3. ¿Porqué has hecho eso?

11.4K 481 26
                                    

********************

-¡AHHGGGHHH, le odio, Caroline!

-¿A quien? -Preguntó Caroline divertida.-

-¡A Kian, él es el chico de la tienda!

-Wow, pues te quedaste corta al decirme lo guapo que era. -La miré mal y ella se rió. -No puede ser tan malo, ese chico tiene una cara adorable.

-Pues no lo es. Yo...yo jamás había conocido a nadie tan...

-¿Guapo?

-Idiota. Es la persona más idiota, odiosa, gilipollas, creída, imbécil, y cría que he conocido en mi vida.

-Sigo didicendo que te gusta. Y tú le gustas, es obvio. Los chicos no saben disimular.

-Le aborrezco, y eso que le acabo de conocer. Jamás estaría con él. -Dije negando con la cabeza. -Rotundamente no.

-Nunca digas de esta agua no beberé, porque el camino es largo, y te puede dar sed. -Respondió Carol guiñandome un ojo.-

********************

"1 mes después."

Joder. Caroline me ha plantado, me ha dejado sola en el último momento, sólo porque Sam está en su casa con su hermano y quiere verle. ¿Qué hago yo ahora? Pf, tendría que irme a mi casa caminando sola a las 12 de la noche y en tacones. Bravo, Caroline.

Empecé a caminar sin prisa pero sin pausa, lo oscura que estaba la noche no me gustaba nada, y las farolas solo iluminaban la calle levemente. De repente, tuve la sensación de que me seguían. No quería girarme, no quería encontrarme con un secuestrador o un violador. Estaba asustada, y yo nunca me asusto. Sentí sus pasos acercarse rápidamente hacia mí y aceleré el paso, él lo hizo también. Al llegar a un cruce de un callejón me alcanzó, y me arrastró con él a la oscuridad. Agarró mis brazos y los puso sobre mi cabeza.

-Hey, nena. ¿Porqué tan guapa y tan sola? -Dijo pasando las manos por mi cuerpo.-

Me sentí asquerosa, aquel hombre estaba borracho y tocándome en un callejón, ¿Ya está, iba a violarme? Empecé a llorar y a suplicarle que parara, pero hizo caso omiso.

-Vamos a pasar un buen rato, nena, te lo aseguro.

-¡Suéltame, por favor, te daré todo mi dinero, peor déjame ir!

En ese momento creí que todo estaba perdido, peor noté como se alejaba bruscamente de mí. Abrí los ojos y me sorprendí ante aquella escena, alguien le estaba golpeando. Era un chico...por lo poco que podía ver. Cuando acabó de darle una paliza se acercó a mi, me cogió de la mano y me llevó corriendo hasta la luz.

-¿Estas bien? -No respondí nada y le abracé, lloré en su hombro.-

-Yo...Gracias, Kian. Pero...¿Qué hacías aquí?, ¿Me estás siguiendo? -Pregunté apartándome de él.-

-Sólo...pasaba por aquí y oí gritos. ¿Quieres que te lleve a tu casa?

-¡No! No quiero preocupar a mis padres, seguro que ellos se lo toman demasiado mal, y al fin y al cabo no ha pasado nada...

-Gracias a mí. -Medio sonreí. -Vamos a mi casa. -Asentí y nos subimos a si coche.-

Al llegar a su casa subimos a su habitación, y me senté en su cama.

-¿Quieres...un té o algo? -Preguntó dejando su chaqueta en la silla del escritorio.-

-Si...gracias. -Bajó las escaleras y volvió al cabo de 2 minutos con la taza y me la dio. -Lo que ha pasado...no quiero que lo sepa nadie.

-Tranquila. -Le miré durante unos segundos. Kian era ya de por sí muy guapo, y siendo simpático, lo era aún más.-

-¿Porqué me has ayudado? No nos caemos bien. -Pregunté y después mordí mi labio esperando la respuesta.-

-No soy tan cabrón como para dejar que le hagan daño a una mujer, aunque dicha mujer me caiga mal. -Me miró de arriba abajo rápidamente y bufó.- A lo mejor si no llevaras esos shorts tan cortos en mitad de la noche...no se habría fijado en tí.

-¿Estás insinuando que es culpa mía? Eres imbécil.

-Sólo digo que...

-Cállate. Ninguna mujer tiene la culpa de que quieran violarla. Eres un cretino.

-Y tú una malagradecida. -Se levantó de la cama y también lo hice yo. Dejé el té sobre la mesita.-

-Y tú un creído. -Dije alzando la voz.-

-Cría.

-Idiota. -Se acercó a mi.-

-Víbora.

-Cerdo. -Me cogió por la cintura y me pegó a él en un rápido movimiento.-

-¿Ahora qué?...insultame una vez más, si te atreves. -Me retó.-

-Gilipollas. -Dije audiblemente. -Suéltame.

-¿Me tienes miedo? -Negué con la cabeza. -¿Te he dicho alguna vez lo mal que me caes? -Asentí. Estábamos aún más cerca que antes, si es que era posible, estaba apoyada en la pared, y el me tenía cogida fuertemente. -¿Y lo idiota que eres? -Repetí el gesto. -¿Y lo mucho que deseo ahora mismo besar tus labios?

Iba a responder, pero su boca atrapó la mía desesperadamente. Al principio no correspondí el beso, pero después me relajé y puse los brazos al rededor de su cuello, y sus manos viajaron a mi cintura. Apretó mi trasero juntándome más a él, nuestras anatomías estaban pegadas. No podía creerlo, ¡Estaba besándome con Kian! Me separé de él lentamente, y pegó su frente a la mía. Suspiró contra mi boca y yo me estremecí al sentir su aliento, que era una mezcla entre menta y chocolate.

-¿Por...porqué has hecho eso? -Pregunté sin moverme.-

-¿Porqué no me has parado? -Susurró contra mis labios.-

-Porque...

-Shh...sé que quieres esto tanto como yo...pero dime si quieres que pare y pararé.

Comenzó a besarme la mejilla, y se dirigió a mi oreja. Era imposible que le dijera que parara si me besaba de aquella manera.

Se paró allí y me susurró.

-¿Paro? -Preguntó restregando su nariz contra mi oreja.-

-Kian...-Aquello parecía más una súplica que una reclamación.-

Continuó besándome mientras yo pasaba mis manos por la parte baja de su espalda.

Ni yo misma sabía porque seguía besádole...o tal vez si.

Trouble. [Kian Lawley]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora