Capítulo 11

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Estábamos en el último día de los exámenes finales.  Desde aquella noche no habíamos vuelto a tocar el tema de Rubén, algo que agradecía profundamente.  Por lo visto Val me dijo que había pronunciado el nombre de Tom durmiendo.   Salir por la noche no había logrado hacer nada.  Todo lo contrario, ahora lo echaba más en falta. 

Por suerte dedicaba toda mi concentración a los estudios y lograba olvidarme de él en esos ratos.  El resto del tiempo el invadía mi mente, y ningún filosofo, ni las mates ni nada lograba sacarlo del sitio que había impuesto como suyo.

- ¿Qué tal han ido los exámenes? – pregunto mi amiga al salir de clase.

No coincidíamos en muchas clases y nos encontrábamos a la salida todos los días.

- Bien creo.

- Estamos hablando de ti, seguro que han ido bien. –reímos las dos. – Hoy no podemos ir juntas.  Isaac me está esperando.

- ¿Quien? – pregunté algo perdida.

- Es británico y está estudiando aquí.  Tendrías que verlo, esta tremendo. – dijo mordiéndose el labio.

-¿Y cuanto hace que lo conoces?

- Lo conozco desde la semana pasada.  Aunque no tenemos nada serio, solo pasamos tiempo junto.

Levante las cejas asombrada.  Esta chica era incapaz de pasar un día sin la compañía de un buen tío.  Antes de dejar uno ya tenía el de repuesto.  Nunca se enamoraba de nadie y los usaba para su propio beneficio, aunque en si ellos hacían igual con ella.  Excepto Kevin, el sí que era bueno y se había enamorado de Val, al pobre le partió el corazón.  Envidiaba esa parte fuerte y libre de Val, yo no sería capaz de hacer lo que hacia ella, pero me encantaría tener la fortaleza de ella para no enamorarme.  De ese modo no estaría tan hundida como lo estaba ahora.

- Con que “tiempo juntos”. – sabía perfectamente a lo que se refería, y probablemente era lo mismo que irían a hacer ahora. Sexo. – Bueno, pues pásatelo bien Val. 

- Oh, claro que me lo pasare bien. – dijo riendo y separando las manos indicando la medida. – Nos vemos.

- ¡QUE BESTIA ERES! – grite, pero no pude evitar reírme. –Vete anda.  Adiós.

Val se fue pegando grandes zancadas y yo me dirigí al metro de nuevo para volver a casa.  

La siguiente semana empezaba la selectividad, y aburrida de estar tanto tiempo encerrada, salí a dar una vuelta y pasarme por casa de mi hermano para visitarlos.  Merendamos juntos, me preguntaron cómo iba en las notas y yo les desvele que ya me había decidido en qué hacer.  Les alegro saberlo ya que quedaban tres semanas para que empezaran las matriculas.  Hubo un momento que mi hermano nos dejo solas a las dos y Cris aprovecho para sacarme información. 

Se me hizo un nudo en la garganta, no quería decirle que aún quería a Tom pero tampoco quería mentirle.  Le acabe contando todo desde el principio, que en realidad se resumía en la noche en la discoteca. 

- ¿No has mantenido el contacto con ese chico? – negué con la cabeza. – Bueno, la verdad se me agotan las palabras para decirte las cosas…  Sé que harás lo mejor en cuanto a ti, ya empiezas a pensar en ti misma y a preocuparte por tu futuro.

- Le echo mucho de menos, pero sé que debo intentar olvidarlo.  Pero es muy difícil porque aún lo quiero

- Lucía cariño ya te he dicho antes que este amor pasara y encontraras a otro.

- Lo sé, pero aún no estoy lista para abandonarlo.  Dame tiempo, mucho tiempo y tal vez logre olvidar cuanto lo he llegado a querer.

- ¿A quién quieres? – pregunto mi hermano parado frente a nosotras con el ceño fruncido.

Sentimientos desveladosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora