Enamorado de mi jefe (Staxxby)

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Maratón sTaXxby
Parte 1/?

Narrador.

[...] 7:35 am, casa de Álex [...]

Álex se despertó tranquilo, se extrañó un poco de haberse despertado algo temprano, pero de todas maneras decidió levantarse para hacer sus necesidades. Al volver a su cuarto, tomó el papel que le había entregado Frank el día anterior, el cual lo había dejado en su mesita de noche.

Entro al WhatsApp, anotó el número y envió un mensaje.

Buenos días.

Luego bajó a la cocina para hacer su desayuno. Después de un momento, su celular sonó.

Buenos días! Cómo amaneces?

Muy bien

Me alegro. Sabes a qué hora te pasaras por aquí?

Bueno, creo que después de desayunar. Tal vez como a las 8:30 am

Bueno, tengo pensado hacer una lasaña para los dos, te parece?

Claro, me gusta la lasaña.

Ok, nos vemos más tarde.

Adiós.

Frank se sintió feliz de hablar con su pequeño esa mañana, y tenía muchas ganas de que ese día junto a él fuese perfecto. Frank se había despertado hacía un poco tiempo, estaba emocionado.

Álex por su lado, estaba nervioso. No sabía cómo iba a reaccionar ante cualquier atención de Frank. Terminó de preparar su desayuno y se sentó en la mesa a comer.

-Bueno, creo que voy a recoger un poco la casa antes de salir -Se decía Álex para sí- No me gustaría llegar tan temprano, sería incómodo.

Y aunque Álex sabía que nadie iba a llegar ha visitarlo ese día, ya que no lo tenían previsto, aún así decidió que iba a ponerse a limpiar su casa aunque fuera un poco. Terminó de comer, se levantó de la mesa y fue a buscar la escoba.

Comenzó a barrer, mientras que en el transcurso iba recogiendo algunos calcetines y otras prendas que llevaban perdidas al menos unas dos o tres semanas

-Asi que aquí era donde estaban? Y yo buscándolas en mi habitación.

Llevo las prendas al canasto de ropa sucia y siguió limpiando. Al terminar con la sala, el comedor y la cocina, fue a su cuarto. Pero ese no sería un trabajo más fácil, puesto que allí habia muchas más cosas que recoger. Tazones de comida en el suelo o regados por su escritorio, calzoncillos, calcetines o camisetas por doquier, algunos zapatos bajo la cama y otros tirados por el lugar, la cama deshecha, polvo y suciedad en todas direcciones. Una típica habitación de chico soltero, como dicen algunos.

-Ay madre, desde hace cuánto he tenido mi habitación así? Cómo es que nunca me había dado cuenta que lo desordenada que estaba!? -Se dijo sorprendido-

Empezó recogiendo las prendas sucias para llevarlas nuevamente al canasto. Limpió con la escoba, saco los zapatos debajo de su cama y los fue guardando todos en su clóset, asegurándose de que todos estuvieran pares. Acomodó su cama y recogió los tazones y platos de comida para llevarlos a la cocina y lavarlos.

-Vaya, creo que mejor limpiaré semanal en lugar de... -Se quedo pensando la última vez que se había puesto a limpiar asi- cada tres meses!? Hace tres meses que no limpiaba esto. Soy un cerdo tío.

Al terminar de lavar los platos y asegurarse de que ya todo estaba en orden, decidió ir a ducharse, pero antes, se fijó de la hora.

-8:40 am... Solo una hora me tomé para todo? Es imposible.

No quiso darle más vueltas al asunto y se dirigió al armario de su habitación, buscó la ropa que se pondría, la cual consistía en un suéter rojo, un blue-jean holgado y unos tenis negros. Estando en el baño, solo se despojó de su ropa sucia y se dispuso a darse una ducha.

Ya estando dentro, dejó caer el agua por su cabello, hasta deslizarse por su pecho y por último a sus pies, solo podía pensar en ese momento en el que llegaría a casa de Frank, él lo estaría esperando con esa gran y radiante sonrisa de siempre, ya podía sentir sus mejillas ardiendo y su corazón latiendo fuertemente, una sensación que lo embriagaba, pero al mismo tiempo le provocaba una calidez y satisfacción inexplicables.

No entendía lo que pasaba consigo mismo. Anteriormente había tenido pareja, y estaba enamorado de ella, o al menos eso creía. Su nombre era Eva, ella estuvo con Álex durante tres lindos años, pero después de que un chico nuevo llego a su vida, se olvidó de Álex, dejándolo solo a merced de la tristeza y casi depresión. Con el pasar del tiempo, Álex se fue olvidando de ella poco a poco.

De vez en cuando tienen contacto, ya que decidieron quedar como amigos. Álex se lleva muy bien con Santiago, la actual pareja de Eva. Y Eva, siempre tiene presente lo que pasó con Álex, a veces le pide disculpas por cualquier recuerdo repentino y también le ayuda, dándole algunos consejos para cuando consiguiera a alguien para si mismo, allí fue cuando se recordó de una frase dicha por su amiga un día...

[...]

-Eva, cómo supiste que Santiago es tu real amor? -Preguntó Álex curioso-

-Bueno Álex, cuando conoces a una persona que te trata con cariño, comienzan a surgir algunos síntomas que podrían ser de enamoramiento o de fastidio.

-Y esas cuales son?

-Cuando son de fastidio, odias que esa persona este siempre tratándote como un niño o te hace sentir incómodo su presencia. El afecto que te muestra no te gusta recibirlo.

-Y... Si son de enamoramiento?

-Cuando sientas una leve presión en el pecho, como tu corazón late con fuerza, o esa persona te hace sonreír solo con mirarla, o que te gusta tener su atención y sientes tus mejillas arder, sabes que esa persona es la indicada.

[...]

Entonces era cierto? La persona indicada para Álex era Frank? Su mente no podía creerlo, analizaba cada movimiento, cada paso para encontrar la lógica de aquella situación, imaginando lo que diría la gente, o sus padres, generando miedo para si mismo, se imaginaba a los dos caminando por las calles, con las miradas juzgando todo su ser, haciéndolo ponerse mal, no podía ser pareja de un hombre.

Pero su corazón, hizo callar a su mente, sabía que nadie iba a interponerse entre él y el amor de su vida, no importaba que las personas hablaran, no importaba que el fuera un hombre, no importaba que no los aceptara nadie, no importaba nada de lo que pudieran decir, lo único que le importaba era el amor que había entre los dos.

Sus mejillas ardieron nuevamente, su corazón latió en señal de que su amor estaba por cambiar su vida por completo y quitaría el vacío y oscuro tormento que había sufrido.