La Tumba de Cerin Amroth

Capítulo II "¿Por qué las Flores están Tristes?"

"—¿Porque no podemos pasar?—quiso saber Elrohir.

—Tu padre ha dicho que esperen aquí afuera—dijo Celeborn.

—¿Pero por qué?—insistió el joven elfo.

—Porque...

Celeborn no pudo terminar de explicarle, pues un grito desgarrador salió de la habitación de enfrente, se escuchó la voz de Elrond dando órdenes de un lado a otro y el correr de muchos pies.

—¡¿Que le hacen a mamá?!—exclamó Elladan mientras corría y trataba de abrir la puerta, pero su abuelo lo detuvo.

—Tranquilo, tu madre está bien.

—¿Pero porqué grita?—Elrohir miró la puerta con preocupación—¿acaso está enferma?

—Mmm...algo así—al ver las caras de angustia de sus nietos decidió distraelos—¿porque no vamos al jardín? Quiero tener el honor de verlos manejar el arco.

Ambos jóvenes asintieron mientras seguían a su abuelo, juntos comenzaron a caminar para salir del lugar, algo extraño recorrió la espalda de los gemelos que los hizo voltear a ver por última vez la puerta, había algo raro en ese día, pero no sabían que era..."

Elladan despertó, acababa de tener un hermoso sueño o más bien un bello recuerdo que se había presentado en un sueño, eso le había dado ánimos para levantarse de buen humor, se lavó la cara y trenzó su cabello, estaba por cambiarse de ropa cuando la puerta de su habitación se abrió y entró Elrohir.

—¿Por qué no llamas antes de entrar?—preguntó Elladan con fastidio.

—No necesito permiso para entrar en tu habitación—dijo Elrohir—tú así entras a la mía.

—Pero cuando tengo un motivo...

—Y tengo un motivo—concluyó Elrohir—llegó una carta de los Puertos Grises—dijo extendiéndole la carta.

Elladan tomó la hoja y comenzó a leer, cuando terminó se la regresó a su hermano, no sabía si estar feliz o más preocupado.

—Al menos estamos seguros de que no está por esos lugares—dijo Elrohir.

—De todas formas, habrá que ir a la Comarca—Elladan terminó de vestirse—vamos a desayunar, con el estómago vacío no pienso bien.

Ambos salieron de ahí, en el camino se encontraron a una de las damas.

—Ordena que lleven el desayuno al estudio—le dijo Elladan, la elfo asintió y después de hacer una reverencia se fue.

—Si padre supiera que desayunamos en su estudio nos colgaría—comentó Elrohir.

—Bueno, tenemos la suerte de que no está aquí—respondió su hermano.

Entraron al estudio, que había pertenecido a Elrond antes de que se fuera, comenzaron por observar un mapa de toda la Tierra Media que estaba pegado a una gran pared.

—Rohan—Elrohir tomó una pequeña cuchilla—descartado—y la lanzó en dirección del mapa, la hoja se clavó exactamente donde estaba escrito el nombre del reino.

—Gondor, descartado—dijo Elladan y su gemelo lanzó otra cuchilla—y los Puertos Grises—otra cuchilla fue lanzada y se clavó en el mapa.

—Esto es desesperante—masculló Elrohir—No debería ser tan difícil...