-¿Cuántas posibilidades hay de que vuelvas con él?-preguntó Estefania mientras sonreía cómplice ante mi mirada porque sabía la respuesta.
-Muchas,-respondí sin vacilar-pero esto no depende solo de mí.-Dije mirándote.
-¿Cuántas posibilidades hay de que vuelvas con ella?-volvió a indagar Estefania pero esta vez a ti que estabas sentado junto a ella.
-Quizás en otra vida, bonita.-respondiste sin dejar de mirar tu bebida.
Sonreí ante tu respuesta, una parte de mí se sentía decepcionada y otra sabía lo que tu respuesta quería decir.
-¿Y si no hay otra vida?-indagó Estefania mientras fruncia el ceño.
Tomé un sorbo de mi bebida y sonreí.
-Si así fuera,-dije mientras miraba tu dedo jugar con el vaso- al menos nos habremos conocido en esta.
Terminaste tu trago mientras me mirabas.
-Si esta fuera nuestra última vida, si no nos encontramos nunca más, al menos sabré que este viaje valió la pena. Nos pagamos el café que nos debíamos y en un arranque de sinceridad a solas, te dije lo que debía decirte solamente en persona.
Nos debemos mucho más... una casa, un par de hijos, un gato llamado Azrael, un perro.. una vida juntos. Pero me conformo con haberte visto, con haberte sentido a pesar de la distancia.
En esta vida, siempre va a ser el amor de mi vida, la persona que perdí por mis errores y a la que siempre querré volver porque es mi hogar. Pero después de este viaje, cada uno seguirá su vida... y eso está bien. Él encontrará a alguien que lo merezca, que valga y que le demuestre lo que es el amor; por mi parte... estaré feliz por él.
Mañana a esta hora estaré viajando, o quizás ya habré llegado a casa y todo volverá a ser igual. Quizás él borre mi número, tal vez yo borre el suyo.
Pero sé que no volveré a este lugar, sé que quizás él tampoco viaje a verme... y eso estará bien. Siempre ha estado bien.-Sonreí y agarré mi campera, el frío empezaba a recorrerme la piel.-¿Te vas mañana?-preguntaste extrañado.
-Sí. Tengo que irme... solo vine a decirte que te amaba, a decirte que siempre lo voy a hacer y a tomarme ese café.-respondí.
-¿Solo a eso?-volviste a bajar la mirada.
-Sí, solo a eso. El viaje valió la pena, contigo siempre lo vale.-sonreí ante mi respuesta.
Suspiraste y supe que estaba todo dicho. Era hora de volverme a casa.
-Esta noche terminó para mí.-dije mientras me levantaba de la silla de aquel bar.
-¡No te vayas aún, debemos ir a bailar!-gritó Estefania en un intento desesperado de que me quedara un poco más.
-Me encantaría, pero debo ir temprano al aeropuerto y quiero aprovechar las pocas horas de sueño que me quedan.-dije sonriendo y lista para irme.
-Adiós, Lourdes.-Dijiste sin dejar de mirar tu copa.
-Hasta siempre, bonito.-Respondí sin dejar de mirarte.
Y todo mi amor se fue en esas palabras.
Llegué al hotel y al acostarme, supe que me faltabas, que una parte de mí (por no decir toda mi alma) se quedó contigo en aquel bar.
Sonreí mientras miraba a la ciudad a través de mi ventana.Escribo esto desde casa... el avión partió y nunca fuiste a buscarme, en el fondo esperaba que lo hicieras, pero entendí el mensaje.
Esta noche al dormir voy a abrazarte, no con la carne que se pudre, sino con el amor que te guardo que es sempiterno.
Ojalá hagas lo mismo, ojalá tu amor hacia mí... sea siempre eterno.
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Génesis.
RandomEs el principio de un caos, de una lluvia, de un arcoirís... de un mundo. De mi mundo. Esto va dirigido a las personas que llevan la magia en ellas y no se dan cuenta... brillá hasta con el alma rota.