Nervios

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Haruka estaba sorprendido, ¿un mes? no era como sí estuviera molesto por la decisión repentina de sus padres de convivir con el joven que se hacia llamar Makoto.

El problema era las emociones encontradas ante tal noticia.

¿Estaba temblando o era él? ¿Acaso alguien notaba el repentino calor sofocante? ¿Por qué su madre lo miraba raro?

-Haru, cariño -Escuchó-, ¿estás bien? parece como sí hubieras visto a toda el agua del mundo secarse.

-¿Ah?

No supo que responder.

-Creo estar tanto tiempo en la fiesta te ha hecho daño, es mejor que tú y el joven Tachibana duerman.

Su madre llamó a un sirviente y le pidió llevara a Makoto a su futuro cuarto temporal. Después que lo escoltara a él. El empleado aceptó.

-Por aquí jóvenes.

Makoto y Haru siguieron al señor

Pasó exactamente lo mismo de hace rato al regresar al castillo, ninguno hablaba. Hasta la persona más muda tenía más voz que ellos en ese momento.

¿Qué debía decir ahora? para él ese momento era muy confuso y parecía que el chico a su lado pensaba lo mismo.

En su rostro se reflejaba un poco de duda

«Su rostro con duda es lindo»

Esperen... ¿Qué? él no podía estar pensar eso por dos sencillas razones.

1.- ERA UN HOMBRE

2.- Lo acababa de conocer

De pronto una pequeñita voz en su cabeza le habló.

¿Tiene algo de malo que sea hombre y lo acabes de conocer?›

¡¿Qué mierda!? algo estaba mal, muy mal. Ya incluso escuchaba voces en su cabecita.

En definitiva necesitaba dormir un poco. Gracias al cielo ya casi llegaban al área de dormitorios del castillo.

Dejó escapar un suspiro y se dio cuenta que el castaño lo miró por tal acción. Le regresó la mirada y Makoto sonrio dulcemente.

Sin poder evitarlo apartó su mirada hacia el suelo para observar la alfombra bajo sus pies.

Finalmente llegaron a la habitación de Haru.

-Señor Tachibana, su habitación estará al lado del joven amo.

-Claro, muchas gracias

El ojiverde sonrio y el sirviente sólo se inclinó para marcharse del lugar

Makoto se volteó a verlo.

-Bueno, fiesta de máscaras o no me presentaré aunque tus padres ya lo hayan hecho. Soy Makoto Tachibana y espero llevarnos bien el tiempo que esté aquí.

Entonces fue otra vez lo mismo, temblor, calor, debilidad en sus piernas. ¿Qué rayos le estaba pasando?

Ignorando toda lo que estaba sintiendo, Haru no respondió.

Tomó la mano que Makoto le había acercado en señal de saludo y al final dijo.

-Haruka Nanase

Y el castaño volvió a sonreír tiernamente, no sabía sí era su imaginación pero él veía brillitos pequeños cada vez que lo veía hacer esa acción. De alguna manera le gustaba

-Hasta mañana.

Makoto lo soltó de la mano y se despidió para entrar a su habitación.

Él hizo lo mismo.

Se cambió y se puso ropa más cómoda para dormir. Se recosto y miró al techo para pensar y poder analizar un poco las cosas.

¿Acaso lo que estuvo sintiendo eran nervios?.

Romeo x CinderellaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora