Advertencia: aquí hay muchas cosas que no les van a gustar, pero solo hice las menciones correspondientes de cada una
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—¿A qué te refieres, Steve? ¿Y por qué estás actuando tan extraño? Me asustas— preguntó el castaño con la voz algo temblorosa y llena de incredulidad, mientras todo su cuerpo empezaba a temblar.
—Sabes, nunca he sido un hombre con suerte. Perdí a mi padre cuando era un adolescente y perdí a mi madre cuatro años después. Siempre estuve al borde de la muerte por una gran cantidad de enfermedades y mi vida jamás fue como la de otros niños. Mi único amigo y casi hermano, el único que me aceptó como era en aquel tiempo eligió un camino y lo siguió, sufriendo en gran parte del camino y desviándose de la senda hasta que fue demasiado tarde para enmendar y aún sigue sufriendo por eso, jamás podré olvidar el día en que cayó de aquel maldito tren, al día de hoy, todavía me arrepiento de no haber hecho más. Una de las pocas personas que creyó en lo que verdaderamente podía hacer murió porque al mundo no le parecía que alguien con sus capacidades debía existir. Conocí el amor y me fue arrebatado de forma cruel y como si con eso no bastará, por detener a un maldito maníaco con deseos de grandeza, quedé enterrado en el hielo y perdí todo lo que una vez había conocido. Ese es, por decirlo de alguna forma, un breve resumen de mi vida pasada. Siempre fui un desdichado, y, cuando desperté en este mundo desconocido, me dije que quizás jamás habría nada bueno en la vida para mí y que estaba completamente solo. Pero llegaste tú y llegaron los chicos, y a pesar de que lo había pasado mal, me dije que posiblemente está nueva era podía ser mejor. Pero la vida no me dijo que podía ser increíble. Peggy fue mi primer amor y quizás estaba destinado a conocerla, porqué con ella supe que era el amor, quizás ella fue la puerta para llegar a ti, que eres y serás siempre el amor de mi vida. Cometimos muchos errores y nos hicimos daño, pero también encontramos el amor en el otro y encontramos un hogar. Gracias por demostrarme que podía ser feliz, gracias por amarme y por enseñarme a amar correctamente, gracias por darme las mayores alegrías de mi vida, gracias por darme un lugar en este mundo que es nuevo para mi, gracias por darme un hogar, gracias por darme una hermosa familia y por regalarme los años más felices de toda mi vida... Gracias por todo, por absolutamente todo. Quiero que sepas que te amo y siempre te amare, sin importar el lugar o la distancia. Te amo, Tony— murmuró con la voz quebrada y con el rostro bañado en lágrimas, mientras sostenía todavía la mano del castaño contra su barbilla.
—¿Por qué me hablas como si te estuvieras despidiendo de mi, Steve? ¡Explícame de que se trata todo esto! ¡Dame un maldita respuesta! Por favor...— demandó con fiereza, pero a medida que una devastadora comprensión cayó sobre él, las palabras fueron perdiendo su fuerza hasta convertirse en un susurrante súplica.
—para invocar la gema del alma, el invocador debe sacrificar a la persona que más ama en el universo. Todos perdieron a la persona más importante de sus vidas, aquella que tenía a su lado en ese momento, pero tú y yo fuimos de alguna forma, la excepción a esa regla, porque tú y yo ya estábamos separados. Tú y yo nos tenemos el uno al otro, y para regresar a todos los que desaparecieron tras el chasquido, tenemos que hacer el sacrificio. Te lo juro, desde el momento en que todo esto ocurrió, me obsesioné con encontrá una solución que no implicará ningún sacrificio, pero, por más que buscamos y buscamos, no encontramos nada, esta es la única alternativa, Tony, no hay otra opción. Y... No podía vivir con la idea de que te separaría nuevamente de Peter, por eso tome la decisión— explicó con la voz temblorosa y entrecortada, mientras observaba con dolor como algo se rompía dentro de la mirada del castaño, quitándole su brillo característico.
—tu no vas a ir a ninguna maldita parte, Rogers ¡No voy a permitir que hagas esa estupidez!— exclamó lleno de rabia y frustración, mientras furiosos torrentes de lágrimas bajaban de sus ojos. Con firmeza tomó la mano del rubio y empezó a tirar de ella para alejarlo del precipicio, empleando la fuerza del traje cuando notó que el rubio ponía resistencia —¡No voy a renunciar a ti no hoy, ni nunca! ¡Me entendiste, maldita sea! ¡Me importa un comino si desaparece la maldita mitad del maldito universo! ¡No voy a perderte! ¡A ti no voy a perderte! ¡No de nuevo! Así que si te lanzas de ese maldito precipicio, nos lanzamos los dos, me entendiste Rogers— amenazó histérico y fuera de sí, mientras desesperadamente tiraba del rubio para tomarlo, alejarlo de allí y ponerlo a salvó.
—¡Tony, entiende! Tenemos que hacer esto, es nuestra única opción para traerlos a todos de regreso— pidió el rubio casi sin convicción, tratando de convencer a Tony para que lo dejara ir, antes de que se arrepintiera.
—¿¡A qué maldito costo, Steve!? ¿¡A costo de tu vida!? ¡No voy a permitirlo, maldita sea! ¡Te he perdido ya varias veces, no voy a hacerlo una maldita vez más! ¡Piensa en Peter, por amor a Dios!— bramó con la voz rota y ronca de tanto gritar, mientras sostenía al rubio fuertemente, para evitar que hiciera una estupidez.
—es la única forma, Tony. La puerta ya está abierta, el suero ya se hizo un poco más débil en mi sangre y con la nueva compañía, es imposible que me pueda curar, voy a tener éxito. Quiero que cuides de Peter y que todos los días sin excepción le recuerdes que lo amó. No le digas nunca nada de esto, dile que las cosas salieron mal, pero no dejes que se entere, no podría estar en paz si me odia. Perdóname por todo el sufrimiento que te he causado, no soy digno de tu amor y me disculpó por eso. Te prometo que te buscaré en nuestras próximas vidas, si es que verdaderamente existen, y que allí podremos ser felices como tanto lo hemos deseado— explicó, mientras le regalaba una sonrisa triste al castaño y empezaba a utilizar su fuerza para empezar a caminar hacia atrás, aprovechándose del desconcierto del castaño, hasta quedar a un paso del precipicio.
—¡No, Steve! ¡No vas a hacernos esto, maldita sea! ¡Recapacita de una vez! ¡Deja de ser tan egoísta por una vez en tu vida y piensa en los demás! ¡No hagas esto! ¡No me dejes, por favor! ¡Te lo ruego, está bien! ¡Te ruego por favor que no hagas esto! ¡Hago lo que quieras, pero, por favor no hagas esto! ¡No me dejes solo!— exclamó envuelto en llanto, mientras tiraba de la mano del rubio para alejarlo del precipicio, pero este se negaba a moverse y su propio nerviosismo y terror le jugaba en contra.
—¿Puedes sonreírme, decirme que me amas y besarme? Si va a ser lo último que voy a tener de ti, quiero atesorarlo hasta que deje de respirar— pidió el rubio, temblando, lleno de terror y miedo, pero determinado a acabar con esto de una vez por todas.
—Te amo Steve, siempre lo he hecho, pero lo hagas esto, por favor— pidió el castaño entre lágrimas, sin poder sonreír, debido a la desesperación, el dolor y el miedo.
—y yo a ti, Tony. Perdóname por esto, por favor— pidió con la voz quebrada y con una sonrisa falsa, antes de tomar el rostro del castaño con sus manos y besarlo, valiéndose de su descuido para dar los últimos pasos hasta el filo del precipicio.
Respiró lo más profundo que pudo en medio del beso, antes de soltar el rostro del castaño y bajar sus manos hasta las manos de este, poniendolas contra su pecho y dando el empujón final.
Tony abrió los ojos rápidamente y trato de alcanzar con sus manos el cuerpo en caída libre de Steve, mientras sus ojos se nublaban por las lágrimas y todo a su alrededor perdía cualquier sentido.
Sus ojos solo podían ver cómo el amor de su vida y su hijo no nato caían a ese maldito vacío, mientras su estúpido cuerpo no hacía nada por reaccionar.
Cuando trato de lanzarse, Thor y Nebula lo atraparon, impidiéndole liberarse de su agarre.
Tony sentía su corazón fragmentarse pedazo a pedazo, pero su fractura total llegó cuando el grotesco sonido de un pesó muerto aterrizando pesadamente en el suelo de ese profundo vacío inundó sus oídos.
—¡Steveeee~!— gritó con toda la fuerza que era capaz de reunir, lastimandose seriamente la garganta, mientras se removía bruscamente en el agarre al que había sido sometido y sentía que un enorme pedazo de él se moría en su interior.
Había perdido al mayor de su vida y a que costó, si se quedó con las manos vacías, sin su otra mitad y con el corazón hecho pedazos.
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Fábula de amor
Hayran KurguTony espera con ansias la oportunidad de volver a ver a Steve, pues quería enmendar los errores que cometió con él y luchar por tener una nueva oportunidad para cambiar, para perdonar y olvidar, para ser amado y para amarle con toda la fuerza de su...