21-Aún Creo En Ti...

8 3 1
                                    

Sans' POV

A la mañana siguiente, Paps se levantó temprano, como siempre.  Al parecer algo sucedió con... ¿cual era su nombre...? Ah, Peridot. Él vio que había un pequeño desastre, por lo que lo oí gritar al tropezar con el desastre.
Salí de mi habitación sin siquiera haberme vestido con mi ropa diaria, semi dormido y balbuceé:

—¿estás bien, Paps? ¿Que sucedió?

Abrí los ojos de modo que podía ver con total claridad a Papyrus levantarse del suelo, los almohadones del sofá estaban desparramados por la sala, había spaggetti y un plato roto, también en el suelo. ¿Que habrá hecho ese chico?

—huyó. — Paps tomó su bufanda y la enrolló en su cuello —ya vuelvo, Sans. Ordena la sala ¿de acuerdo?— dijo para luego irse, aparentemente, en busca de Peridot.

Como es de esperarse, no ordené la sala.

Peridot's  POV

Huí de la casa de los hermanos esqueletos. No podía quedarme ahí, tenía miedo de hacerles daño, como a Toriel. Nunca me lo perdonaría...
Aún sin saber donde estaba y hacia donde iba, caminaba recto. A mi alrededor habían casas y monstruos los cuales no parecían afectarle el frío.

‹‹¿Que lugar es este?››

Sentía como cada monstruo que se topaba conmigo me veía extrañado. ¿acaso no vieron a alguien como yo? ¿que había de malo en mi? No me importó. Seguí caminando un tanto apresurado.
Vi como a mi izquierda había un ¿río? En el que iban grandes trozos de hielo. De repente, niebla limitó mi visión aunque no mucho.
Unos pasos más adelante me encontré con Papyrus.

—Peridot... ¿a donde te habías metido? ¡Te estaba buscando!— Dijo, con su tono alto y chillón.

—Me voy de aquí...— dije sin más.

El esqueleto de bufanda roja quedó un tiempo en silencio.

—Bien... Pero, antes que te vallas ¿puedo despedirte con un abrazo?— luego de haber dicho eso, extendió sus brazos hacia mi.

Accedí, me acerqué a él y rodeé su ¿columna...? Ya que no podía alcanzar su pecho, él me rodeó con sus brazos mayormente esqueléticos acabando en grandes guantes rojos, con el pulgar separado del resto de los dedos. A pesar de que no tenga piel y mucho menos carne que pueda emitir calor, podía sentirlo. Era una sensación agradable.
Entonces... "La voz" volvió a susurrarme. Ordenó que acabara con Papyrus.
Me aferré al mismo, negándolo. "La voz" insistió. Fui débil. Lo tomé con fuerza y lo electrocuté.
...se hizo polvo. Su cabeza quedó en la fría nieve, rodeada por su bufanda. Apoyé mi pie en su cráneo, comencé a ejercer presión.

—Peridot...— Su voz hizo que parase pero no quité mi pie de encima, lo miré fríamente —Aún creo en ti...

Tras decir eso, puse todo mi peso sobre lo que quedaba del esqueleto, hasta hacerlo polvo.

...Papyrus también murió...

ʚLa Vida De Una Gema •OC/Gemsona•ɞ[CANCELADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora