La cita entre Alex y Lucía empezó con sorpresas y ahora que habían hecho una tregua se estaban empezando a conocer. Mientras bebían siguieron hablando y Alex le preguntó:
-¿En que trabajas Lucía?
-Soy profesora de niños de cuatro años y por lo visto ambos trabajamos con niños.
-Me encantan los niños y por eso estudie pediatría.
-Ah si el pediatra sexy según Elena.
-Que graciosa.
-Oye que no soy yo quien te llama así.
-Elena cotilla se va a enterar cuando la vea. ¿De verdad sois hermanas? ¿Tú también eres igual de cotilla que ella?
-Si somos hermanas porque así lo decidimos y aunque no llevemos la misma sangre estamos muy unidas. No soy tan cotilla como Elena.
-Por lo que se ve ambas deciis lo mismo. ¿Hace mucho que os conocéis?
-Desde los cinco años y desde entonces no nos hemos separado nunca. Siempre hemos estado la una para la otra.
-Eso es muy bonito y yo quisiera lo mismo para mi hija.
-No sabía que tenias una hija ¿no estarás casado no?
-No y de momento las únicas mujeres que hay en mi vida son mi madre y mi princesa. ¿Tienes hijos?
-Yo no pero es algo que no descartaría el día de mañana. Pero para eso tengo que encontrar al hombre que quiera lo mismo que yo.
-Yo lo quiero.
Lucía al escuchar eso se puso nerviosa y como pudo le contestó:
-Ya lo tienes.
-Tengo a mi hija pero me falta la mujer que si quiera algo más conmigo pero sobretodo que sea la madre que necesita mi princesa.
-¿Y la madre de la niña si no es mucho preguntar?
-La abandonó sin importarle nada más que ella misma.
-Vaya yo se que es eso que tu madre te abandone para vivir su vida sin ataduras.
-¿Lo dices porque conoces algún caso o por experiencia propia?
-Experiencia propia. Llevo dieciséis años sin ver a la que era mi madre pero no me importa porque gracias a dios puso a la tía de Elena en mi camino ahora si se que es una madre y lo que es tener una familia. Ahora háblame de ti.
-Lo mío es poco al lado de lo tuyo. Mis padres sólo me tuvieron a mi, mi padre murió hace unos cinco años de un infarto al corazón y lo que me hace feliz y luchar cada día es mi princesa.
-Historias diferentes pero ambas bonitas.
-Pues si pero yo sólo cambiaría de mi historia la elección de la que es la verdadera madre de mi niña.
-Sabes que el haberla conocido te dejo lo más valioso que tienes en la vida. Yo podría decir lo mismo de la señora que me parió pero sino hubiese sido por que me abandonó en aquel centro no hubiera conocido a mi actual madre,a la loca de Elena y a mi pequeña Mónica.
-Se que tienes razón Lucía pero me duele que mi princesa me pregunté por ella y no sepa que decirle.
-Tu caso es como el de una alumna mía.¿Con quien has dejado hoy a tu princesa?
-Seguramente haya casos parecidos. Con mi madre y creo que iban a hacer pastel para el desayuno.
-Ummm que rico.
-Te invitaría a probarlo pero creo que es muy pronto no.
-Gracias por invitación pero como dices si es pronto.
-En otra ocasión será. Podemos ir a tomar algo por ahí si te apetece y quieres claro está.
-De acuerdo ya que mañana no tengo que madrugar y la noche está fresquita para estar en Sevilla.
Salieron del restaurante como si se conocieran de siempre, atrás quedó ese primer encuentro que tuvieron.En otra parte de Sevilla Elena fue estaba en la casa de Tomás y la tensión entre ellos era muy distante por eso Elena le preguntó:
-¿Qué es lo que te pasa Tomás hace un tiempo que estas distante, apenas nos vemos y no vayas a decirme que nada porque no te creo?
-Son asuntos míos.
-Te recuerdo que somos pareja y que tus asuntos me importan.
-No es nada ya pasará.
-Sabes no te creo y si no quieres que sigamos juntos dímelo porque para estar así mejor solos.
-Es por cosas del trabajo porque seguramente tenga que irme fuera a trabajar.
-¿Irte fuera a trabajar? Pero yo no me puedo ir contigo ya que tengo mi trabajo aquí.
-Tú no vendrías me iría sólo yo.
-Gracias por quererme a tu lado ¿Seguro que es por trabajo o hay alguien más?
-Que dices,dijo Tomás algo nervioso.
-Eso lo que escuchaste y creo que si hay alguien más por tu comportamiento y es fácil de pensar eso: no quieres que vivamos juntos, estas más pendiente de tu móvil que de mi cuando estoy aquí contigo, hace como una semana que no tenemos relaciones y por si fuera poco te irás fuera del país sin querer que yo te acompañe.
-Ya te lo he dicho que es por el trabajo y yo quiero estar contigo pero estoy cansado de tanto trabajar.
-¿Por que será que no te creo?
-¿Quieres que te demuestre que si quiero estar contigo?
-No gracias no quiero un polvo por lástima y será mejor que me vaya a mi casa así te dejo que pienses en si quieres seguir conmigo o no.
-Pero yo quiero estar contigo está noche.
-Pues ahora soy yo la que no quiere y mañana vendré para decirte lo que quería decirte hoy y piensa bien si quieres que estemos juntos.
-Dímelo ahora que ya estas aquí.
-Pues no será así. Hasta mañana.
Elena salió de casa de Tomás sin creerle nada de lo que le había dicho por eso tomó la decisión de irse y presentarse mañana de sorpresa porque sospechaba que le estaba engañando con otra y si eso fuese cierto como decirle que se había enterado hace poco que está embarazada, lo suyo sería esperar a mañana a ver que pasa.
Mientras Elena regresaba a casa triste Lucía y Alex seguían hablando animadamente y entre ellos se veía cierta química que nunca se dio con otros compañeros de su loca hermana. Alex observaba embobado a Lucía mientras está hablaba y le contaba las cosas que hicieron Elena y ella de chicas y no tan chicas pero Lucía se percató que Alex no dejaba de mirarla y le dijo:
-Alex que te estoy hablando y estas sin decirme nada.
-Perdón Lucía es que me quedé observandote.
-Se que soy fea pero no para observarme tanto.
-¿De verdad te ves fea? Porque yo te veo de otra forma.
-Soy una chica normal y corriente¿Cómo me ves tú?
-Yo veo una bella fierecilla morena.
-¿Tú no necesitarás gafas verdad?
-No y digo la verdad. Es más desde el día que te vi no he dejado de pensar en ti.
-Si es para llevarme a tu cama como me dijiste vete olvidando de eso.
-No es para eso pero que si se da yo encantado y tú también.
-Mejor nos vamos porque sino acabas con otra cachetada.
-¿A mi cama? Vale es broma y será mejor que me callé que aún me duele el cachete del otro día. Pero ya que no puedo llevarte a mi cama puedo darte algo.
-Sino quieres que te duela aún más la cara no lo hagas,le dijo Lucía sonriendo.
-Me arriesgare y es algo que deseo desde el otro día.
Alex se acercó a Lucía y atrayendola hacía él le dio un tierno beso en sus labios. Lucía no pudo rechazar ese beso porque también lo deseaba. Y allí estaban los dos besándose bajo el cielo estrellado. Poco a poco fueron separandose y Alex esperaba algo que no llegó. Para ambos ese beso significó mucho pero ninguno dijo nada sobre eso y Alex le preguntó:
-Creo que va siendo hora de despedirse porque sino mi princesa me regaña si llego muy tarde pero me gustaría estar en contacto contigo¿podría llamarte algún día o hablar por whatsapp? Me lo he pasado muy bien está noche.
-En serio te regaña tu hija jajaja. Yo también me lo he pasado muy bien y para poder llamarme creo que necesitas tener mi teléfono.
-Si te digo que ya lo tengo ¿te sorprenderias?
-Sinceramente no me sorprendería porque seguramente la loca de Elena te lo dio y se va a enterar cuando la vea. Y está bien puedes llamarme o mandar algún whatsapp menos de lunes a viernes por las mañanas.
-Ok te entiendo estarás trabajando pues entonces te lo mandaré por la tarde.
-De acuerdo. Hasta mañana Alejandro.
-Que descanses bella fierecilla.
Alex se despidió de Lucía con un beso en su mejilla y se marchó dejando a una Lucía colorada.
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Un Regalo Para Lucía
HumorLucía y Elena se conocieron a los siete años de edad y entre ellas nació una amistad verdadera que duraría para siempre ambas son la una para la otra pero dicha amistad se verá truncada por la muerte de Elena dejando a su bebé a cargo de Lucía. L...