Capítulo 56

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Lucía seguía ajena a todo lo que estaba ocurriendo en la puerta de su casa pero cuando vio a Alex mirando la puerta por donde había salido su padre hace un rato le pregunto:
       -¿Cariño te pasa algo?
       -A mi que va ¿porqué lo preguntas?
       -Primero estas muy nervioso, segundo no has dejado de mirar aquella puerta y tercero te estaba diciendo que iba a acostar al niño arriba si me acompañabas.
       -Mejor dejamos al niño aquí con nosotros para que subirlo ya que pueden despertarlo las niñas.
       -Prefiero que duerma más cómodo en la cuna.
       -Yo lo quiero aquí conmigo si te pesa dámelo a mi.
       -Dejate de tonterías Alex si quieres venir ven y sino sigue aquí mirando la puerta porque desde que viniste con el café estas muy raro.
       -Bueno vale te acompaño por si acaso.
Lucía ya empezó a sospechar algo así que antes de levantarse le dijo:
       -Ya Alex me dices ahora mismo que esta pasando porque no es normal que estés así ¿qué me estas ocultando?
       -Lucía calmate que vas a despertar al niño y  no te oculto nada.
       -Pienso que entre tú y mi padre os traéis algo entre manos ¿me equivocó?
       -Ideas tuyas cielo.
       -Además donde esta mi madre ya que se fue contigo y no ha aparecido por aquí.
       -Lo último que supe de ella es cuando me pidio que trajera el café.
       -Subo al niño y buscó a mis padres que nos dejaron aquí sin más.
Lucía se levantó con cuidado de no despertar al pequeño y fue seguida por un Alex nervioso. Al salir de encontraron a Samuel que venía hacia ellos y cuando Lucía lo vio dijo:
       -Mira Alex llegó quien se te perdió por la puerta.
Samuel y Alex se miraron sin saber que decir y fue Samuel quien empezó a hablar:
       -Lucía necesito hablar contigo.
       -Ahora no puedo voy a subir al niño arriba aunque este quiere dejarlo en los brazos y por cierto papa ¿dónde esta mama?
Antes que contestase se escucharon unos gritos que provenían de la puerta de la calle y vieron abrirse la puerta por la cual entraron Ángela y una mujer que iba intentando soltarse del agarre de Ángela pero cuando los demás la vieron Samuel se puso delante de su hija para que no la viese pero a Lucía esa mujer se le hacia conocida y adelantándose a su padre dijo:
      -Mama ¿quién es esta mujer que entra así en la casa?
Ambas mujeres miraron a Lucía pero María se adelanto y dijo:
       -¡Hija cuanto tiempo sin verte!
Lucía retrocedió un paso hacia atrás al escuchar de boca de esa mujer hija y mirando hacia su madre Ángela le dijo:
       -Mama dile a esta señora que yo no soy su hija y que la única madre que yo tengo eres tú.
       -No puedes decir que no soy tu madre ya que yo te parí y me debes respeto,le dijo María.
       -No vuelvas a decir que usted es mi madre porque no es cierto y ahora si me disculpa señora tengo cosas mejores que hacer y eso no es hablar  con una desconocida.
       -Lucía puedes negarme todo lo que quieras pero sabes muy bien que estoy diciendo la verdad y además soy la abuela de ese niño.
Lucía miro a su hijo que dormía sin ningún problema luego levantó la cabeza y con gesto serio dijo:
        -La única abuela que tiene mi hijo es aquella mujer que esta detrás suya usted no es nadie en la vida de mi hijo ni mucho menos en la mia.
Lucía se dio media vuelta para dirigirse a las escaleras se encontró tanto con su padre como con Alex y este se le acerco y le dijo:
        -Vamos cielo vayamos arriba tus padres se encargarán de todo.
        -Hija lo siento mucho por no poder evitarte este encuentro.
        -Gracias a los dos pero estoy bien solo necesito estar sola con mi bebe si os necesito os llamare.
Lucía sin mirar hacia atrás subió con su pequeño hasta la habitación que siempre fue de Elena y con mucho cuidado lo puso en la cuna y este puso en su carita una sonrisa que hizo a Lucía sonreir entonces sentándose en la cama se le vinieron muchos momentos malos que había dejado muy escondidos a la cabeza cuando vivió junto a esa mujer pero no podía dejar que su presencia le alterase demasiado porque no se lo merecía y gracias a su abandono creció con una familia que si la querían pero se preguntaba ¿por qué había aparecido ahora esa mujer?
Mientras tanto allí abajo la tensión era palpante entre todos por eso Ángela se acerco a Samuel y a Alex y le pregunto por Lucía ya que la había visto subir muy seria:
       -¿Por que no subistéis con ella?
       -Me ofrecí subir con ella pero me dijo que necesitaba estar sola,respondió Alex.
       -Pero mejor es que subas tu Ángela ella necesita a su madre ahora mismo.
María que había escuchado eso y para molestar a Ángela le dijo muy altanera:
        -La única madre que tiene esa soy yo nadie más y solo habéis conseguido poner a mi hija en mi contra.
Ángela se volvió para verle la cara y sin acercase dijo:
         -Eso solo lo conseguiste tu sola y como dice mi yerno mi hija me necesita así que adiós señora aunque de señora tiene bien poco.
Ángela dejó a una María enojada y subió para ver a la niña que desde el primer día que la vio le robo el corazón. Cuando entro en la antigua habitación de Elena la vio allí mirando al suelo y quedándose allí parada para darle tiempo.
Lucía estaba tan distraída que ni cuenta se dio que su madre estaba allí mirándola sin acercarse y fue cuando esta levantó la cabeza la vio y le dijo:
        -¿Cuánto llevas ahí mama?
        -Lo suficiente para ver que esa visita te ha afectado bastante.
        -¿Se fue?pregunto Lucía con los ojos lagrimosos.
Ángela se fue acercándose a ella y le respondió:
        -No ¿puedo?
Lucía soltó un suspiro y asintiendo con la cabeza permitió a su madre sentarse al lado de ella pero ninguna dijo nada siguieron allí un rato hasta que Lucía empezó a hablar:
        -¿Por qué ha tenido que venir mama?
        -No lo se hija ya que no me lo ha querido decir pero no debes derramar ninguna lágrima por ella.
        -Yo no la necesito para nada.
        -Lo se pero no quiere irse hasta que hable contigo.
        -Eso debió hacerlo mucho tiempo atrás cuando me abandono allí en aquel centro ahora es tarde para hablar.
        -Sabes que tienes mi apoyo cielo si decides hablar con tu madre yo seguiré apoyándote y si quieres tanto Alex, papa y yo estaremos allí para apoyarte pero solo tu puedes decidir que hacer.
         -Mi única madre la tengo a mi lado ahora mismo y no se que hacer la verdad.
         -Has lo que dicte tu corazón cielo.
         -Por mi esa señora puede irse por donde ha venido no la quiero en mi vida y mucho menos cerca de mis hijos.
         -¿Quieres que se lo diga?
        -Si.
Ángela se levantó y dándole un beso en la cabeza salió de la habitación para comunicarle a esa señora que Lucía no quiere verla. Cuando bajo y los tres la vieron bajar sin Lucía dos de ellos se alegraron que no bajase pero para María ese había sido un desplante que no iba a soportar por eso se fue hacia Ángela y se encaró con ella diciéndole:
       -¿Por qué no has bajado con esa?
       -Señora un poco más de respeto hacia Lucía.
       -Mire señor seras muy guapo y todo eso pero no se meta en asuntos que no le importan ya que esa que esta allí arriba me ha dado plantón y eso que soy su madre.
Ángela iba a hablar pero Alex le paro y dijo:
        -Se cuales son mis asuntos y Lucía es uno de ellos ya que soy su marido y padre de su hijo por eso no le voy a consentir que la trates como si no fuese nadie porque lo que es con ella es conmigo y para su información si tengo suficiente dinero para darle todos los caprichos a mi mujer e hijos.
         -Vaya encima se ha conseguido un buen partido que suerte ha tenido esa mocosa llorona mientras yo tenía que pasar muchas calamidades ella se daba la gran vida seguramente se te metió en la cama como una mujerzuela para conseguir tu dinero.
         -Ella no es igual que tu María y no vuelvas a insinuar otra vez eso de mi hija porque entonces me voy a olvidar que eres una mujer le dijo un Samuel enojado.
          -¿Me estas amenazando Samuel?
Lucía había decidido salir para  comunicarle a esa mujer que se fuese ya que entre ellas no había nada que hablar pero antes de bajar pudo escuchar todo lo que salía de su boca refiriéndose a su persona y con cada palabra que oía más valentía ganaba para enfrentarse a ella pero no le iba a permitir que siguiese molestando a su familia y cuando iba a contestar su padre dijo:
       -Dejalo papa esta mujer no me ofende con las palabras que salen de su boca.
Los presentes allí se sorprendieron al escuchar las palabras de Lucía y pusieron una sonrisa en sus caras pero a la que no le gusto nada esas palabras fueron a María pero esta no se iba a quedar callada y ver como la estorbo de su hija se salia con la suya.

    

      

      
    

Un Regalo Para Lucía Donde viven las historias. Descúbrelo ahora