Elena fue despidiéndose uno a uno de sus familiares porque sabía que su tiempo se acababa pero aún faltaba despedirse de la persona que siempre estuvo a su lado,a su confidente, amiga, hermana y la que se convertiría desde este momento en madre de su pequeño y aunque no quería despedirse tenía que hacerlo doliese lo que doliese por eso esperaba su llegada para verla por última vez y así descansar en paz.
Lucía estaba a escasos metros de reencontrarse con aquella niña preguntona que un día llegó al centro en compañía de la que ahora es su madre y desde entonces nunca se han separado pero que ahora tienen que decirse adiós para siempre saber que nunca más escuchara sus tonterías se le hacia un nudo en la garganta pero tenía que hacer un gran esfuerzo y entrar en esa habitación como si nada pasase y guardarse la tristeza dentro; cuando llegó a la puerta antes de abrirla suspiro y puso una pequeña sonrisa en su cara y abrió la puerta y la vio allí tumbada tan distinta a como se le veía siempre,se acercó a ella y la estuvo viendo quería quedarse en su memoria cada aspecto de su amiga para nunca olvidarla entonces escucho un pequeño ruido detrás de ella y acercándose hacía aquel ruido pudo ver por primera vez al pequeño Rubén y como se suele decir fue amor a primera vista porque sabia que desde ese momento ese niño sería su debilidad y dueño de su corazón así que lo cogió en sus brazos y empezó a mecerlo diciéndole:
-Pequeñin no debes hacer ruido sino la loquita de tu mama se va a despertar y ella debe dormir. Sabes eres un niño muy guapo y te pareces a ella espero que no te salga su vena cotilla y no nos hagas tantas travesuras como solía hacer ella cuando era una enana así que ahora te debes dormir porque se que has comido hace poco.
Elena contemplaba la escena de Lucía con su hijo y poniendo una sonrisa en su cara dejo caer las lágrimas que estaba conteniendo pero antes de hablarle se las limpio y fue entonces cuando le dijo:
-¿Además de llamarme loquita, cotilla soy enana?
Lucía se asusto un poco y dándole un beso en la frente al niño lo dejo en el cunero y se volvió hacia Elena y le dijo:
-Elena me asustaste pava.
-Ni que hubiese hablado un fantasma hija.
-No creo que los fantasmas hablen pero no pensé que estabas despierta ya que cuando entre estabas durmiendo.
-Ya tendré tiempo de dormir durante mucho tiempo.
-Tu siempre con lo mismo pero antes que nada quiero felicitarte por tu bebe es precioso.
-Gracias y tiene a quien salir.
-Eso tu echandote los piropos tu misma.
-Ya que nadie me los dice me los digo yo.
-Dejemos ese tema porque sino te vas a poner muy pesadita ¿cómo estas?
-Pues mal Lucía a ti no te puedo engañar pero los dolores de cabeza son muy fuertes y apenas puedo ver.
-Deberías dejar que Alex te haga esas pruebas no seas cabezota.
-No quiero que alarguen mi agonía Lucía ya no hay nada que hacer por mi.
-Siempre se puede hacer algo solo tienes que pedirlo y todos aquí lucharían por ti.
-No es necesario mi destino era morir este día y lo asumo con valentía.
-Estas siendo un poco cobarde Elena porque deberías alegrarte que te diesen algunos dias más de vida y puedas disfrutar de ese niño que ahora duerme ahí tranquilamente y después que pase lo que tenga que pasar pero es muy fácil asumir tu derrota.
-Se que tienes razón Lucía pero de que me van a servir dos o tres días más de vida y al final me voy a morir.
-Te van a servir de mucho Elena porque ustedes dos debéis estar juntos ya sean minutos,horas o días pero lo habrás intentado o ¿no te gustaría tenerlo en tus brazos y darle esos besos que le estas negando?
-Claro que me gustaría tenerlo cerca de mi pero es que no puedo mis dolores se llevan todas mis fuerzas y se que no podre con él.
-Pues aquí me tienes a mi para ayudarte en lo que sea pero no te quedes sin tenerlo en tus brazos porque se que te mueres por verle su carita aunque sea una única vez.
Elena vio que Lucía se dirigía hacia donde estaba su hijo y lo vio cogerlo en sus brazos le dijo:
-No lo hagas Lucía dejame morir sin verle su cara por favor.
Lucía hizo oídos sordo a ese ruego y se acercó con el pequeño en brazos y poniendoselo entre los brazos de Elena le dijo:
-Elena te presento a tu hijo y Rubén esta loca es tu madre.
Elena al ver a su hijo tan cerca de ella soltó todas aquellas lágrimas que estuvo guardándose mientras veía a Lucía con su hijo porque ahora era ella misma quien lo tenía entre sus brazos y aunque no lo podía ver bien sabía que era un niño muy guapo y sobretodo estaba sano por eso después de darle los besos que tenía guardado para ese momento le dijo a Lucía:
-Gracias por este momento ahora si puedo decir que soy feliz y morir en paz.
Lucía lloraba al contemplar ese momento y como pudo respondió:
-No me tienes que dar las gracias Elena yo sabía que tenerlo en tus brazos te iba a gustar mucho.
-Es precioso y tan chiquito que parece que se va a romper.
-Admiralo todo lo que quieras Elena es tu bebe y por él cual has luchado dejando tu salud de lado.
-Mereció la pena luchar por él.
-Y él cuando sea grande te lo agradecerá todo lo que hiciste para que él viviera.
-Lucía necesito que lo cojas por favor.
Lucía al ver la cara de Elena se apresuro a cogerle el niño y ponerle en su cunero pero antes de eso Elena le dio un ultimo beso y en voz baja le dijo(te quiero mi niño)
Cuando ya lo había puesto allí volvió con Elena y cogiéndole la mano le dijo:
-Me alegro por ti Elena por haber accedido a tenerlo en tus brazos.
-Prácticamente me obligaste.
-Pues si pero ¿te gusto?
-Mucho, gracias por lo que has hecho por mi.
-Soy la mejor pero como me vuelvas a dar las gracias te voy a dar tal coscorrón que vas a saltar de esa cama.
-Te recuerdo que soy una mujer enferma.
-Pero no te vas a librar por eso.
-Vale pero antes que me los dé dejame decirte una cosa gracias por ser mi amiga y hermana, por todo esos años que has aguantado mis tonterías, gracias por estar ahí cuando supe que Tomás me engañaba pero sobretodo gracias por haber estado a mi lado durante mi embarazo y por preocuparte de mi bebe.
-Gracias ti amiga por haberme aceptado en tu familia y darme la oportunidad de conocer a la gran mujer que se encontraba escondida en aquella niña preguntona y cotilla que conocí a los siete años.
-Hay una cosa que debes saber Lucía antes que llegue mi hora.
-Dime lo que sea o que necesitas que yo lo intentare conseguir.
-Nadie puede conseguirme vida pero si necesito que seas la madre de ese niño que cuando lo viste por primera vez te robo el corazón.
Lucía no sabia que decir y llorando le dijo:
-La única madre de Rubén eres tú nadie más él te necesita a ti y yo solo seré su tía consentidora.
-Se que ahora niegas en aceptar pero lo harás con gusto y muy bien.
-No me pidas eso Elena porque no puedo ocupar tu lugar.
-Yo te cedo mi lugar con gusto Lucía hazlo por ese niño que ahora duerme tranquilamente sin problemas.
-No puedo Elena eso es mucho para mi yo quiero que tu luches para que ambas cuidemos a ese pequeño.
-Ya es tarde para luchar mis fuerzas se acaban y siento dejarte sola con él.
-Prometiste que nunca me dejarías sola Elena así que cumple tu promesa.
-Lo siento Lucía no puedo cumplir aquella promesa me rindo pero si quiero decirte que te quiero.
Elena dejó de hablar después aquellas palabras dirigidas a su querida amiga.
Lucía no quería asumir que su amiga se había ido por eso se abrazo a ella y diciéndole al oído(yo también te quiero loquita) se puso de pie y se acercó al niño lo cogió en brazos y le dijo:
-Hola de nuevo pequeño tú mama Elena nos ha dejado solos a los dos pero como ella me pidió hace unos minutos acepto ser tu mama pero te aseguro mi niño que siempre te hablaré de ella porque ella te quería mucho.
Lucía estaba tan distraída con el niño que no se percato que Alex estaba allí y este acercándose a ella le dijo:
-Hola Lucía debes salir de aquí e ir con tu familia necesitan saberlo.
-No puedo decirselo Alex y tampoco puedo dejarlos solo.
-Por el niño no te preocupes la enfermera se hará cargo de él y de Elena nos ocuparemos las personas del hospital tenemos que preparla para entregarla a su familia para que le den el ultimo adiós y yo te ayudaré a decírselo a tus padres pero antes que nada lo siento mucho Lucía.
Lucía se echó en sus brazos llorando y diciéndole:
-Me ha dejado sola Alex.
-Nos tienes a todos contigo en estos momentos pero sobretodo tienes a su hijo que a partir de ahora es tuyo y mejor salimos de aquí.
Antes de marcharse Lucía se acercó a Elena le dio un beso y le dijo:
(Te quiero Elena descansa en paz)
Los dos salieron de esa habitación dejando el cuerpo de Elena en esa cama para nunca más volverla a ver pero a la que nunca olvidarían.
Cuando Lucía y Alex salían por la puerta que daba a la sala de espera Samuel al verle sus caras supo sin palabras que Elena se había ido y acercándose a la pareja Lucía se tiro en sus brazos diciéndole:
-Se ha ido papa ya no la volveremos a ver nunca más.
-Tranquila hija ella por fin descansa en paz y siempre vivirá en nuestros corazones cielo.
Ángela que llegaba con Mónica de la cafetería al presenciar esa escena sabia que su sobrina a partir de ahora estaría al lado de sus padres así que se acerco con su hija pequeña hasta su esposo e hija para abrazarse y llorar juntos por la perdida de Elena.
Ahora todos tenían que sobrellevar de la mejor manera esa terrible perdida porque tenían que cuidar a ese pequeño.
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Un Regalo Para Lucía
MizahLucía y Elena se conocieron a los siete años de edad y entre ellas nació una amistad verdadera que duraría para siempre ambas son la una para la otra pero dicha amistad se verá truncada por la muerte de Elena dejando a su bebé a cargo de Lucía. L...