Capitulo 15

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Habían llegado hace unos minutos atrás a la mansión Calle. Todos estaban felices del regreso de los chicos y de que hubieran sido los ganadores. Pero ahora querían disfrutar, por lo cual estaban en la sala, escuchando las anécdotas de los dos chicos mientras comían pizza y hamburguesas.

Calle tenía un brillo al momento de hablar acerca de las cosas que le gustaban o le agradaban, y de las personas que ella quería, Poche veía también ese brillo cada vez que sus ojos se cruzaban, y la peliazul sabía que la castaña también sentía lo mismo por ella.

De un momento a otro se encontraban todos en la piscina, disfrutando de una linda tarde. Aquel día el sol salió a relucir, pero eso no significaba que el frio se apaciguara. La tarde paso más rápido de lo normal, y ente risas, la noche llego, y todos estaban listos para marcharse a sus casas.

Poche había llevado su auto devuelta a casa cuando tuvo que ir a buscar ropa, por lo que tendría que pedir un aventón, junto a sus amigas.

Paisa se había ofrecido a llevarlas, pero cuando estaban subiendo al auto, Calle salió rápidamente con llaves en mano y ofreciéndose a llevar a la peliazul. Poche no dudo y acepto enseguida, agradeciéndole a Paisa por llevar a sus amigas.

El camino a casa de la peliazul fue silencioso entre ellas, lo único que se escuchaba era las voces de Morat a través de las bocinas en un volumen bajo, casi inaudible. Calle ya se sabía de memoria la dirección, pues habían hecho la maqueta en casa de la peliazul.

Al llegar, Calle se bajó rápidamente, rodeando el auto y abriendo la puerta de copiloto. La castaña extendió una mano a Poche, para ayudarla a salir.

"Gracias" dijo Poche, sonrojada.

"De nada" respondió Calle, caminando junto a la peliazul hasta la puerta de la casa.

Calle llevaba la mochila de Poche, y cuando llegaron a la puerta se quedaron mirando fijamente por un momento. Poche deseaba besarla, ella tenía tantas ganas de tocar nuevamente sus labios. La porrista sonrió coquetamente y se inclinó un poco, mirando los ojos marrones que tanto amaba. Estaban cerca, sus respiraciones se mezclaban, Poche podía sentir el aroma de la menor.

Ambas cerraron los ojos esperando el momento que tanto anhelaban. De repente, la puerta principal se abrió de golpe, provocando que se separaran y miraran a quien las había interrumpido, encontrándose con una par de ojos grises observándolas acusadoramente.

Mateo Garzón hacia acto de presencia y su semblante serio asusto a Calle, sabia por parte de Poche que el chico era muy celoso, y como buen hermano mayor, siempre la cuidaba. Mateo paso su mirada de su hermanita a su acompañante, asintió antes de soltar el pomo de la puerta y salir de la casa con su fría mirada.

"Mateo Garzón" se presentó, extendiendo la mano.

"Daniela Calle" dijo la menor, estrechando la mano del chico.

"Un gusto" dijo con seriedad.

Poche lo mataba con la mirada por ser tan cortante, y sobre todo, por arruinar su momento.

"Mateo, ya iba a entrar" dijo Poche "Me despido de Calle y voy" dijo la peliazul, mirándolo amenazadoramente.

Mateo hizo un gesto con las manos quitándole importancia y, dándole una última mirada a la menor, entro a la casa "Lamento eso frutita" suspiro la peliazul, apenada y sin darse cuenta de cómo la había nombrado.

A Calle le pareció lindo aquel apodo, y se olvidó de todo lo que había pasado "Lo entiendo, eres su hermana menor. Así son los mayores" dijo calmada.

"De todos modos, fue un mal educado"

"Sera mejor que me vaya" dijo Calle, al ver Mateo a detrás de la peliazul.

"Mateo esta atrás ¿verdad?" pregunto Poche.

Calle asintió y la peliazul suspiro "Hasta mañana frutita" se despidió, dándole un beso en la mejilla.

"María Jose, entra" ordeno, Mateo alejándose de la puerta.

La peliazul rodo los ojos y le sonrió a Calle, quien estaba un poco embobada. Entro en su casa y se recostó en la puerta tras cerrarla, suspirando. De inmediato lanzo la mochila al suelo y abrió la puerta, encontrando a Calle caminando hacia su auto.

Aún estaba cerca, así que corrió tras ella, tomo su mano y la hizo girarse. Calle no tuvo tiempo de reaccionar cuando Poche había acunado su rostro entre sus manos y la había besado.

Todo había pasado demasiado rápido para la menor y, sin darse cuenta, estaba respondiendo al beso de la peliazul con la misma ansiedad. Calle cruzo sus brazos alrededor de la cintura de la mayor acercándola más a su cuerpo.

Poche rodeo el cuello de Calle y profundizo el beso, sus lenguas se encontraron y ambas soltaron un pequeño gemido. Calle acariciaba la cintura de Poche, sentía el corazón a punto de estallarle, uno de sus más grandes deseos se estaba cumpliendo. Al fin había probado los labios de la porrista.

Después de un corto tiempo, ambas separaron sus labios en busca de aire, pero no se alejaron. Poche acaricio el cuello de la castaña, mientras se acurrucaba con el cuerpo de la menor, quien estaba completamente sorprendida por lo que había sucedido.

Poche levanto la cabeza, uniendo sus frentes y acariciando ahora, las mejillas rosadas de la menor. Ambas sonrieron cuando sus miradas se cruzaron, y sin esperar, Poche dejo un pequeño beso en los labios de Calle.

"Ahora si te puedes marchar" dijo sonriente la peliazul.

"S-Seguro" respondió Calle retrocediendo un poco y alejando sus manos del cuerpo de la porrista.

Camino de espaldas, con sus ojos clavados en la peliazul.

Poche corrió a ayudarla cuando se tropezó con una pequeña pelota puesto que no veía el camino. Una vez estuvo de pie, Poche acaricio nuevamente su mejilla y le dio otro beso, la menor sonrió y ahora si se dio la vuelta y camino de frente hasta su auto.

Calle entro rápidamente, Poche aun la observaba con un brillo en los ojos parada a unos metros del auto. Calle le devolvió la sonrisa y la porrista le guiño un ojo.

"Conduce con cuidado" le pidió Poche.

"Lo haré" respondió Calle.

"Llámame cuando llegues" le dio otro guiño "Te quiero" dijo enviándole un beso.

Calle se quedó atónita por la confesión de la peliazul, pero apenas vio a Mateo salir de la casa y llamar a Poche nuevamente, arranco el auto sin responderle a la chica.

Al llegar a su casa, dejo su auto en el garaje, seguía un poco atontada por lo sucedido, así que no les prestó atención a lo que sus hermanos le decían y se dirigió rápidamente a su habitación, lanzándose en su gran cama y dejando escapar un suspiro.

Poche le había dicho que le quería y ella no había respondido... esperen ¡Poche le había dicho que le quería y ella no había respondido! En su lugar, arranco el coche y se marchó. Sintiéndose completamente estúpida, tomo su teléfono y envió un mensaje.

Poche había esperado que Calle le respondiera, pero su hermano nuevamente había espantado a la joven y resignada, la peliazul regreso a su casa. Ella estaba recostada en su cama, revisando sus redes sociales en su laptop cuando un mensaje llego a su teléfono. Lo tomo de su mesita de noche, e inmediatamente una sonrisa cubrió todo su rostro al ver de quien era.

De: Frutita <3

He llegado bien a casa Pocas.3

Te quiero, mucho.



Creo que es todo por hoy putitos  :3

Ellos no saben de nosotras [caché g!p]Where stories live. Discover now