Mi pequeña Mate. [ NaLu ]

Capitulo 1|Se un Dragneel.

La lluvia caía con furia sobre la manada,bajo los paraguas negros se encontraban todos y cada uno de los integrantes de la manada. Encabezaban la familia Dragneel, la pequeña Wendy lloraba bajo el regazo  de su hermano mayor, Zeref , mientras que Natsu abrazaba a su madre que lloraba desconsolada ante el dolor de la perdida.

El dolor, era insoportable, aun podía sentir aquella lanza atravesada en el pecho de su marido, no sabia cuanto tiempo mas viviría, solo quería volver a estar entre los brazos de Igneel, para que le dijera que todo iba a estar bien. Pero no, nada iba a estar bien, Igneel ya no estaba y ella perecía cada día mas, contando los minutos para su muerte.

Luego de la dolorosa perdida de un gran alfa, inmediatamente se hicieron los preparativos para la coronación de Zeref. Las hadas acudieron al llamado de la luna y sobre la gran roca, cuando la luna estaba en su máximo punto, hicieron flotar la corona de oro.

La luna iluminaba la silueta de Zeref, todos arrodillados observando la corona levitar con el baile lleno de gracia de las hadas. La hada reina, frente a Zeref hizo que cerrara sus ojos.— Salve Alfa, lleno de gracia y furia, sigue tu instinto ,guía tu pueblo. Honra tu puro linaje y graba en su espalda la marca del rey. ¡Salve alfa! — la corona descendió y se poso sobre la cabeza se Zeref, quien espero el dolor de la marca del alfa.

—¡Salve alfa! — El pueblo grito.

Zeref apretó los puños esperando el ardor que nunca llego. En cambio, un alarido de dolor hizo que todos miraran con incrédula confusión a Natsu, su espalda emano humo y su escencia hizo peso en el aire. Natsu era alfa. La reina, con rapidez rompió la camisa de Natsu inhalando sorprendida al ver la marca del alfa viva sobre su espalda.

— ¡Rápido, La corona!—Las hadas bailaron otra vez , pero esta vez la corona floto sin ayuda, la luz de la luna la guiaba hasta la cabeza de Natsu, una vez la corona descanso sobre sus rosados cabellos el dolor ceso.

—Natsu, Alfa de Fairy Tail. Honra tu pueblo y sigue tu instinto, salve alfa.— La armoniosa y no irreconocible voz de la luna los sorprendió a todos .

Tartamudos e incrédulos miraron la escena hasta por fin reaccionar — ¡Salve alfa! -—Como si fuera divino la luna se escondió y el sol hizo su aparición. Cohibidos por el rechazo y la coronación del segundo heredero a la corona, se observaron entre si, sin saber si celebrar o quedar en silencio como pésame hacia Zeref.