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Decidido de ir a abrir, me levanté y rápidamente abrí la puerta. Casi se me salen los ojos al ver quien era aquella persona que golpeaba detrás de ella.

¡Lalisa!

La muchacha estaba parada ahí, con una sonrisa, esperando a que alguien hable, o que la invite a pasar.
Por otro lado estaba yo, en shook, no podía invitarle a pasar, vería todo.

-Hola amor-Dijo acercándose y depositando un suave y dulce beso en mis labios. Extrañaba aquella hermosa sensación de sentir aquellos labios.

Luego de quedar un rato embobado, reaccioné-Ho..hola amor- No quería parecer nervioso, pero la verdad es que no podía estar tranquilo.

-¿Por qué no has ido al trabajo?- Preguntó ella esperando a que diera la orden de pasar.

-Me quedé dormido- Dije algo incómodo.

Ella rió suave y acarició mí mejilla-Eres un dormilón.

-¿Puedo pasar?..-Dijo ella ya un poco incómoda de estar tanto tiempo parada.

-Eh.. ¡No!-Ella se sorprendió al escuchar tal palabra.

-¿Por qué?-Dijo aún sorprendida pero ahora un tanto confusa.

-Porque.. tengo todo desordenado, no he limpiado y no quiero que veas todo el desastre.

-Pero sabes que eso no importa- Sonrió intentando abrir la puerta, inmediatamente la bloqueé.

-Solo espera un momento-Cerré aquella puerta, mirando su cara de confusión y salí corriendo a esconder todo.

Mientras iba corriendo me choque con aquel enorme sofá que descansaba en el living. Ahora mí pierna estaba coja.

Tomé los globos y los amarre dentro de mí armario. La carta la escondí en uno de los cajones de mí escritorio y las guirnaldas con mucho cuidado los puse arriba del armario.

Ya un poco más tranquilo, pero con mí pierna coja, fui a abrir la puerta donde esperaba Lalisa, o que esperaba que siguiera allí.

Abrí cuidadosamente aquella puerta que tanto miedo tenía de abrir, encontrándome con un esbelto cuerpo de silueta femenina. Por suerte ella seguía ahí.

Aún se notaba la confusión en su rostro y sin dejarla hablar, la adentré en la casa. Guiando a la muchacha directamente hacia el sofá.

Una vez ya sentados, miró mí pierna lo que hizo que recordará lo sucedido hace solo unos minutos.

-¿Qué te pasó?- Miró con preocupación.

-Solo me choqué el sofá- Reí nervioso.

Levantó suavemente mí pantalón notando que se había formado un hematoma,ella se sorprendió señalando aquel rastro del golpe, lo cual no le di mucha importancia.

-No te preocupes- Levanté su cabeza con delicadeza, depositando un dulce beso en su frente.

-Traeré una crema para los hematomas y te haré unos masajes sobre la zona del golpe-Ya decidida a levantarse de aquel sillón, tomé su muñeca tirando con suavidad así haciéndola caer sobre mí regazo.

Plante un beso en sus labios, abrazándola-Enserio, no hace falta y gracias- Volví a tomar su rostro y la besé,esta vez profundizando aquel beso.

Estaba feliz de que estuviera conmigo, hacía mucho no pasaba tiempo con ella.
Por otro lado Lalisa, estaba sonrojada al darse cuenta en la posición que estábamos, se levantó rápidamente poniéndose a un costado.

-¿Estás seguro de qué estarás bien?-Pregunto refiriéndose al hematoma que se encontraba en mí pierna.

-Si- Le sonreí.

"Un sueño muy extraño" [Liskook-Taekook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora