La gente v Karlie P.2

631 106 15
                                    

Debo decir que esto no es tan malo. Tengo que orinar, levitando, por supuesto, no me he cepillado los dientes en casi dos días, pero también está bien, mis dientes suelen ser fuertes y sanos al igual que mis encías, así que hasta que llegue a casa, si Elle logra sacarme de aquí, creo que puedo soportar el mal aliento y los dolores musculares. Todos vinieron a visitarme, pero me alegré especialmente de ver a Ashley y de que todo había ido bien con ella, que nadie había llegado a su puerta para amenazarla o algo peor.

Hace unas horas, lo que parecía ser una chica de no más de dieciocho o diecisiete años se había convertido en mi amiga reclusa. Estábamos en dos celdas diferentes, pero ella estaba justo delante de mí. No podía dejar de mirarla; su ardiente pelo rojo anaranjado, ojos azules, piel pálida como un fantasma y su ropa rasgada, claramente decían algo: había estado en una pelea o alguien la había asaltado.

Me había mantenido en silencio en mi cama cuando el guardia la había traído, ella lucho contra él cada vez que intentaba meterla dentro de la celda, y no pude evitar la risita que escapó de mis labios cuando empezó a insultarlo... el guardia ni se inmuto y pese a que es muy, muy ilegal golpear a un policía, el hombre estuvo callado y concentrado todo el tiempo.

El policía se había ido y ella todavía estaba haciendo una pequeña berrinche, golpeando las paredes y haciendo su cama un desastre. Quería hablar con ella, sin embargo, no tenía idea qué decir, así que seguí mirándola, confiando en que ella pensaba que estaba sola, pero luego dijo:

—¿Qué coño estás mirando?  ¿Quieres una foto o algo?

 Estoy segura de que mis cejas dejaron mi frente de lo elevadas que estaban. Me sorprendió.

Me levanté de mi cama, entonces usando zapatos color celeste al igual que mi uniforme de convicta, y caminé hacia las barras de la celda.

Ella no me había visto porque las luces estaban dirigidas hacia su celda, la mía siempre estaba oscura y vacía a pesar del hecho de que estaba allí. En el momento en que dejé mi rincón oscuro y salí a la luz, sus ojos se agrandaron como si me hubieran crecido dos cabezas o como si fuera un extraterrestre.

Ella se acercó a los barrotes oxidados, agarrándolos ambos con las manos y poniendo su rostro en el medio de estos.

—¡No puedo creer que seas tú!

Fruncí ambos, el ceño y los labios, preguntándome internamente a que se refería con eso.

—¿Yo... ?

—¡Sí! Karlie Müller, de las noticias, mataste a tu esposo por ser un imbécil abusivo.

Por supuesto, a eso se refería. Casi había olvidado que era famosa porque he estado atrapada en esta trampa silenciosa de cuatro paredes.

—Yo no...

—¡Por Dios, no puedo creer que seas tu! ¡me has inspirado a hacer esto! — dijo, interrumpiéndome y girándose para mostrarme su ropa rasgada y ... la sangre en su zapatilla blanca.

¿Qué carajo...?  Mi mandíbula cayó al suelo en ese instante. ¿Cómo podría yo haber inspirado eso? No estaba segura de que había hecho, pero seguro fue violento si hay tanta sangre involucrada.

—¿Yo hice que cosa? ¿Qué hiciste? ¿Porqué estás aquí? 

Sus ojos saltones se iluminan y una sonrisa maliciosa levanta la comisura de su delgado labio.

—Mi padrastro es un asno. Intenta entrar en mi habitación por las noches después del trabajo, mucho más cuando esta borracho, es un parásito. A veces, el trabajo de mi madre la obliga a quedarse toda la noche en su oficina, pero él siempre está en casa temprano. Me había negado a dejar que me haga algo durante mucho tiempo, pero él simplemente no se rendía, así que comenzó a mentirle a mi madre para que ella me castigara, y prometió parar cuando le diera lo que el quería. 

Karlie's nightmare Donde viven las historias. Descúbrelo ahora