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Había montones de gente en el tren, y eso no me gustó, porque no me gustan los montones de gente que no conozco y aún lo odio más si estoy apretujado en una habitación con montones de gente que no conozco, y un tren es como una habitación y no puedes salir de él cuando está en marcha. Y me hizo pensar en la vez que tuve que volver del colegio en el coche, porque el autocar se había estropeado y Madre vino y me recogió y la señora Peters le preguntó a Madre si podía llevar a Jack y Polly a casa, porque sus madres no podían venir a recogerlos, y Madre dijo que sí. Pero yo empecé a gritar en el coche porque había demasiadas personas en él y Jack y Polly no iban a mi clase y Jack da cabezazos contra las cosas y hace un ruido como el de un animal, y traté de salir del coche, pero aún estaba en movimiento y me caí a la calle y tuvieron que ponerme puntos en la cabeza, y tuvieron que afeitarme el pelo y tardó 3 meses en volver a crecerme como estaba antes.

Así que me quedé muy quieto en el vagón del tren.

Y entonces oí que alguien decía:

—Christopher.

Y pensé que sería alguien que yo conocía, como un profesor del colegio o una de las personas que viven en nuestra calle, pero no lo era. Era otra vez el policía. Y me dijo:

—Te he pillado justo a tiempo. —Y respiraba muy agitadamente y se sujetaba las rodillas.

Y yo no dije nada.

Y él dijo:

—Tenemos a tu padre en la comisaría.

Y pensé que iba a decir que habían arrestado a Padre por matar a Wellington, pero no lo hizo. Dijo:

—Te está buscando.

Y yo dije:

—Ya lo sé.

Y él dijo:

—Bueno, ¿y por qué te vas a Londres?

—Porque me voy a vivir con Madre —dije yo.

Y él dijo:

—Bueno, pienso que tu padre quizá tenga algo que decir al respecto.

Y entonces pensé que iba a llevarme de vuelta con Padre y eso me daba miedo porque él era un policía y se supone que los policías son buenos, así que empecé a correr, pero él me agarró y yo grité. Y entonces me soltó. 

Y dijo:

—Bueno, a ver, no nos pongamos nerviosos. —Y entonces dijo—: Voy a llevarte conmigo a la comisaría y tú y yo y tu padre podremos sentarnos y charlar un poco sobre quién va adonde.

Y yo dije:

—Yo me voy a vivir con Madre, en Londres.

—No, ahora mismo no —dijo él.

Y yo dije:

—¿Han arrestado a Padre?

Y él dijo:

—¿Arrestarlo? ¿Por qué?

Y yo dije:

—Mató a un perro. Con una horca de jardín. El perro se llamaba Wellington.

Y el policía dijo:

—¿De verdad hizo eso?

—Sí, lo hizo —dije.

Y él dijo:

—Bueno, también podemos hablar sobre eso. —Y entonces dijo—:Vamos, jovencito, creo que ya has corrido suficientes aventuras por un día.

El curioso incidente del perro a medianoche [Completo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora