Capitulo 34

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 Calle agradecía que sus padres no se encontraran en casa y que sus hermanos estuviesen ocupados en sus asuntos. Sabía que Sacha estaba en su habitación jugando con una amiguita que había ido a pasar la tarde con ella, y que Juli estaba concentrada en el proyecto final de su clase de Ciencias, por lo que estaba ocupada en su habitación con dos compañeras.

Mientras, Juan había salido temprano a casa de Cristina pues tendrían una reunión y el mayor de los Calle quería volver a ganarse la confianza de la familia de su novia. Camila no podía estar más feliz por su hermano, ella sabía lo mucho que Juan quería a la chica.

Y Juanpa, bueno, el seguramente se encontraría tomando una siesta, era lo que más le gustaba.

Pero Calle no tenía planeado ir a su habitación, sabía que harían mucho ruido y no quería tener que dar explicaciones a sus hermanos, mucho menos a la pequeña Sacha.

Así que, una vez Poche tomo su mano, la castaña la guio hacia la casa de la piscina.

Una vez dentro, Calle procuro cerrar bien la puerta y bajar las persianas, evitando tener algún fisgón.

Poche abrazo la cintura de la menor por detrás, empezando a dejar besos en el cuello de Calle.

"Mmm" ronroneo la castaña, sintiendo la incomodidad en su entrepierna.

"Vamos a la cama" pidió la peliazul, acariciando los brazos de su novia.

Calle giro sobre sus talones y se dejó guiar por la mayor, que las llevo hasta la cama en la pequeña habitación de aquella casa.

Poche empujo a la menor de los hombros, hasta tenerla acostada en aquella cama. Con una gran sonrisa, la peliazul empezó a deshacerse de su blusa, seguido de sus shorts hasta quedarse en ropa interior. Calle trago en seco al ver la bronceada pálida de su novia, tan suave, tan delicada.

La porrista gateo sobre el cuerpo de su novia, hasta dejar sus rostros al mismo nivel, mientras se sentaba a horcajadas sobre ella, sintiendo el miembro de Calle debajo de su sexo mojado y necesitado.

Con movimientos lentos, la peliazul fue provocando a su novia. Sus labios se rozaban únicamente. Calle estaba ansiosa por enterrarse en la peliazul, estaba ansiosa por sentirla rodeando su miembro mientras la hacía delirar de placer.

Se había vuelto adicta al cuerpo de su novia, ya no tan solo a sus besos, sino también a sus caricias, a sus gemidos, a la manera tan excitante en la que apretaba su miembro mientras la embestía.

Se había vuelto adicta a hacerle el amor.

Necesitaba quitarse esos shorts rápidamente. Era una joven hormonal y necesitaba liberarse pronto.

Poche pareció entender a la castaña, pues rápidamente se bajó de la cama y la ayudo a quitarse la ropa, dejándola únicamente con los bóxers puestos. Calle se sentó en la orilla de la cama y atrajo el cuerpo de la peliazul, dejándola en el medio de sus piernas.

Dejo besos húmedos sobre su abdomen, subiendo hasta su brassier, el cual no tardó mucho en quitar. Sus labios rodearon el pezón de la peliazul, mientras con una de sus manos masajeo el otro seno expuesto. Los gemidos de su novia siendo su único motivo para continuar.

"Así Dani" gemía la peliazul, llena de placer.

Calle consintió el otro pezón de la misma manera. Y finalmente, sus labios volvieron a descender, hasta llegar a su ombligo. Sus dedos se engancharon a los elásticos de las bragas de su novia, empezando a deslizarlas por las blancas y tonificadas piernas, hasta dejarlas en el piso.

Ellos no saben de nosotras [caché g!p]Where stories live. Discover now