Por siglos, habían temido a los humanos y ellos los habían vuelto monstruos aterradores y personajes románticos, todo al mismo tiempo. La cantidad que representaba la humanidad y su huella en la Historia los volvía enemigos temibles. Las criaturas de Luz y Oscuridad se habían replegado y escondido, mientras los humanos parecían estar dispuestos a destruir el planeta. Bien, tal vez no todos ellos, pero los suficientes para volver precavida hasta a la criatura más poderosa. Las seres del Día y de la Noche mantuvieron una diplomática paz, en su búsqueda por sobrevivir. Las manadas, clanes, reinos y monarquías se levantaron, fortalecieron y algunas cayeron, mientras humanos avanzaban tecnológicamente y se declaraban la guerra unos contra otros. Esa era la historia de siempre.
Pero nadie esperó que los humanos casi se destruyeran por completo. Un virus que atacó a la mayoría de la población humana, diezmó sus filas rápidamente. La situación fue tan inesperada, que en pocas horas se tomó la decisión de recuperar lo que una vez había sido de los seres de Luz y Oscuridad. Ellos se levantaron sobre los humanos, les quitaron el poder dado que habían llegado a un punto donde eran altamente peligrosos y no solo para sí mismos. Por fin sus filas se habían reducido y una conquista era garantizada. Por un par de siglos, la paz se instauró, pero no fue de extrañarse que rápidamente los antiguos conflictos volvieron a levantarse. Al bajar a los humanos desde el nivel de Gran Enemigo a simple ganado, había surgido un desbalance social.
Algunos iniciaron guerras, otros pequeños juegos de poder ¿Los vampiros y los licántropos? Ellos habían optado por el Gran Juego. Una serie de intricadas diplomacias y engaños astutamente camuflados donde mercenarios y asesinos tenían tanta validez como el uso de alianzas y matrimonios. Una mezcla perfecta entre el sofisticado estilo de los vampiros y el depredador instinto de los licántropos.
- ...y por eso vendría bien que dejaras de jugar y crearas una alianza.
Helga parpadeó ligeramente, enfocando su atención en su primer al mando y líder entre sus soldados. Will la observó con la misma expresión burlona en sus ojos plateados que llevaba usando ya por cinco siglos.
- No me escuchaste. –regañó, cruzándose de brazos.
- No quiero aliarme con los Colmillo Carmesí. No me importa que sean una manada poderosa, son nómadas y tarde o temprano se quedarán sin soldados. No tienen humanos a cuales convertir, por ende, no hay que temerles. –Helga se cruzó de brazos y observó el techo, con cierto aburrimiento- No voy a entregar parte de nuestro ganado para una alianza ridícula donde no ganaremos nada.
- Entonces ¿Quieres ir a la guerra? La estratega de su líder parece saber usar muy bien sus números. Ya han vencido a otros clanes. –Will apoyó sus manos sobre el escritorio y se inclinó- No son nómadas. Ya no, poseen el territorio norte ¿Cuánto tiempo llevas sin escucharme?
Helga abrió los ojos con sorpresa y lanzó una rápida mirada hacia el mapa que colgaba en su oficina. Al norte habían estado dos clanes de similar poder al suyo. Buenos aliados. Algo prepotentes, pero normal entre los de su raza. Un poco excéntricos, si es que debía quejarse.
- ¿Cuánto...? –buscó entre los papeles frente a ella, sus dedos se movieron con velocidad, leyendo rápidamente cada hoja, en un par de segundos había absorbido el tedioso informe- ¿Tienen treinta mil cabezas de ganado? –preguntó, sorprendida- ¿Por qué no me lo habías dicho?
Will enmarcó una ceja, obviamente incrédulo y señaló el informe.
- Eso lleva ahí una semana, esperando a que te dignaras en leerlo. –el pelirrojo se masajeó el entrecejo- Treinta mil humanos que pueden convertir en licántropos. Treinta mil soldados con el doble de fuerza que un licántropo común, aunque sin su longevidad y su control sobre sus poderes. Pero ¿Para qué quieres longevidad en un soldado, verdad?
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Cazando lo Desconocido [Cacería] «Hey Arnold!»
Fanfic[Todos los capítulos subidos a la vez] Instinto de Caza. Extra: Cacería 3/23/2016 Instinto de Caza. Extra de "Cacería". Aquí inician historias únicas, auto-concluyentes. Todas llenas de pasiones desbordadas, de placeres indescriptibles, de atrevidos...