reverencias con esta entre sus dedos para después plantar un pequeño beso allí, el castaño se sobresaltó, ¿Qué rayos con ese gesto? Su nuevo empleado era realmente extraño, lo ponía nervioso y a la vez le daba ternura, estaba en un contraste de aspectos diferentes en lo que constaba su impresión.

Y esa mañana, fue donde comenzó todo.

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