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  Al día siguiente en el colegio le dije a Siobhan que Padre me había dicho que ya no podía hacer de detective y eso significaba que el libro se había acabado. Le enseñé las páginas que había escrito hasta entonces, con el dibujo del universo y el plano de la calle y los números primos. Y ella dijo que no importaba. Dijo que el libro era realmente bueno como estaba y que debía sentirme muy orgulloso de haber escrito un libro, incluso aunque fuera más bien corto, y que había algunos libros muy buenos que eran muy cortos, como El corazón de las tinieblas, que era de Conrad.  

  Pero yo le dije que no era un libro propiamente dicho porque no tenía un final propiamente dicho porque no había descubierto quién había matado a Wellington, así que el asesino todavía Andaba Suelto.   

  Y ella dijo que era como la vida, donde no se resolvían todos los asesinatos y no se atrapaba a todos los asesinos. Como Jack el Destripador.   

  Dije que no me gustaba la idea de que el asesino aún Anduviese Suelto.Dije que no me hacía gracia pensar que la persona que había matado a Wellington pudiese vivir en algún sitio cerca y que me la pudiera encontrar dando un paseo por la noche. Y eso era posible porque los asesinos suelen ser conocidos de la víctima.   

  Entonces dije: 

—Padre dijo que no debía volver a mencionar nunca el nombre del señor Shears en nuestra casa, que era un hombre malo. Quizás eso significa que fue la persona que mató a Wellington.Y Siobhan dijo: 

—A lo mejor es que a tu padre no le gusta mucho el señor Shears. 

Y yo dije: 

—¿Por qué no? 

—No lo sé, Christopher —dijo ella—. No lo sé, porque no sé nada sobre el señor Shears. 

—El señor Shears estaba casado con la señora Shears y la dejó, como en un divorcio —dije yo—. Pero no sé si en realidad se divorciaron. 

Y Siobhan dijo: 

—Bueno, la señora Shears es amiga tuya, ¿no? Amiga tuya y de tu padre. Así que a lo mejor a tu padre no le gusta el señor Shears porque dejó ala señora Shears. Porque le hizo algo malo a una persona que es su amiga.   

  Y yo dije: 

—Pero Padre dice que la señora Shears ya no es amiga nuestra. 

—Lo siento, Christopher —dijo Siobhan—. Me gustaría poder responder a todas esas preguntas, pero simplemente no sé qué decirte.   

  Entonces sonó el timbre que anunciaba que acababa el colegio.   

  Al día siguiente vi pasar 4 coches amarillos seguidos de camino al colegio, lo que lo convertía en un Día Negro, o sea que no comí nada en el almuerzo y me quedé sentado en un rincón de la clase todo el día y leí mi libro del curso de Matemáticas de bachiller superior. Al día siguiente, también vi 4 coches amarillos seguidos de camino al colegio, lo que lo convirtió también en un Día Negro, así que no hablé con nadie y durante toda la tarde me quedé sentado en un rincón de la biblioteca gimiendo con la cabeza apoyada con fuerza en una esquina y eso me hacía sentir tranquilo y seguro. Pero al tercer día mantuve los ojos cerrados todo el camino al colegio hasta que bajamos del autocar porque después de haber tenido 2 Días Negros seguidos me permito hacer eso.   

El curioso incidente del perro a medianoche [Completo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora