Ellos no saben de nosotras [caché g!p]

Capitulo 25

La semana iba a acabar, y por las muestras de afecto que se daban Calle y Poche en la escuela, muchos pensaban ya que ellas eran novias, pero aún ninguna de las dos había hecho la pregunta. Estaba claro que estaban enamoradas y tenían sentimientos mutuos, pero alguna de ellas debía tomar la iniciativa, y Poche sabía que Calle no sería esa.

La peliazul deseaba que la csataña le pidiera ser su novia, pero entendía sus inseguridades, por lo cual ella pensaba proponérselo y estaba completamente segura, que de ese fin de semana, dejaría de ser soltera.

Ella había visto a muchas chicas mirar a Calle más de lo debido, sobre todo, a su entrepierna mientras se mordían el labio. Poche no podía permitir eso, Calle era de ella, y le molestaba mucho ver esas insinuaciones en las miradas de varias chicas, como Aida Domenech, ella era una chica de intercambio, venia de España, y la palabra hermosa quedaba corta para lo diosa que era esa mujer.

Le causaba terror que Calle se fijara en alguien como ella, Aida era preciosa y Poche lo sabía, pero confiaba plenamente en los sentimientos de la castaña, sabía que Calle estaba enamorada de ella, y era lo que importaba.

Pidió ayuda a sus mejores amigas, pero aparte, estaban Kim, Paula, Makis y Juli ellas conocían muy bien a la castaña, y estuvo investigando con ellas, más cosas sobre Calle, que ella aun no sabía.

Poche se enteró que a Calle le gustaba patinar sobre hielo, por lo que opto por llevarla a la pista de hielo en primer lugar. Luego irían a una feria a las afueras de la ciudad y en la noche cenarían.

"¿Dónde vamos?" pregunto la castaña, por décima vez, mientras la peliazul manejaba por las calles de Bogota.

"Frutita... ya vamos a llegar, además te gustara, lo prometo" dijo Poche, deteniéndose en un semáforo.

"Está bien" suspiro la castaña, haciendo un puchero.

"¿Sabes que me encantas cuando haces tus pucheros?" pregunto Poche.

Calle sonrió.

"A mí me encantas, también" dijo la castaña.

"Eso ya lo sé" dijo Poche, lanzándole un beso a Calle, mientras entraba en el estacionamiento.

Calle suspiro, observando el lugar, reconociéndolo al instante.

"¿Me trajiste a patinar sobre hielo?" pregunto, emocionada.

"Supe por ahí, que te gustaba mucho" respondió Poche, apagando el motor.

"Si, me gusta mucho" dijo Calle.

Ambas bajaron del auto de la peliazul y caminaron, tomadas de la mano, al interior del lugar. Pidieron dos pares de patines y entraron en la pista, en un inicio, a Poche se le hizo difícil patinar libremente, pero poco a poco, y con ayuda de Calle, logro hacerlo fácilmente.

Se tomaron de las manos y patinaron juntas por toda la pista, en un momento, Calle se apartó y patino con más rapidez y agilidad, sorprendiendo a Poche.

"Woow... eso fue sorprendente" dijo la peliazul, abrazando a la castaña por la cintura.

"Lo siento, es que me gusta mucho patinar sobre hielo" dijo la castaña, abrazándose a la peliazul.

"Me gustó mucho" asintió Poche, acercando sus labios a los de Calle.

Se besaron por varios minutos en el centro de la pista de patinaje, mientras las demás personas continuaban patinando a su alrededor, y sin importarles quien las viera. Ellas se querían y no les daba vergüenza demostrarlo.