"Despierta"

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Domingo 6 de mayo

El cuadro clínico de Salvador no era alentador, había sufrido perforación de ambos pulmones lo que amerito una operación, pero también encontraron una ruptura de vaso, por lo cual igual lo operaron de urgencia en ese mismo instante, presentaba fractura de 5 costillas al igual que el hombro, brazo y pierna izquierda, contusión cerebral y fractura craneal, ademas de sufrir un segundo infarto durante la operación, Salvador permanencia a en coma aferrándose a la vida.
- ya podremos pasar a verlo.- hablo el hermano de salvador, era las 5 de la tarde apenas entrarían a verlo, Micaela reprimió el sentimiento de verlo, sabía que solo familiares pasarían.
- Mica ven aquí, para que pases.- la cuñada de Salvador Briana le hablo, Micaela se acerco apenada y está la tomo de la mano.- El querrá escucharte.- le susurró y Micaela asintió nerviosa.
Pasaron primero los padres de Salvador que al salir se miraban más cabizbajos pero un poco reconfortados, seguido de sus hermanos y al final Micaela.
- tú puedes.- le susurró Lexis y está asintió, camino temblorosa por el pasillo, hasta toparse con la habitación de Salvador, abrío la puerta y lo encontró ahí, tendido en una cama conectado a diferentes aparatos, su corazón se estrujó y se paralizó en la puerta.
- Los dejaré solos.- hablo la enfermera que estaba adentro viendo que todo estuviera bien, pasó a su lado y cerró la puerta, Micaela se acerco temerosa observando cada uno de los cables y sonidos en la habitación.
- Hola cielo.- tomo su mano derecha, dónde estaba un marca pulsos y tenía sueros conectados..- No sé si me puedes escuchar, pero perdóname.- hablo nuevamente nerviosa, aquel respirador artificial la hacía sentirse así, era como vivir una película de terror. - Te amo mucho, por favor despierta cielo, tienes que ir a Francia y traerme vino.- acaricio la mano de Salvador, sé sentía tibio pero no había respuesta.- No puedes dejarme...- pegó su frente a su pecho con mucho cuidado, tratando de tomar fuerzas para lo que sea que pasara, levantó la vista, nada... No había respuesta, beso su mejilla dulcemente y salió del lugar.

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- Va a despertar.- hablaba la madre de Micaela dándole ánimos a su hija.
- Se ve tan estático.- miró a su madre fijamente.- como si no estuviera aquí.- se lamento por dentro, le costaba trabajo llorar o sacar algún sentimiento y eso no estaba bien.
- Mi amor, dios es grande y va a despertar.- tocó la mejilla de Micaela, está solo asintió, se levantó del sillón y se dirigió a las escaleras para subir a su cuarto, necesitaba dormir.
La mente de Micaela estaba en todos lados, menos en un descanso, sé sentía extraña.
Sueño

- Lela...- escucho su nombre y volteó, estaba en una especia de súper, busco la voz desesperada.- Lela!.- volvieron a decir, el pasillo se hizo extenso y lo encontró parado al otro extremo con una gorra roja y una playera azul marino, pantalón y Vans, corrió hacia el pero el pasillo parecía hacerse más extenso, no podía llegar, se detuvo molesta y frustrada.
- Salvador!!!!!.- grito desgarradoramente.
- Lela!!!!.- grito el pero parecía que tampoco podía llegar a ella, Micaela se llenó de incertidumbre, entonces el pasillo se ilumino demasiado a las espaldas de su novio y se llenó de miedo, la luz no la dejaba ver, pero parecía que Salvador se desaparecería.
- Por favor no!!.- gritó el aire le faltaba, corría para alcanzarlo pero tropezó y cayo en un abismo perdiendolo de vista.
Fin del sueño

- Tía Mica?.- dos pequeñas manos abrían los ojos de Micaela.- Tía!!!.- grito la pequeña y vocesita, haciendo reaccionar a Micaela.
- Ramona, deja a tu tía.- hablo una segunda voz, Micaela froto sus ojos para encontrarse a su sobrina de 5 años sentada en su cama a lado de ella y a su hermana recargada en la puerta de la recamara que las miraba curiosa.
- Hola hermosa.- tocó la mejilla de su pequeña sobrina y le dió un abrazo.
- Cómo estas..?.- preguntó Paula la hermana de Mica acercándose lentamente.
- Bien, supongo.- dijo mientras le hacia cosquillas a Ramona, que parecía más que cómoda con su tía.
- Sabes que puedes decirme cualquier cosa.- tomo asiento a los pies de la cama preocupada y está asintió.
- Está en coma.- hablo mica.- Lo ví, te juro que se me parte el alma - pasó desesperada las manos por su rostro.
- Mica te habla Ángel.- se escucho el grito de Dinora la madre de Micaela desde abajo.
- TÍO ÁNGEL!!!!!.- grito la pequeña Ramona en dirección a la salida del cuarto, para encontrarse con Ángel.
- Tú hija es peor que judas.- se sentó Micaela en la cama mirando como corría su pequeña sobrina a saludar a Ángel emocionada, pues la conocía desde pequeñita, muchas ocasiones salieron con ella a las fiestas infantiles de algunas amistades que tenían hijos como Lexis, se ganó su cariño a base de dulces y caprichos.
Micaela bajo las escaleras dudosa, no tenía ánimos de verlo, seguro solo quería saber cómo se encontraba.
Ángel se encontraba de cunclillas haciendole cosquillas a Ramona, Mica se detuvo en el marco de las escaleras y lo miro fijamente.
-Hola.- dijo Ángel incorporándose, cargando en sus brazos a la pequeña Ramona, vestía de manera elegante.
- Que necesitás?.- preguntó Micaela acercandose a el, para quitarle a Ramona de ensima.
- Tienes algo que hacer?.- preguntó curioso mientras le pasaba a la pequeña niña.
- Tía no tiene planes, a dónde vamos?.- preguntó la pequeña mirándo a ambos emocionada y Ángel sonrió.
- Te mancho el saco de chocolate.- tocó levemente Micaela el saco de Ángel y este lo miro sin importancia.
- No ignores mi pregunta.- la miró fijamente
- No tengo ánimos de salir Ángel.- hablo sin ánimos, este se rasco la barba dudoso.
- Es una cena, regresamos temprano, es cumpleaños de Mirna y ella te adora.- sonrió tiernamente, Ramona de abrazo del cuello de su tía
- Ese es el truco.- hablo filosa.- Lo siento debes conseguir a alguien más.- hablo sería, Mirna era la esposa de su jefe Pablo, Micaela la conoció sin querer en una cena de negocios, ni siquiera sabía quién era y habían hablado por un largo rato hasta que le fue presentada, está se sintió nerviosa pero la señora parecía encantada y desde entonces Ángel era invitado a diversos eventos claro acompañado de Micaela.
- Es un favor, que te devolveré.- dijo y acaricio la pequeña mejilla de Ramona que sonreía coqueta, está negó nuevamente.- Tómalo como el pago de algo que me debes.- la chantageo y metió sus manos a las bolsas de su refinado pantalón, lo fulminó con la mirada y no tuvo otra opción.
- Estaré lista en 20 minutos.- dijo dándose la vuelta.
- Ramona, ¿quieres ir por dulces?.- hablo nuevamente el joven, haciendo que la pequeña niña bajara de un brinco de los brazos de tu tía, corrió hacia el y extendió su mano.- Hola Paula, te molesta?.- preguntó Ángel mirando a su ex cuñada desde las escaleras.
- Toda tuya, tráeme unas papas por favor - dijo desde ahí amablemente y este asintió, Micaela subió las escaleras rápidamente se sentía molesta.
- Odio que se de esa libertad entre las personas.- hablo a lo lejos Micaela, mientras Paula iba detrás de ella.
- Tiene poder de presencia.- se encogió de hombros y ayudo a su hermana a arreglarse para el evento.

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La noche pasó excelente, la cena estuvo espectacular, Micaela había estado casi todo el tiempo con varias señores de la alcurnia hablando sobre diferentes temas y sobre todo entreteniendo a la sra. Silva.
- Tú novia tiene un toque perfecto para hablar entre personas mayores.- hablo a sus espaldas Jimena una de las ex novias de Ángel. - Que rápido saltaste a ella y aún no se muere Salvador .- hablo venenosa, tomando un poco de su copa de vino
- Tú no sabes nada Jimena.- la encaro mientras se acomodaba los gemelos de la camisa
- De eso te equivocas querido, sabías que el estado de Salvador es altamente grave? Probablemente jamás despierte.- hablo nuevamente la mujer.- Pobre niña, si tan solo supiera quien fue el cuasante de su dolor.- lo miro de reojo sonriendo maliciosa
- Métete en tus asuntos.- sé acerco a ella molesto y la miró fijamente como si quemara
- Quiero mi parte en el bufet.- lo miro retadora y luego miro a Micaela
- es tan encantadora.- dijo mirándola y a Ángel se le erizo la piel.
- Bien .- dijo amargamente y se giró para ir por Micaela
- A y Ángel, se un buen chico.- se dió la media vuelta victoriosa.
Ángel tomo a Micaela suavemente de la mano al llegar a ella para indicarle que era tiempo de partir, ella lo miro y asintió, así se comunicaban
- Bueno, Mirna, a sido un gusto.- se despidió de la.señora amablemente y está la abrazo.
- Cuando gustes preciosa, ya vienen vacaciones, por que no van a la casa?.- preguntó Mirna de forma maternal acariciando la mejilla de la chica tiernamente.
- Estaremos en contacto Mirna.- tocó su suave mano y se despidió de ella, Ángel hizo lo propio y tomo su mano para salir de ahí, caminaban en silencio hacia la salida del lugar, los dos parecían inmersos en sus mundos.
- Quieres ir a dormir a casa?.- preguntó Ángel como si eso fuera lo más normal, Micaela negó.
- Debo ir a casa.- susurro mientras se ponía el cinturón sin mirarlo, Ángel tomo levemente su mano y la entrelazó entre las suyas.
- Estará bien .- hablo mirándola fijamente, Micaela lo miro con los ojos vidriosos, pero no dijo nada, Ángel la soltó y puso en marcha el automóvil para llevarla a casa en completo silencio.

A floteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora