A la mañana siguiente, Steve despertó al lado de su hijo. Aquella potente descarga de emociones que había tenido la noche anterior le había dejado agotado, sin embargo, le sirvió para quitarse el peso que cargaba sobre sus hombros y para entender que debía poner de su parte para solucionar las cosas con Tony.
Todavía seguía doliendo todo lo que él le había hecho, pero, al desahogarse, parte del dolor que había sentido y que vivía llevando a cuestas se había ido y le había permitido pensar con claridad después de tantos meses sumergido en el dolor y el rencor.
Además, él no podía olvidar el pasado feliz que había compartido con Tony, las veces que pelearon codo a codo, los buenos momentos, las noches de silencios cómodos, la amistad que habían tenido y aquel amor, tan grande y tan fuerte, que había sentido y todavía sentía por el castaño.
Su pequeño se removió en la cama, dando señales de despertar. Una sonrisa feliz se dibujo en su rostro, una libre de culpa y tristeza, mientras mentalmente se decía que debía recordar agradecerle a Bucky y a Natasha por cuidar y traer a su hijo con él.
El pequeño castaño le miró somnoliento, mientras le sonreía, hasta que algo hizo click y frunció el ceño, poniéndose de pie y caminando hasta donde se encontraba su padre, posando sus pequeñas manitos en la barba del rubio, para deslizar sus manos hacia arriba, siguiendo el rastro que habían dejado las lágrimas que había derramado.
—¿Por qué estabas llorando, papá?— preguntó el menor con molestia en su voz. Algo que realmente le disgustaba era ver a su padre llorar. Siempre le dolía su pecho cuando veía la tristeza en el rostro de su papá o cuando lo veía llorar, por eso siempre trataba de ser un niño bueno.
—¡Oh! No te preocupes, Pete. Lo que pasa es que ayer estuve hablando con tu papá— le dijo, completamente dispuesto a decirle la verdad. Era hora, Tony ya lo sabía y Peter merecía saber la verdad de su origen.
—¿Tengo dos papás?— preguntó completamente asombrado, mirando con curiosidad y felicidad a su padre.
—así es cariño. Es complicado de explicar, pero, el punto de todo es que fui yo quien te trajo al mundo— explicó, tratando de que su hijo supiera que relación tenían y tratando de dejar en claro la razón por la que tenía dos padres varones. —tu ya conoces algo de tu padre, lo has visto y has estado con él. Es un hombre sumamente inteligente, desesperante en ocasiones, y a pesar de que tiene una personalidad un poco confusa, estoy seguro que te agradará bastante, pero siempre hay que darse tiempo para conocerlo... Tu padre es un gran inventor y también el salvador del mundo en varias oportunidades. Su nombre es Anthony Edward Stark, tu lo conoces como Tony— le contó con calma y paciencia, viendo como su hijo hacia caras que iban desde la alegría, pasando por la tristeza y la añoranza, para terminar en la confusión.
—El señor Tony es mi... Padre... ¿Por qué no me lo dijiste, Papá?— preguntó confuso, sabiendo que su papá tenía una buena razón para no habérselo dicho en su momento.
—yo... Yo discutí con él. Sabes como somos nosotros los adultos, peleamos por cosas sin importancia, cometemos errores, nos lastimamos unos a otros y hacemos cosas de las que luego nos terminamos nos arrepintiendo. El punto es que no sabía cómo decirte la verdad y me disculpó por haberte ocultado la verdad... ¿Crees que puedas perdonarme?— pidió mirándolo con sinceridad, y un dejó de arrepentimiento y tristeza.
—te perdonó con una sola condición... Que tu y... Que tu y papá arreglen las cosas— pidió con su voz inocente, mirando con seriedad y una alegría que era imposible esconder.
—te lo prometo amor, hablaré con él y trataré de arreglar las cosas... Después de todo, es una promesa y te lo debo— le dijo con alegría, recibiendo una sonrisa a cambio y un fuerte abrazo, el cual recibió con todo el agrado y la felicidad del mundo.
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Fábula de amor
Hayran KurguTony espera con ansias la oportunidad de volver a ver a Steve, pues quería enmendar los errores que cometió con él y luchar por tener una nueva oportunidad para cambiar, para perdonar y olvidar, para ser amado y para amarle con toda la fuerza de su...