Fé... es una palabra poco usada y algo desvalorizada en estos días.
En esta época en la que le damos más valor a un celular que a una tarde con amigos, la palabra se nos hace algo tonta e insulsa.
Somos una generación de jóvenes y adultos jóvenes, a la que le preocupa poco el qué dirán y sin embargo... envidia al que tiene más que nosotros.
Vamos por la vida proclamando el amor pero nos olvidamos que para amar... necesitamos amarnos a nosotros mismos primero.Cada vez que le digo a alguien que tenga fé, que confíe y espere... me responde que nada de tiempo tiene como para quedarse sentado esperando una respuesta del cielo.
-El cielo no habla, pequeña Lou.-
¿Y si quizás, solo quizás, recordáramos las veces que aún de pie y con las pocas fuerzas que nos quedaban, miramos al cielo y suplicamos por respuestas?
A veces tendemos a olvidar que cuando nadie más nos quiso escuchar... miramos al cielo y suspirándo elevamos alguna queja, plegaria o solo clamamos por ayuda.
Y si aún en momentos malos, hemos tenido la certeza de que saldríamos adelante... ¿cómo llaman a eso que los mantiene de pie en situaciones difíciles?
Yo lo llamo fé.
Fé... a que mañana será un día mejor.
Fé... a que saldremos de la mala racha.
Fé... a que todo irá bien.
Fé... a que mi vida mejorará.
Fé... ante cualquier adversidad.
Fé... de esa que mueve montañas.Tal vez vos y yo tengamos religiones diferentes o quizás no creas en ese algo más allá de nosotros.
Pero sé, profunda y enteramente, que aún conservas esa fé... pero no sabes cómo canalizarla y cuando aparece, le das la espalda.De ser así el caso...
Cuando tu fé aparezca, dale un abrazo fuerte.
Después de todo... tu entereza, tu confianza y tu fé, son los que te mantienen de pie cuando los demás te dan la espalda.Y cuando mires al cielo...
Y cuando supliques...
Y cuando solo te quedes ahí, mirando a la inmensidad del cielo...Date las gracias.
A vos...
A Dios...
Al universo...
A tu fé.Confía.
Mantené tu fé.
Y esperá...De seguro tu respuesta está delante de tus ojos... solo que aún no la haz visto.
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Génesis.
CasualeEs el principio de un caos, de una lluvia, de un arcoirís... de un mundo. De mi mundo. Esto va dirigido a las personas que llevan la magia en ellas y no se dan cuenta... brillá hasta con el alma rota.