"Cuidate"

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Martes 8 de Mayo

Una ventisca pérdida entraba al puerto Veracruzano, se vendría algún mal tiempo o huracán, pero aún no era tiempo de tormentas.
Micaela se colocó los tenis para poder salir a sus actividades normales, aunque ya estaba en finales, solo iba a entregar trabajos y le quedaba tiempo de sobra la tarde, se sentía decepcionada, pues había planeado un sin fin de cosas con Salvador para esas tardes libres y esos casi tres meses que se avecinaban de vacaciones.
-Me voy.-grito mientras salia de su casa, escuchando a lo lejos a su mamá gritar que se cuidara.
Micaela comenzó a caminar para llegar a la parada del autobús y sintió un escalofrío recorrer su espalda, como si algo o alguien la siguiera de cerca, agudizó sus sentidos, camino más rápido sin detenerse, un par de cuadras más y se sentiría tranquila.
-Ahhhhh!.- grito Micaela cuando sintió que una mano fuerte y grande la jalo del brazo.
-Calla Mica.- volteó seria y se deshizo del agarre de aquel hombre.
- Ángel que quieres.- soltó un bufido más tranquila y el chico sonrió.
- Te llevo a la escuela.- la miró fijamente y está negó, siguió su camino.
- Vamos Mica.- camino detrás de ella, está negó nuevamente con la cabeza sin artícular otra palabra, el chico la siguió, hasta que llegaron a la parada del camión donde estaba pasando de largo el autobús que abordaba Micaela.
-Genial .-bufo y miró su reloj.
- eso es que el destino quiere que te lleve.- Ángel coloco sus manos dentro de sus bolsillos del pantalón.
- Es un me hiciste perder el tiempo.- andando, camino en dirección de regreso para que Ángel la llevará, el chico camino detrás de ella.
- Como está Chava.- preguntó mientras subían al auto
- mejor a reaccionado.- sonrió sin darse cuenta y Ángel sonrió
- Le amas.- hablo mientras ponía en marcha el auto
- No lo sé, solo quiero que regrese.- hablo con el corazón desbocado.
- Le amas.- volvió a decir,.- No es pregunta, lo estoy afirmando.- Mica calló y miró como Ángel arrancaba el auto, y conducía hacia la universidad, lo miro de reojo, este no volteaba siquiera a verla, parecía meditar o estar demasiado concentrado, el silencio se sentía como una neblina densa en pleno diciembre en las autopistas a Orizaba.
Miró nuevamente a Ángel y lo entiendo, su corazón ya no pertenecia a aquel chico, si no a Chava.

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- Diga?.- contestó el teléfono mientras bajaba las escaleras para salir del edificio escolar.
- Mica, o gracias al cielo soy Briana, linda necesito pedirte algo.- lo voz de su concuña la saco un poco de su onda.
- Dime que sucede.- preguntó mientras bajaba los últimos escalones.
- Se supone que yo cuídare de Chava hoy por la noche, pero Xime, se ha enfermado, no podré cuidarle.- hablo la madre preocupada y Micaela pareció entender que le pediría.- Puedes cuidar de Chava?, Se que por cosas de la escuela quizá no puedas pero...- Micaela no la dejo terminar.
-Si, no hay problema.- escucho el horario y las indicaciones con atención, Micaela sentía que sería un buen momento para estar con el Chava más tiempo o quizá no.

Recuerdo

- Que andas con Salvador?.-grito por teléfono Lexis.
-Si, bueno me lo pidió ayer...-estaba Micaela empezando a explicar.
- No mames Mica!!!, Su mamá le dijo a mi mamá y mi mamá llegó a contarme!, Por qué mierda no me lo dijiste ayer?.-pregunto en reproché
-Tiene algo de malo?.-pregunto Mica del otro lado del teléfono mirándose las uñas sonriendo.
-Si, que quedamos como idiotas por no saber nada.- se escucho la voz de Lucía a lo lejos, otra amiga de ellos.
-O vamos chicos, no es para tanto.-sonrio, se sentía feliz.
-Que no, que no es para tanto?.-pregunto en forma retórica y sarcástica Lucía..- Vamos Mica está echo un bombón.-hablo Lucía
-No, deja tu eso, que ahora técnicamente serías mi familia.- hablo Lexis desesperado, parecía que no le agradaba la idea.
- Y que tiene de malo que esté con el?.- preguntó Mica arrugando la frente
-Que es un imbécil y siempre oculta cosas.- hablo Lexis, pero Mica sonrió.
- Tengo que colgar, viene mi novio para ir a su partido de basquetbol.- Mica cortó la llamada divertida, aunque quedó en su mente las palabras "Siempre oculta cosas" , negó con la cabeza, "todo el mundo tiene secretos" pensó para si misma y comenzó a alistarse.
Fin del recuerdo.

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En cuanto puso el pie en la sala de espera sintió como si una espuma densa la ahogara, las miradas estaban puestas sobre ella.
- Querida, de verdad espero no se inconveniente.- hablo la cansada madre del chico.
- Claro que no.- sonrió Mica, y la señora agradeció con una sonrisa.

Mica miró atentamente el lugar, como si nunca hubiera estado ahí, camino como se le indico a la habitación donde cuidaría de Chava, entro lentamente y sintió un escalofrío.
-Hola cielo.- dijo al entrar y sintió como el cuerpo de su novio salto un poco.- Yo también te extraño.- coloco sus cosas a un lado del sillón reposet que había en la habitación, camino hacia el y beso su frente.
-Hoy te ves muy guapo -sonrió Mica, aunque melancólica, lo miro fijamente, podía ver como en unos días Chava perdía peso y su piel se notaba más pálida.
Micaela se acomodo en el sillón en la habitación, y comenzó a hojear sus libros, tenía exámenes; sacó igual su cena y varios paquetes de frituras, miraba de reojo a Chava, incluso algunas veces se levantaba a besar su frente.
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- Está es mi última vuelta, pasa nuevamente la enfermera hasta las 5, pero cualquier cosa ya sabes tocas el botón, por hoy es todo.- dijo la enfermera que miraba con ternura a Micaela, que estaba parada a lado de Chava, mientras ella le ponía una inyección.
-Gracias, buenas noches.- dijo Micaela, cuando la enfermera salió de la habitación.
Micaela miró el reloj 1am, sacó una cobija de su mochila, sentía frio, miró los monitores de Chava, tomo nuevamente sus apuntes, se acomodo en el pequeño sillón y sin darse cuenta quedó dormida.
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-Lela...-escucho un susurro entre sueños.-Lela...- volvieron a decir, pero le era difícil abrir los ojos, se sentía cansada y pesada. -Ese sillón se ve incómodo.- escucho, quedamente, suspiro y decidió acomodarse mejor,aún con los ojos cerrados, no haría caso, "dicen que en los hospitales luego asustan" pensó Mica.
-Ven aquí.-dijo la voz y Mica sintió como su cuerpo era tocado por algo, sintió un nerviosismo pero no abrió los ojos, los cerró más fuerte, sintió como si flotara, logro abrir levemente uno de sus ojos y ente sus pestañas lo miro, era Chava, pero la luz chocaba mucho en su rostro, algo que sorprendió a Mica, pues en el cuarto no había luz, se acomodó más en los brazos de aquel hombre.
-Te amo Mica.-esucho
-Yo te amo más.- susurro ella ente sueños.

A floteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora