¿Cómo habían llegado a esa situación? ¿Cómo había acabado abajo del castaño mientras éste le besaba el cuello? ¡¿Cómo?! Recordaba vagamente el haberlo dejado entrar, el como se dejo besar y cuando se dejo empujar en la cama.Entendía todo pero no comprendía porque había aceptado aquello.
Seguía pensando que todo eso paso muy rápido.
Su mente no procesaba todo correctamente, la lengua de Makoto se estaba encargando de que su cerebro no coordinara bien sus sentidos. La sensación húmeda que ésta provocaba en uno de sus pezones, una mano tocando su pecho mientras la otra bajaba lentamente hacia su miembro erecto. Soltó un pequeño gemido cuando sintió una mordida.
Siendo sincero, no quería que se detuviera, al contrario deseaba más. Su pene se sentía a dolorido con la presión de sus bóxers, soltó un suspiro cuando por fin Makoto lo liberó de tal tortura. La mano del castaño subía y bajaba dandole un masaje.
-Agh... Makoto... yo... hmp....
Makoto disfrutaba de aquellos gemidos que le provocaban una excitación mayor a la que hubiera tenido antes. Llevó su lengua hasta una de las tetillas de Haru y la lamió como un dulce caramelo, la succionaba y mordía hasta dejarla roja. Sopló sobre esta un poco, Alzó su cabeza hasta llevarla frente a frente con la cara de Haru.
Tenía los ojos cerrados y un leve rubor en sus mejillas, su aliento era entrecortado acompañado con varios suspiros. El castaño se fue a su una de sus orejas y lamió el lóbulo derecho e introdujo su legua.
-Makoto... de-detente... para o yo....
Makoto continuaba sin hacerle caso, aumentó el sube y baja en su miembro al sentir que el pelinegro se correría pronto. Besó los labios de Haru suave para luego morderlos e introducir su lengua. Recorría toda su boca y lamía la contraria, podía sentir la saliva caer de sus labios pero no quería detenerse, lo único que se lo negó fue la falta de aire.
-Ah, ah, ah, no puedo... yo...
Cuando Haru estuvo a punto de venirse, tocaron su puerta.
-Haru hijo, ¿estás bien-era su madre- No has salido de tu habitación en todo el día y ahora me pareció escuchar ruidos extraños.
Haruka no sabía que responder, si su madre entraba y lo veía en esa situación estaría muerto. Empujó a Makoto de encima suyo. Acomodó lo mejor que pudo su pijama y caminó hacia la puerta y contestó desde adentro.
-Ah sí, estoy bien... es sólo que... me pegué en mi pie.
-Ya veo, bueno hijo, duerme tranquilo. Hasta mañana
-Sí
Se empezaron a oír la pisadas alejándose poco a poco y Haru soltó un suspiro de cansancio. Había estado cerca de un gran problema. Se dio la vuelta para encontrar a un Makoto sonriendo feliz. Eso lo molestó un poco. Caminó de regreso a la cama y cuando intentó hablar el mas alto lo jaló del brazo para volver a recostarlo en la cama.
-¿Continuamos?
Haru se sonrojo hasta las orejas, ¿Cómo le pudo de decir aquello cuando iban a ser descubiertos hasta apenas unos minutos?
Molesto, se levantó de la cama y y dijo con su mejor tono indiferente.
-Será mejor que te vayas.
Makoto se sorprendió ante tal acción ya que hace unos momentos el ojiazul gemía su nombre como si su vida dependiera de ello. Aún con el tono de voz que Haru le dio, él comprendió que no quería meterse en problemas y él tampoco los quería pero no podía evitar detener aquello que comenzó a surgir en su pecho y que bajaba su estómago. La sensación era tan agradable. Pero sin poder comentar nada, se levantó y comenzó a caminar hacía la salida del cuarto.
Haru lo seguía con la mirada a cada paso que daba pero le resultó curioso el que se detuviera frente de él.
Makoto puso su vista en la de Haru y sin darle tiempo de reaccionar lo besó. Se marcharía de la habitación sí, pero con un recuerdo.
-Duerme bien, Haru-chan
Makoto le sonrió tiernamente y salió del cuarto para dirigirse al suyo dejando a un Haru sorprendido y sonrojado.
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En la mañana siguiente Haru se levantó temprano y fue al comedor. Le pidió a su sirvienta personal Mami que le diera un desayuno ligero ya que más tarde pensaba en nadar.
Ella le sirvió un poco de cereal y se lo comió. Se levantó de la mesa y le pidió que si sus padres preguntaran por él que les comentara donde estaría. Comenzó a caminar hacía el jardín trasero donde estaba la piscina. De pronto escucho pasos a lo lejos, como si alguien estuviera corriendo. Extrañado volteó y logro ver a Makoto ir a su dirección. Genial, la persona que menos quería ver ahora.
Decidió correr ya que todavía tenia una distancia aceptable para esconderse de él. Se dirigió detrás de un gran árbol de naranjas y espero un poco. No es que Haru fuese un cobarde al huir pero tenia miedo de volver a repetir lo que había hecho con el castaño anoche.
De pronto el castaño ya estaba a lado respirando dificultosamente. Ya era muy tarde, lo había pronto.
Cuando Makoto se recuperó alzo su mirada hacia Haru y le sonrió un poco. No había sido difícil alcanzarlo y encontrarlo. El pelinegro era muy lento. Caminó unos pasos hasta llegar a donde estaba y aprovechó que casi estaba recargado en el árbol para acorralarlo.
-Eres cruel Haru, huyendo de mi en cuanto me ves.
Haruka se sonrojó, la distancia entre él y Makoto era muy corta, demasiado para su gusto. Bajó la mirada para no verlo a la cara y tener que responder. De pronto sintió la mano de Makoto en su mentón obligándolo a observarlo a los ojos. No puso muchas fuerzas ya que los ojos verdes del castaño le provocaban algo raro.
Sentían su aliento chocar con el contrario, los dos se miraban a los ojos hasta que alguno cayera y los cerrara. Fue un empate cuando sus labios se tocaron en un beso dulce y tranquilo. Se separaron poco después para volver a mirarse.
Eran verde y azul.
Se volvieron a besar ahora con un tono más alto. Sus lenguas se juntaron y se probaron entre ambas como una danza suave.
Haru y Makoto continuaron así por un largo rato hasta que escucharon una voz.
-¡Tachibana-san! ¿¡Dónde está!?*
Makoto se alejó despacio de Haru y un pequeño hilo de saliva se formó entre los dos.
-Espera aquí.
El castaño comenzó a caminar hasta donde se oía la voz. Haru estaba sonrojado y su corazón latía muy rápido. ¿Esperar a que regresara? No. Comenzó a correr hacia la alberca, necesita un buen chapuzón para refrescar su mente.
Cuando Makoto regresó Haru ya no estaba como lo había pensado, decidió caminar hasta la piscina ya que, la primera vez que lo había ido a buscar Mami le había dicho donde poder encontrarlo. Cuando escuchó eso fue corriendo a su habitación por el bañador, por suerte en las maletas que le trajeron estaba ahí.
Una vez que llegó a la gran piscina se fue a los baños a cambiarse. Luego de que terminara caminó para buscar a Haru. Lo encontró ya nadando de un lado al otro. Parecía un pequeño delfín.
Sonrió para sí mismo, esta vez se aseguraría de besar a Haru sin interrupciones.
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Romeo x Cinderella
FanfictionEsta es una historia MakoHaru, quiere decir Makoto Tachibana x Haruka Nanase. Ellos son personajes del anime Free! la novela se basa en la canción Romeo x Cinderlla de Hatsune Miku.