#EstáEsTuAdvertencia

676 89 11
                                    

Cuatro meses después...

¿Debería sentir nervios o calma? Ser llamada a la comisaría de tus pesadillas no es exactamente lo que pedí en mis oraciones la noche anterior.

Miro a mi alrededor con sorna. Vaya, no he echado de menos está oficina o está comisaría para nada, pese a eso, por lo menos mi ex abogada me ha dado la autorización para terminar mi bocadillo sano del día: mango que he traído dentro de un envase de plástico. Agosto me ha estado tratando especialmente bien hasta que contesté esa llamada telefónica. Cuando Elle me expresó justo después del juicio que pretendía derribar a Müller InSight, yo le respondí que podía hacer lo que le viniera en gana. Demonios, si lo que deseaba era quemar sus compañías junto con esa mansión de cristal que tanto le gustaba, yo no me interpondría en su camino, pero tampoco formaría parte de ello. Estaba harta de tanta furia, rencor y angustia. Caleb murió. No malgastaría más de mi energía en él. Él no valía la pena en ese entonces y no lo vale ahora.

No obstante, me alegra saber que Müller InSight ya no existe, no por lo que se supone que eso signifique para mí, sino por Elle. De forma súbita, existía en todos los periódicos habidos y por haber durante aproximadamente una semana. Es una excelente abogada y se merecía el reconocimiento que obtuvo de todo esto.

Sin embargo, si estoy aquí de nuevo, debe ser por él y por mí. Qué formidable sombra proyectó, solo tres meses después de mi juicio final, eme aquí otra vez.

Ver a Bruce a través de un vidrio y escuchar su hermosa voz ahora distorsionada por el viejo teléfono pegado a la pared al lado del asiento de los visitantes es peor que no verlo. No tener la capacidad de tocarlo, pero tenerlo tan cerca de mí al mismo tiempo, me rompe el corazón. Cada vez que voy a visitarlo, ponemos las manos contra la ventana, tocándonos a través del cristal. Él me llama pequeña todavía; me mira con la misma intensidad que cuando lo conocí por primera vez y ni una sola vez puedo impedirme a mi misma llorar cuando susurra que me echa de menos y que lamenta no haber traicionado a todas las personas que llego a conocer para térneme a su lado por fin. Lo dice todos los domingos y todos los domingos lo aprecio como si fuera la primera vez que lo escucho. También le llevo una nueva foto de Ciana cada vez que lo veo, él dice que las mantiene pegadas a su pared y que su linda carita le ayuda a conciliar el sueño con más rapidez. Nunca le he dicho, pero le cuento una historia para dormir a Ciana sobre él. En esa fábula, él es el sol y yo soy la luna. Semejante al mito de la vida real, él muere todos los días para que yo pueda respirar cada noche.

La puerta se abre y una Elle sin maquillaje, con jeans azules y un hoodie color marrón enorme aparece dentro de la oficina. ¿Apenas ha llegado al estado? Parece que acaba de bajar de un avión, pero no veo algún equipaje con ella, así que no estoy completamente segura. Sus ojos están muy abiertos, brillantes y sus cejas enarcadas.

—Sé que me veo asquerosa y, para responder a tu pregunta, sí, acabo de llegar aquí, mis bolsas están afuera. Es que, la noticia que tengo para ti no puede esperar. Tomé el primer vuelo que pude, lamento haberte hecho esperar.

No logre formular mi pregunta, pero seguro la tenía escrita en todo el rostro.

Yo tomo mi último pedazo de mango, lo introduzco en mi boca, y mastico, viéndola caminar detrás del escritorio con un cartapacio color azul es su mano. Toma asiento y abre el cartapacio. Tengo curiosidad, pero no tanta. Muchas de las cosas que me interesaban antes ahora carecen de importancia.

Elle alza la mirada y enarca ambas cejas con rapidez y yo respondo enarcando solamente una.

—¿Estás lista para esto?

Karlie's nightmare Donde viven las historias. Descúbrelo ahora