Capitulo 17

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Ryan se encontraba acostado en la suave alfombra enfrente de la ya encendida chimenea, a pesar de que ya habían cambiado las sabanas y las almohadas de la cama, Lucían se encontraba sentado en el sillón, estaba reclinado, ambos viendo el cielo nocturno, apreciando como una gran luna llena se posa en medio del cielo.

Claro que la intriga de Ryan no lo había abandonado pero esto era una tradición de Lucían, no podía ser irrespetuoso.

—Ya es hora.—justo en ese instante Ryan escuchó el sillón crujir y el sonriente rostro de Lucían apareció enfrente de el.

—Hora de que?.—pregunto el mas joven mientras se sentaba en la alfombra al igual que Lucían.

—La luna ya esta en centro.—mirando hacia arriba Ryan intenta notar si la luna se movió pero no nota alguna diferencia desde hace una hora, pero Lucían debió notarlo y le tiene que creer.

—Y entonces eso significa...—dejo la frase en el aire pero Lucían lo entendió y le dio un  asentimiento de cabeza.

—Te contare mi mas grande secreto.

Ryan se lleno de emoción, tanto que soltó un chillido que provocó una leve risa de parte de Lucían, el menor estaba apuntó de hablar cuando fue interrumpido por unos aullidos.

Unos aullidos de lobos, eran muchos, pero estaban lejos, pero aun así se escucharon fuerte, instintivamente Ryan buscó seguridad en Lucían, Poniendo sus manos sobre los hombros del mayor y escondiendo su rostro en su pecho, y Lucían al igual por instinto rodeo la cintura de Ryan con uno de sus brazos y en otro lo ponía en es espalda.

—Tranquilo Ryan, Todo esta bien.—dijo mientras le acariciaba la espalda.—Están lejos y no podrán hacerte daño.—hablo tranquilamente mientras seguía acariciando la espalda de Ryan, esperando que salga "de su pequeño escondite".

—Perdón, Me asuste mucho, jamás e escuchado el aullido de un lobo en la vida real.—dijo mientras se despegaba del pecho de Lucían

—Tranquilo, esta bien, pero ahora necesitó que me mires a los ojos.— obedeciendo Ryan miro a los castaños ojos de Lucían, el no decía nada y tampoco paso nada, hasta que sus ojos cambiaron a un color rojo, sorprendiendo a Ryan.

—Como hiciste eso?.—preguntó muy intrigado.

—Por que soy un alfa.—respondió Lucían con simpleza pero vio que esa respuesta no aclaro la intriga de Ryan.— hay algo mas que te puedo mostrar para que entiendas a que me refiero, pero no se si te agrade, incluso te puedo asustar.

—Yo Hamas me asustaría de ti, por favor muestra me.

Hubo unos segundos de silencio de parte de Lucían, parecía meditarlo, hasta que volvió a hablar.

—Bien, te mostrare.—dijo poniéndose de pie.— si te asusta cierra los ojos, pero no huyas.— obteniendo un asentimiento de Ryan prosiguió a quitarse el suéter que traía y la camisa sonrojado a Ryan, pero el no lo noto, sólo cerro los ojos y respiro profundo.

De nuevo Ryan no noto nada hasta que vio el cuerpo de Lucían moverse de formas extrañas, se tiro al suelo apoyándose en sus brazos y piernas, pensó que estaba sufriendo pero no emitía ningún quejido o algún otro sonido de dolor, solo soltaba algún que otro leve gruñido, vio sus huesos y músculos moverse y retorcerse, era una escena horrenda, no soporto ver mas así que desvío la mirada y cerro los ojos hasta saber que todo acabo.

Hubo largos minutos de silencio hasta que Ryan decidió volver a abrir los ojos y voltear a ver a Lucían, pero no se encontró a Lucían, si a un gran lobo de pelaje castaño, ¿que usaba pantalones rotos?

HouseWolfDonde viven las historias. Descúbrelo ahora