Capitulo 30

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"¡Vamos Dani!" chillo la peliazul.

Ambas estaban en el lago, no había nadie más y disfrutaban de la compañía de la otra. Poche estaba flotando mientras observaba a Calle caminar por el pequeño muelle de madera, para después realizar un perfecto clavado y sumergirse en el agua.

"¡Sii!" exclamo Poche, nadando hasta donde Calle se encontraba "Eso estuvo muy bien" sonrió la peliazul, rodeando los hombros de la castaña.

Calle suspiro y beso a la peliazul, acariciando la piel desnuda de su novia. A la castaña le encantaba ver a su chica en traje de baño, sin duda era un gran espectáculo, y a la peliazul le gustaba complacer a su linda Daniela.

"Te amo" susurro Calle, dejando un beso en la mejilla de su novia.

"Yo también" sonrió Poche "Te amo mucho"

"Me encanta escucharte decirlo" confeso la castaña.

"¿Ah, sí?" pregunto la peliazul, sonriendo pícaramente y empezando a dejar besos en el cuello de la castaña.

"Si" suspiro Calle, temblando levemente por las caricias de su novia.

"Pues lo escucharas muy seguido ¿lo sabes?... Te amo mucho Frutita"

"Yo te amo más, pollito" susurro la castaña, gimiendo levemente ante el tacto de su peliazul.

Poche sintió la pequeña erección de Calle chocar contra su cadera y no pudo evitar gemir satisfecha al reconocer que ella era la causante de aquello.

"Dani..." susurro la peliazul, moviendo su mano hasta la erección de su novia, acariciándola.

"Majo..." la voz de la castaña tembló ante la excitación.

"Vamos a la cabaña, Dani" pidió la ojiverde "Por favor, amor" jadeo, sin dejar de acariciar a Calle.

"Yo... Poche ¿estas segura?" pregunto, sintiendo como los bóxers le apretaban demasiado.

"Estoy muy segura cariño" sonrió coquetamente "Aprovechemos que estamos solas, y lejos de todos" dijo Poche.

"Poche..." Calle suspiro tras sentir el leve apretón de su novia en su entrepierna.

"Vamos" Poche sonrió y se separó de su novia, nadando hasta la orilla.

Calle sonrió, mirando descaradamente el cuerpo de su novia. Su erección era casi insoportable y aquella peliazul la esperaba para poder ayudarla con su pequeño problema.

"Dani, estoy esperándote" susurro seductoramente la peliazul desde la orilla del lago.

Calle asintió embobada, fijando sus ojos en el suave movimiento de la peliazul al caminar. Sus ojos se deleitaban con la perfecta figura de su novia y eso solo permitía que su amigo se endureciera y necesitara una ansiada liberación. Poche tenía un espléndido cuerpo, su andar era delicado y excitante, su trasero ¡Dios! Calle moría por tocar ese par de hermosas masas tan bien formadas, ella quería tocarlas, acariciarlas, estrujarlas entre sus manos.

Definitivamente, Calle no podía creer que eso estaba a punto de suceder, no podía creer que realmente su novia estaba a punto de entregarse a ella.

La ansiedad creció dentro de ella, tenía miedo, miedo a no poder hacerlo bien, miedo a decepcionar a la peliazul, miedo de perderla si eso no llegaba a funcionar entre ellas. Calle tenía miedo, aquellas inseguridades con las que vivió durante tanto tiempo debido a su condición y que la atormentaban, volvieron de golpe, apoderándose de todos sus pensamientos.

Ellos no saben de nosotras [caché g!p]Where stories live. Discover now