Un hasta pronto con sabor a Adiós

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Al sonar la alarma, Tony se apuro a alcanzar a Steve y le entrego a Peter, quien se veía asustado por el sonido y por la reacción de su padre. La angustia y el miedo atravesaban también las facciones de Steve, quien, a pesar de tener un plan la mayoría de las veces, en esta ocasión no tenía ni idea de que hacer.

—hey, Pete, no te pongas así— pidió el castaño, al notar que pequeñas lágrimas salian de los ojos de su hijo, que eran la mezcla perfecta entre los ojos suyos y los de su Steve. —tienes que calmarte, campeón, papá Steve necesita de ti en este momento. Yo tengo que irme, necesito salvar el mundo, así que necesito que me prometas que le harás caso a Papá Steve y no le darás problemas. Él tiene que trabajar y yo también, pero, te prometemos que estaremos para ti, cuidándote y mimandote, tal y como lo mereces ¿Está bien?— preguntó al menor, quien lo miraba atentamente y secaba sus ojos con sus manitos.

—no quiero que te vayas de nuevo y nos dejes solos, papá Steve ha estado muy triste y no me gusta verlo así, y tú... A penas te conocí hoy y ya te vas... Yo no quiero— dijo entre gimoteos y llanto, mientras trataba inútilmente de secar sus lágrimas y miraba al castaño con seriedad.

—cariño, se que me necesitas, que nos necesitas a ambos, pero el mundo también nos necesita y nosotros debemos ayudarlo, también odio separarme de ti, te lo juro, pero, si no lo hago, voy a perderlos a ustedes y eso es lo que más me aterra en todo el mundo. Así que hagamos una cosa, tú te quedas cuidando a papá y te prometo que cuando regrese, lo haré para permanecer junto a ustedes toda la vida, está bien. No me volveré a separar de ustedes, lo juró— dijo serio y conciliador, mirando fijamente al menor, mientras levantaba su mano, en señal muda de una promesa.

—esta bien, ve... Pero no tardes en regresar— le dijo, rindiendose por fin, con un puchero y una expresión triste en su rostro.

—no te pongas así, cariño. Regresaré muy pronto y está vez podemos estar juntos como siempre debió ser— le dijo tratando de calmarlo, a lo que el menor asintió y se refugió en el fuerte pecho del rubio, para evitar que su padre castaño viera sus lágrimas.

—esta bien, te esperaré— dijo en un susurro el pequeño, sin salir de su escondite.

—podrias mirarme y regalarme una sonrisa. No quiero pensar que estás enojado conmigo— pidió el castaño con ese tono que había mantenido a lo largo de la conversación, pero, ocultando una muda súplica en su tono que el rubio supo interpretar.

—ve cariño, despídete de tu padre— dijo el rubio con suavidad, sin dejar entrever su confusión por lo que decía el castaño.

El pequeño salió de su escondite y se aferró fuertemente al cuello de su padre castaño, reteniendo con su fuerza entre sus brazos. Algo le decía que todo era una ilusión. Él no era tonto, sabía que pasaba algo malo.

—te amo, papá Tony— le murmuró contra su pecho, aspirando su aroma.

—y yo te amo a ti, Peter— le dijo sincero, besando su cabeza coronada de cabellos castaños.

El castaño bajo al castaño más pequeño al piso y se acercó hasta encontrarse frente al rubio, que lo miraba con sus ojos claros llenos de confusión, miedo e incertidumbre.

—Steve, se que fui un canalla contigo, y te juro que me arrepiento. Pero, te agradezco profundamente evitarme hacer algo de lo que seguro me arrepentiría. Gracias por haber visto algo en mi más que daño y destrucción, gracias por haberme amado en el tiempo que lo hiciste, a pesar de todos mis defectos y sin pedirme que cambiará nada, aceptandome como soy, gracias por darme una ilusión cuando era pequeño, gracias por enseñarme que podía ser mejor, gracias por hacer que me diese cuenta de mis errores, gracias por darme una familia, gracias por Peter, gracias por todo. Gracias por todo y perdóname por lo que te hice, fui estúpido y no pensé objetivamente y los metí a todos en problemas, los traicione a todos aún cuando jure que no lo haría, y trate de tomar la justicia por mi propia mano y destruir lo único que aún vivía de tu pasado por algo que no puedo remediar. Sé que es posible que no me creas, pero, es lo que siento y quiero que lo sepas... Te amo, te amo, te amé y te amare siempre. Nunca lo olvides— le dijo con seriedad, mirándolo fijamente.

—yo... Yo Tony. Perdóname tu a mi. Todo esto fue mi culpa, yo fui quién se negó a firmar y quien empezó todo esto, pero no quería que les hicieran lo mismo que me hicieron a mi cuando me convirtieron en súper soldado o peor. Perdóname por mentirte, no debí hacerlo, pero, estaba tan desesperado por protegerlos a ambos que no supe cómo actuar...— le trato de explicar, siendo detenido por los labios del castaño, quienes se posaron gentilmente sobre los suyos y empezaron a moverse con suavidad, sintiendo la suavidad de estos, el sabor a café y a chocolate que tenían, seguro del desayuno que había tomado en la mañana.

Los dientes del castaño mordieron suavemente su labio inferior y sin demoras, separó sus labios, dejando que la lengua del castaño explorará su cavidad a su antojo.

El castaño tomó de la cintura al rubio y trato de gravarse la sensación de sus labios contra los del rubio, la raspadura de su crecida barba contra su mentón, la fuerza y sutileza de esas manos ancladas a su cuello, atrayendole aún más así si y el leve temblor de ese hermoso y majestuoso cuerpo a causa de las sensaciones que le causaba aquel intenso y deseado contacto.

Cuando vieron la necesidad de separarse, ambos se vieron con amor, sin rencor o dolor de por medio y ambos sonrieron como si fuera la primera vez, pero Steve pudo notar que, oculto en la sonrisa y mirada castaña se encontraba una muda despedida que se negaba a aceptar y que le erizaba la piel de solo pensarlo.

—te amo, Tony, te sigo amando— confesó finalmente el rubio, rindiendose a lo que había intentado matar por dos años.

—y yo te amo y te amare siempre, Steve. Recuérdalo. No sé cuánto tarde en volver, pero, te prometo que cuando regrese, arreglaremos todo esto y te compensaré por todo el daño que te he causado. Si me necesitas y no estoy, ve a mi laboratorio. Viernes te dará acceso y te explicará todo, deje algo para Peter y para ti allí adentro, también hay un obsequio para ti en la que era mi habitación, se que cuando llegue, me darás una respuesta— le explico todo lo necesario con prisa.

—Tony, vuelve a casa, por favor— pidió el rubio, mientras metía sus manos en el cuello de su camisa, y de allí sacaba sus placas del ejército, para luego ponerlas en el castaño, quien las estrecho en sus manos, sintiendo su calor, gran pronto estas rebotaron contra su nuevo reactor.

—te lo juro, Steve— le prometió, antes de besarlo, sellando su promesa.

—te amo—

—y yo los amo a ustedes, a Peter y a ti. Volveré, lo prometo— dijo, antes de dejarle un suave beso a cada uno, antes de darse media vuelta y correr por el pasillo, antes de que su voluntad se quebrara y volviera a los brazos de su familia.

*****

Steve dejó a Peter con la madre de T'Challa, antes de dirigirse al centro de operaciones.

Al llegar, fue informado de que Thor y los guardianes habían partido hacia el espacio, intentando detener a Thanos, ocultando las gemas del infinito para que este no las obtuviera. Y que Tony, Bruce, Peter, Strange y su acompañante, habían partido hacia Nueva York, tratando de evitar una amenaza que provenía del espacio y que tenía que ver directamente con Thanos.

Steve sintió su sangre helarse y temió por lo que pudiese pasarle a Tony allí, pero debía tener fe y confiar en él, después de todo, Tony era un genio y sabría encontrar la manera de derrotarlos y regresar sano y salvó a casa, no, porque Tony lo había prometido y él lo iba a cumplir.

Decidió dejar sus pensamientos caóticos a un lado y se enfocó en lo que tenía enfrente.

Llegaron al acuerdo de ir a por Wanda y Visión, que hace poco se habían marchado a Milán, tratando de esconderse del titán.

Steve sentía una angustia latente en su pecho, algo que lo mantenía inquieto e intranquilo, un mal presentimiento respecto a esta situación y en verdad, esperaba estar equivocado.

Desafortunadamente estaba en todo lo correcto y sus peores pesadillas y temores se hicieron realidad...

Fábula de amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora