"El orden de los factores no altera el resultado"
Es el lema del temido y afamado empresario londinense "Octavio Almoraz" altivo y soberbio como ninguno; según él no necesita de nadie para hacer y deshacer a su antojo, en su infinita arrogancia alqu...
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Octavio
Para esta fecha Kailam es para que estuviera ya en Londres, me desespera no tenerla aquí conmigo, quisiera que fuera al aniversario de la empresa de mi brazo, pero nada, mi hermana está haciendo cargo de toda la decoración de la fiesta
- Hermanito y ¿esa cara? – frunzo el ceño-
- La misma que tengo Sofía...
- Ay no que genio, bueno quiero que la fiesta de aniversario de la empresa sea con la temática de antifaces – volteo a mirarla con asombro -
- Estas loca Sofía, ¿para qué quieres los antifaces? – me sonríe y se sienta al lado mío-
- Todos los años hacemos la misma fiesta sosa, aburrida, hagamos algo diferente para este año
- Está bien, pero yo no me pongo eso – asiente y me da un beso en la mejilla –
- Como quieras aburrido, te digo algo tienes que cambiar ese porque Kailam no es así
Sale del despacho, me debato en si llamar a Kailam o no, mejor no, no quiero que vaya a pensar que estoy desesperado, aunque sea la verdad, mejor me quedo así. Todos están listos para irnos para el salón que alquilamos para el aniversario de la empresa, veo a Ivana con el vestido que tanto le gusto a Kailam y Rafael vestido de traje igual al mío. Al llegar todo está como sugirió Sofía, aunque le dije que no me pondría un dichoso antifaz me lo entrega y los chicos ruegan que me lo ponga, pero declinó la oferta y se lo devuelvo a Sofía, ver a todos con sus parejas me disgusta, así que me coloco a hablar con unos ejecutivos de la empresa, me aburre hablar cosas sin sentido con eso veo a Ivana secretearse con Rafa y eso es señal de alerta porque cuando hacen eso algo planean, me acerco y les pregunto ¿qué pasa? y me dicen que me veo mal sin antifaz y procedo a seguir con la conversación poco interesante en eso me enfoco en una chica en la barra del lugar, tiene un antifaz negro y los labios pintados de rojo, me sonríe y levanta su copa, sonrió para mí en otras épocas me acerco, pero sigo en mi conversación nada interesante.
Las horas pasan y me enfoco otra vez con la misma chica, pero ahora está de pie la veo totalmente, tiene un vestido bastante sexi y muy de mi gusto, cuando camina por el salón la abertura del vestido se abre de manera muy llamativa y sugestiva, ni que decir de la espalda descubierta inmediatamente me imagino a Kailam con ese atuendo y es cuando noto cierta similitud entre las dos, aunque tenga tacones la forma de contonear las caderas es la misma, así que me acerco sin que la chica se dé cuenta y mis dudas se disipan en su totalidad, su olor es característico y particular, huele a flor de cerezo mezclado con rosas, ahí estuvo su error, entonces me acerco tanto que mi pecho toca su espalda.
- ¿Señorita usted cree que me va a engañar? – se voltea y sonríe-
- ¿Cómo me reconociste? – quedamos bastante cerca-
