Capítulo 21

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Habían transcurridos seis años y Elena y Lucía ya habían acabado sus carreras universitarias.Elena se decidió por la enfermería y Lucía por la de magisterio. Ambas vivían juntas en el piso que les regalaron sus padres a Lucía. Ángela y Samuel estaban muy orgullosos de sus dos niñas y de lo que habían conseguido gracias a su esfuerzo y aunque ya no la veían tan a menudo como cuando chicas siempre estas buscaban un hueco para ir a comer a la casa familiar y allí recordaban todos los buenos momentos que habían vivido los cinco. La pequeña de la casa ya tenía cinco años y sentía un gran cariño por Lucía y Elena pero con  Lucía su relación siempre fue especial y estaba muy unida a ella tanto así que Lucía le puso una habitación en su casa para cuando quisiera quedarse algún fin de semana cosa que hacía mucho; con Elena solía discutir para ver quien era más guapa.
Sobre la salud de Elena había días mejores y muchos peores porque su tumor seguía ahí pero no podían quitárselo. Ella trabajaba en el hospital infantil de Sevilla y la conocían como Elena la cotilla porque no se le escapaba nada pero todo el  personal le tenían mucho aprecio. Uno de sus mejores amigos era Alejandro Roldán pero ella lo llamaba Alex el pediatra sexy. Tenía una relación de dos años con Tomás pero está hacia aguas por sus ausencias. Por su parte Lucía consiguió trabajo en el mismo colegio que Mónica pero dando clases a niños de cuatro años. Seguía soltera y aunque la loca de Elena le había presentado a varios compañeros suyos no había congeniado con ninguno sólo con  Oscar que resultó ser gay. Según ella no está hecha para el amor y tampoco lo buscaba si existe su media naranja ya aparecería y sino se dedicaría a enseñar a sus pequeños alumnos. Para Lucía todos sus alumnos eran importantes pero había una niña a la que había cogido especial cariño ya que le recordaba a ella misma a esa edad. Por lo que había podido averiguar de esa niña es que vivía con su padre que era pediatra y que su madre los había abandonado. Estando un día en el patio del colegio vio a la pequeña Paula sin jugar por eso se acercó a ella y le dijo:
     -Hola Paula¿porque no juegas con tus compañeros?
     -Hola señorita Lucía es que a veces se meten conmigo y por eso prefiero estar aqui sola.
     -¿Se meten contigo y que te dicen?
     -Si y me dicen que soy una niña tonta y por eso mi mamá se fue.
     -Pero cielo tu no eres tonta.
     -Entonces porque no tengo mamá.
     -Cariño eso se lo tendrías que preguntar a tu papá.
     -A él no le gusta hablar de ella.
     -Si quieres puedo hablar yo con tu papá para que hablé contigo.
     -Usted haría eso por mi.
     -Claro que si Paula y ahora ve a jugar con tus compañeras.
     -Y si se meten conmigo.
     -Si eso sucede vienes y me lo dices para reñirles.
Paula se fue corriendo a jugar con sus compañeros bajo la atenta mirada de Lucía.
Dias después Lucía observaba a todos los niños de su clase y veía a Paula un poco más integrada en clase pero aún quería hablar con su padre  porque la niña tenía que saber de su madre por eso le mandaría una nota con la niña y se puso a escribirla para entregarsela a la niña antes que acabará las clases.
   "Señor Román soy Lucía Quintana profesora de su hija Paula.
  El motivo de esta nota es para hablar con usted sobre su hija.
Me podría venir usted a ver el viernes de esta semana sobre las doce y media.    Gracias.
           Lucía Quintana"
Dobló la nota y se la entregó a Paula.
Una tarde estando en su casa junto con Elena se pusieron a hablar y Elena le dijo:
     -Lucía ya tengo al candidato idóneo para ti.
     -Deja de concertarme citas a ciegas con tus compañeros Elena.
     -Pero con este si congeniaras ya que es moreno, alto, musculoso y tiene un culo que no veas.
     -Vaya que lo has observado muy bien menos mal que no me has descrito su paquete hija.
      -Eso mejor lo descubres tu solita niña no te voy a conseguir todos los detalles.
     -No se Elena no me fío de ti puedes decirme que es un super hombre y después ser el más feo del mundo.
     -Esta vez si puedes fiarte de mi está como un tren el pediatra sexy.
     -¿Pediatra sexy? Tú estas muy mal como lo llamas así.
     -Porque todas en el hospital babean por él pero a ninguna hace caso.
    -A ver si va a ser gay jajaja.
    -No lo es porque estuvo casado. ¿Quedarás con él?
    -Me lo pensaré.
    -Iré concretando todo para el viernes por la noche. Que bien que mi hermana salga con mi pediatra sexy.
    -Para el carro que vas muy deprisa porque aún no he dicho que si.
    -Se que lo harás.
    -Aceptó pero espero no arrepentirme de quedar con él y que no sea un plasta.
Al día siguiente Lucía recibio una nota del padre de Paula que decía:
     "Señorita Quintana soy el padre de Paula su alumna le mando está nota con mi hija porque el viernes me es imposible acudir a su cita pero si podría ir el próximo lunes
    Usted ya me deja dicho con mi hija si es el lunes la reunión.
   Atentamente el señor Roldán."
Lucía pensaba que hablar con ese hombre sería imposible pero tenía que seguir intentándolo por el bien de la niña. Le dejo dicho a Paula mediante una nota
     "Puede venir usted el lunes sobre las doce de la mañana señor Roldán"
Esa misma tarde Lucía fue al centro comercial porque tenía que recoger unas faldas que había encargado para la pequeña Mónica y al intentar subir las escaleras un hombre se choco con ella que estuvo a punto de tirarla al suelo sino es que se puedo agarrar a la barandilla y cuando el hombre se acercó a ella para disculparse Lucía le dijo:
    -Podría ir con más cuidado señor.
    -Usted se apareció y no la vi.
    -Encima que casi me tira ¿me echas la culpa a mi?  Tiene usted mucha cara.
     -Mire señora venía a disculparme pero veo que es usted una maleducada.
     -El maleducado es usted que sigue ahí como pasmarote sin pedirme perdón. Y soy señorita no señora.
     -Normal con ese carácter que se gasta no me extraña.
     -Usted no tiene educación pero sabes no pienso perder mi tiempo con alguien como usted.
     -Mire señorita tengo mucha educación pero por ser un caballero me callo lo que pienso de usted.
     -Es usted un imbécil pero de los grandes.
     -Vaya genio que se gasta pero sabes me gusta eso en una mujer y más si es en mi cama.
Lucía al escuchar eso le dio una cachetada y le dijo:
     -Más quisera tú tenerme en su cama engreído.
     -Vaya vaya con la fierecilla que me he encontrado y sabes señorita usted estará en mi cama muy pronto. Y ha sido un gusto encontrarme con usted ya nos volveremos a ver.
El hombre se fue dejando a una Lucía con ganas de partirle la cara pero su mente le decía que estropear esa cara sería un delito y cuando vio alejarse al hombre pudo observarle mejor y ese hombre tenía un buen culo para ser cogido mientras practicaban sexo. Lucía movió la cabeza y se dijo para si misma (deja de pensar eso aunque este para mojar pan es un auténtico imbécil engreído)
Lucía fue a recoger la ropa para Mónica y se fue del centro comercial pero ese encuentro con ese hombre la había puesto nerviosa y en todo momento parecía buscarlo con la mirada por el centro comercial pero lo que Lucía no se imaginaba que al hombre le estaba pasando lo mismo que a ella.
En otro lado de la ciudad ese hombre no podía quitarse a esa bella  fierecilla morena  de la cabeza y estando en el sofá de su casa pensativo no se dio cuenta que su princesa le estaba hablando  hasta que la niña le dijo:
     -Papá que te estoy hablando un rato y no me escuchas.
     -Perdón mi princesa estaba pensando en alguien. ¿Cómo está la princesita de papá?
     -Yo estoy muy bien papá.
     -Así me gusta la princesa de papá tiene que estar siempre muy bien. ¿Que tal en el cole?
    -Muy bien ya tengo amigas y todo gracias a mi profesora que es muy buena conmigo. Sabes papá la señorita Lucía es muy guapa y tiene cara de mamá.
    -Seguro que no es tan bella como tú. ¿Por que dices que tiene cara de mamá cielo?
    -Porque ella cuando las niñas se metían conmigo por no tener mamá se quedaba conmigo hablando, cuando me caigo ella me cuida y me dice cosas bonitas¿por que mi mama no me dice esas cosas?
     -Mi cielo se que quieres que tu mamá este contigo pero ella decidió dejarnos a los dos y vivir su vida sin nosotros.
     -Pero todas las niñas de mi clase tienen a su mamá y van a recogerlas al colegio pero a mi no. ¿Mi mamá no me quiere papá?
     -Eso no puedo decírtelo yo princesa pero si te puedo decir que yo si te quiero mucho y que para mi eres lo más importante en mi vida. ¿Me das un abrazo princesa? 
     -Yo también te quiero mucho papito.
Padre e hija se abrazaron muy fuerte que fue interrumpido por la niña que le dijo:
     -Papito se me olvidaba mi señorita Lucía me volvió a dar una nota para ti pero la tengo arriba en la habitación.
     -Después me la das vale. ¿Que te parece si hacemos palomitas y vemos tú película favorita?
     -Si papito y sabes eres el mejor papá del mundo mundial.
Padre e hija se sentaron en el sofá con un bol de palomitas y se pusieron a ver Frozen.
Había llegado el viernes y estando Lucía arreglandose para su salida con el compañero de trabajo de la loca de Elena está le dijo:
     -Nerviosa por conocer al pediatra sexy.
     -No pero como no me caiga bien lo dejo allí sólo y me vengo.
     -Te caerá bien ya lo verás pero sobretodo se te caerá la baba cuando lo veas.
     -Si claro lo que tu digas y te voy a decir una cosa. 
     -Qué quieres decirme.
     -Esta es la última cita que aceptó para conocer a tus compañeros. 
     - Vale será la última. Sólo lo hago para que salgas y te enamores de alguien con quien compartir tu vida porque si por ti fuera estarías soltera toda tu vida.
     -Eso no es así yo si salgo con gente.
     -Ah si a ver con quien saliste la semana pasada espera que lo recuerde con nadie porque ese fin de semana estuvo aquí Mónica, la anterior con Oscar pero es gay no cuenta. Asi que llevas casi todo el mes sin salir y mover el esqueleto.
     -¿Mover el esqueleto?
     -Ya sabes darle marcha al cuerpo que eso gusta mucho.
     -¿No estarás pensando que me voy a ir a la cama con ese pediatra sexy?
     -Que mal pensada eres Lucía yo no estoy pensando eso pero si eso pasa ya sabes disfruta y luego me cuenta como te fue.
     -Decidido no voy.
     -Y que te lo has creído tú no puedes dejarlo tirado a mi pobre pediatra sexy.
     -Pues ve tú.
     -Ni lo sueñes yo he quedado con Tomás este fin de semana en su casa porque tenemos que hablar él y yo.
     -¿Estaré sola todo el fin de semana? Bien así no tengo que aguantar tus locuras. ¿Tenéis problemas?
     -Lo noto muy distante y quiero descubrir el porque.
     -Espero que tenga solución y si no pues que le den morcilla que tú vales mucho para estar así.
     -Gracias hermana y bueno va siendo la hora de irte que el sexy pediatra te espera.
     -¿Cómo sabré quien es?
     -El que tenga el mejor culo del restaurante.
     -No pensaras que voy a ir fijandome en los culos de todo quisqui no.
     -Era broma hija. Él llevará una camisa blanca y pantalón oscuro y ya sabes como se llama y además tenéis mesa reservada a mi nombre pero tendrás que dar el tuyo. 
    -Será como buscar una aguja en un pajar pero bueno es lo que hay.
    -Pasarlo muy bien.
    -Oh si chachi piruli no te digo.
Adiós.
    -Adiós.
Mientras Lucía se dirigía hacia su cita Alex se estaba despidiendo de su madre y de su hija. Paula veía a su padre arreglarse y le dijo:
    -¿A dónde vas papito?
    -He quedado con alguien.
    -¿Mujer? 
    -Si
    -¿Guapa?
    -No lo se.
    -¿Cómo se llama?
    -Sino recuerdo mal es Lucía.
    -Anda como mi profesora¿no será ella no papá?
    -Sólo se llaman igual. ¿Te portarás bien con la abuela?
    -Si siempre lo hago y además la abuela me dijo que haríamos un pastel para el desayuno.
    -Que bien y no te acuestes tarde que me enfado.
    -No y tú no llegues tarde que me enfado.
Ambos se echaron a reír.
    -¿Mi princesa está cuidando de su papá?
    -Si porque tu eres mi papá favorito.
    -Y tu mi princesa favorita. Bueno me voy que no quiero hacer esperar a esa mujer.
Alex salió de la habitación con Paula en brazos y dejándola en el sofá con la abuela les dio un beso a cada una y se marchó para acudir a su cita.

Mientras Alex iba en su coche pensando en cómo sería la hermana de su compañera se le vino a la cabeza la bella fierecilla del centro comercial y a la cual le gustaría volver a ver pero eso en una ciudad como Sevilla iba a ser imposible. Había llegado al restaurante donde le había dicho Elena por suerte no había mucha gente y tampoco ninguna mujer esperando sola, se dirigió al camarero y este le llevo a la mesa que estaba a reservada a nombre de Elena. Alex estaba de espalda a la puerta no pudo ver a la persona que entraba y está al entrar se dirigió al camarero y le dijo:
     -Buenas noches tengo una reserva a nombre de Elena y me están esperando.
     -Me dice usted su nombre señorita.
     -Lucía Quintana.
     -Perfecto,puede usted seguirme señorita.
El camarero la acompaño hacía la mesa donde Alex esperaba y cuando escucho un ruido a su lado levantó la vista del móvil y se quedó sorprendido y lo único que pudo decir fue:
     -¿Tú?
Lucía al ver al hombre que la esperaba también se sorprendió y dijo:
    -No puede ser.
El camarero se fue dejando a Lucía y a Alex sorprendidos entonces Alex fue quien habló primero:
    -Mira que chico es el mundo que vengo a quedar con la fierecilla del centro comercial.
    -Y yo quedar con el maleducado que casi me tira. Yo mejor me voy.
    -No puedo creer que Elena tenga una hermana tan fierecilla como tú.
    -Yo seré una fierecilla pero tu eres un imbécil que se va a quedar aquí sólo porque yo me largo.
    -Hágamos una tregua vale y quedese ya que su hermana hizo la reserva.
    -Esta bien pero como vuelva a decirme fierecilla me voy.
    -De acuerdo no se lo diré. ¿Se puede sentar por favor?
Alex le retiro la silla y Lucía se sentó y le dijo:
    -Gracias.
    -No me las tienes que dar. ¿Le apetece una copa de vino?
    -Si.
Mientras esperaban al camarero con las bebidas se pusieron a hablar para conocerse fue Alex quien empezó diciendo:
    -Primero antes que nada quiero pedirte una disculpa por mi comportamiento del otro día.
    -Disculpas aceptadas si usted aceptas las mías.
    -De acuerdo. Mi nombre es Alejandro pero mis amigos me llaman Alex.
    -Encantada Alex mi nombre es  Lucía.
   -Encantado Lucía.
Era el primer encuentro de ellos dos bueno mejor dicho el segundo porque el primero fue un verdadero desastre.
  

    

   

    
  
 

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