Cuando Haruka reacciono a lo que estaba haciendo ya era muy tarde. No sólo había sido un beso, a partir de ese los otros llegaron salvaje mente. Sus lenguas se habían envuelto y parecían no querer separarse, como si llevaran toda la vida deseando tocarse. Lo cual era curioso porque justo la noche anterior conoció a el castaño.
El tiempo que duraron besándose, su mente se nublo, fue como si todo a su alrededor se esfumara. No había nada ni nadie.
Sólo él y Makoto.
Dudoso y asustado por lo que había echo, se separó de los labios contrarios y salió corriendo como colegiala enamorada.
Sentía su rostro arder y su corazón latir a mil. Cuando se detenía a tomar aire, todo mundo le preguntaba si se encontraba mal. Era la primera vez que veían al señorito Nanase huir de algo que no fuera el compromiso.
«¿Qué rayos acabo de hacer? »
Aquella pregunta era lo único que pasaba por su cabeza.
Llegó a su habitación y se quedó todo ahí todo lo que restaba del día. Los sirvientes le llevaban comida porque ni siquiera salia a comer. Lo único que necesitaba era estar solo y descansar de las tontas emociones que el creía no existían en su cuerpo.
¿Cómo era posible que de buenas a primeras llega un tipo que no conoces y al día siguiente los besas para luego huir?
Estaba seguro que ese tipo de cosas no pasaban ni en novelas baratas. Pero sabia que había algo que se le escapaba. Algo que no conocía. Algo totalmente nuevo y misterioso. Algo que hizo que besara a Makoto. Era algo extraño. Algo que tal vez nunca había sentido.
Se sentó en su gran cama y comenzó a mirar su cuarto. No había nada que lo ayudase a olvidar por un momento a el castaño porque, oh sí, no había dejado de pensar en él. Toda la puta noche sólo fue, Makoto, Makoto, Makoto. ¡Estaba harto! una jodida noche y ya no podía. Lo peor de ese asunto fue la dolorosa erección mañanera. ¡Con un carajo! Se excitó sólo con pensar en el de ojos verdes mientras dormía. En definitiva tenia que estar lejos de él.
Ah, pero su padre quería que conviviera con él por los reinos y lo de la alianza. Su suerte era un asco. Pero no estaba perdido, podía ser indiferente como lo era siempre y así todo volvería a ser normal.
«¿Qué haré con el asunto del beso?»
Otro detalle que se le escapaba. ¿Con eso también sería indiferente? ¿Debía ignorarlo a pesar de que misteriosamente le gustó? ¡Agh! su mente ahora mismo era un lío, peor que el juego de tetris y tripas de gato* juntos. Hasta resolver una ecuación era más fácil que sus emociones de ahora.
Se volvió a botar a la cama y miró el techo. Tenia que comenzar a aclarar algunas cosas sobre sí mismo y Makoto.
Primero arreglaría el asunto de Makoto, para empezar el chico no le caía mal y eso lo tenía muy claro porque, no besas alguien que te cae mal. Pensaba era atractivo, sí, lo admitía. Su sonrisa, ah, era perfecta. Su cabello brillaba y parecía sedoso. Le daban ganas de tocarlo. En su personalidad lo conocía poco pero pensaba era como una mamá, siempre se preocupaba de todo. Esa impresión tenía y de cierto modo... le encantaba. Era hasta cierto punto tierno.
Haruka suspiró pesadamente. Ya tenia un pequeño concepto de su pensar sobre Makoto. Ahora tenia que resolver sus propias emociones.
Para empezar, ¿Qué estaba sintiendo? Recordó durante todo el tiempo que estuvo con Makoto guiándolo por el castillo, a veces sentía nervios, otras veces sus manos sudaban y sus piernas temblaban. Incluso pensó que tenia fiebre porque su cara la sentía hervir. Su estómago era lo peor, sentía que algo dentro se revolvía, como si la caballa que desayuno le hubiese afectado. Pero no era sólo esa caballa. ¡Sentía más caballas adentro! Era horrible.
Rodó sobre la cama para quedar boca abajo y soltó un suspiro pequeño. Todo aquello que estaba sintiendo, todas esas emociones y sentimientos eran nuevos.

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Romeo x Cinderella
FanfictionEsta es una historia MakoHaru, quiere decir Makoto Tachibana x Haruka Nanase. Ellos son personajes del anime Free! la novela se basa en la canción Romeo x Cinderlla de Hatsune Miku.