—Deja de mirarme— dijo Gala y yo sonreí.
—¿Por qué?— dije riendome.
—Por qué me pones nerviosa y no me dejas escribir en paz— dijo mirándome y dejando el teléfono a un lado.— Fausto me pregunto si lo podía ayudar en una semana por que no consigue alguien que cante y por tu culpa seguro le escribí "esfdrudjgd"— dijo y me tente.
—Él va a entender y si no le contestamos "frusdrftt"— dije y ella se tento, cada vez que lo hacía, tenía la costumbre de inclinar su cabeza hacia atrás o taparse la cara y luego aplaudir, amaba sus reacciones. Me acerque a ella y la abracé.—Tuve el mejor cumpleaños, gracias por todo— dije y ella me sonrío.
—A tu familia deberías agradecerle, ellos fueron los que cocinaron, yo no se hacer asados ni nada de eso— dijo y se encogió de hombros, me reí y di un paso hacia delante.
—Ya les agradecí, pero vos los invitaste, ordenaste todo y me hiciste un "pastel"— dije recordando la palabra con la que la habíamos cargado todo el día.
—Bueno, no sabía que acá se le dice "torta", no me molestes— dijo rodando los ojos y yo me reí, ella me miró mal y intento darme un pequeño golpe en el brazo, pero fui más rápido y tome su mano acercandola a mí.
—Te quedo la cicatriz— dije viendo su brazo y recordando el día que se lastimó con un espejo.
—No me lo recuerdes, es horrible.
—¿Fue por mi culpa?
—No, fue por que no supe canalizar todo lo que sentía, vos no me dijiste que golpeara nada, yo lo hice por impulso.
—Igual me siento culpable, no tendría que haberte gritado ese día, me porte muy mal con vos.
—Yo fui la inmadura que te provocó...
—Si pero yo...
—No, vos nada... ninguno tuvo la culpa, son cosas que pasan ya esta— dijo y yo bese su cicatriz.—Sigo sin entender como es que terminamos juntos, te odiaba tanto.
—Vos me volvías loco
—¿Volvía?— dijo preocupada y yo me reí.
—Volvías loco con tus "hoy si y mañana no", me tenías que dejar terminar...— dije y ella se tranquilozo, bese su nariz y sonrío.
—Es que me asustaste tonto.
—Un tonto que te tiene loca...
—Nada que ver...
—Claro, ¿Por eso te asustaste recién cuándo dije "volvías"?— dije y ella se separó de mi para mirarme mientras cruzaba sus brazos sobre su pecho.
—No me asuste tanto, la cosa es al revés, yo te tengo loco a vos.
—Decime algo que no se sepa— le dije y ella se sorprendió, esperaba que yo lo negara, ¿Pero para que iba a mentir? Si la amo...
—La capital de Inglaterra es Londres—dijo y me reí.
—No terminé la secundaria pero tampoco soy tan burro— dije y ella se río, me acerqué más, mientras ella retrocedía y la acorrale contra el respaldar del sillón, ella me miró y yo sonreí.
—deja de mirarme así tonto— dijo nerviosa y yo me reí.
—¿Te pongo nerviosa si me acerco?— dije mientras la sentaba en el respaldar del sillón y ella enrollaba sus piernas en mi cintura.
—Si sabes que sí—dijo buscando mis labios para estrellarlos con los suyos.
Mis manos fueron a sus piernas y la pellizque, ella se separó de mi y me pegó en el hombro, me reí y me reto.
—Sos tonto— me dijo y me reí, le di un beso en el cuello y ella río.
— No me retes, soy chiquito.— dije y ella se río.
—"Chiquito"— dijo ella riéndose.
—Soy un bebé, dame amor— le dije y ella se tento contagiandome a mi también, terminamos riéndonos en el sillón, le di un beso en el cuello y ella sonrío. Nos abrazamos y me miró, la miré y me sonrío. Me terminó de comprar.
—¿Que me miras tanto kichan? Me pones nerviosa en serio— dijo riéndose por que la había puesto nerviosa.
—Es que sos hermosa, ¿No te puedo mirar?— dije jodiendo y ella se río.
—Sí, pero vos me miras así— dijo poniéndose bizca— un poco más.— nos reímos y la acerqué a mi para besarla, se sento encima mío y la miré, ella sonrío y me toco la frente con un dedo, me reí y ella también.—Imagino que pensaste mal— dijo riéndose y yo también lo hice, asenti con la cabeza y ella se mordió el labio y nego riéndose.
—Bueno... vos me lo hiciste pensar...
—Yo solamente me senté—dijo y yo me reí, ella se acostó encima mío y se río, la abrace y ella me agarró de las mejillas para besarme.—Sos un mal pensado de mierda— me dijo y me mordió suave el labio, me reí y agarré su mentón para volver a besarla.
—Vos me haces pensar mal, yo chiquito ya te dije— dije y me miró.
—Bueno "chiquito" exactamente no, seamos honestos...—dijo y la miré.
—¿Estas hablando de lo que yo creo que estas hablando?— dije y ella asintió, nos reímos y ella volvió a hablar.
—¿Qué? Es verdad... encima que te subo el ego...— dijo y me reí.
—¿Queres que yo te lo suba a vos?
—No, ya se que soy hermosa— dijo y puso una cara rara, me tente y nos besamos.
—Igual te lo voy a decir... sos la mina más linda y tenes terribles tetas— dije y ella se tento
— Sos un estúpido, te amo— dijo abrazandome y dándome un beso largo en la mejilla, sonreí y entrelace nuestras piernas, seguimos hablando y bromeando un rato.
—¿Cuándo decidiste que querías jugar al fútbol?— me pregunto y sonreí, me volvía loco que me hablara de fútbol.
—Desde chiquito lo supe, a veces salía a jugar sin ponerme zapatillas si quiera...— dije y ella sonrío.— no entiendo como mis viejos me bancaban— dije y ella se tento.
—¿Pero no te lastimabas los pies?
—Después se curaban—dije y ella se río.
—Eras de terror seguro...
—Y era el más mimado encima, hasta que nació Luli obvio— dije y nos reímos— Si me mandaba alguna mi mamá me re cubría— dije y nos reímos.
—Que suertudo, yo no podía mandarme una por que al no tener hermanos tampoco tenía a quién culpar— dijo y era entendible.—Aunque igual me mande bastantes y bueno me castigaban y no me dejaban salir, aunque a mi me daba igual eso por que no me llamaba la atención antes...
—Por un lado esta bueno ser único hijo por que te dan todo a vos...
—No, por que cuándo estas mal no tenes en quién refugiarte, hay cosas que a veces no las podes hablar con un papá o una mamá, hay cosas que son más para hablarlas con tus hermanos, yo siempre la vi a Oli como una hermana y se lo contaba a ella, pero viviamos en diferentes países, es aburrido no tener hermanos.
—Sí bueno eso es verdad, yo con los chicos me cuento todo, con rodri más que nada, pero tengo buena relación con los 4...
—Luli me encanta, es re divertida, re cariñosa y super sensilla, me encantaría tener una hermana como ella...— dijo mirando al techo y yo sonreí, amaba cuándo hablaba de mi familia por que se notaba que los quería y siempre era sincera.
—Te la presto por un día si queres, ella también siempre quiso una hermana— dije y ella me miró felíz y sonrío.
—¿Decís que ella va a querer pasar un día conmigo?
—Sí, hace días me viene pidiendo que salgamos los 3
—¿Y por que no me dijiste?— dijo retandome.
—Pensé que no ibas a querer
— ¿Por que no querría?, si la adoro a Luli, un día quiero que la llevemos a comer con nosotros y salgamos los tres
—Bueno, cuándo quieras le digo y vamos
—Bueno— dijo pasando su mano por mi pelo peinandome, le di un beso en el cuello y luego la mordi, ella se río y después me retó— No soy una hamburguesa Cristian— dijo riéndose y yo la calle con un beso.
—Si te gusta que te muerda
—Bueno si pero...
—Pero nada, dame un beso— dije y lo hizo, nos besamos durante un rato largo y ella acarició mis abdominales con descaro y sonreí en medio del beso, ella también lo hizo y me coloqué encima de ella con cuidado.
—Estas tan bueno pinche cordobés— me dijo y nos reímos— Te prohibiría que no uses remeras por que me re tiento, pero también te prohibiría que las uses por que amo mirarte— dijo mirándome y mordiendose el labio inferior, sonreí y la besé, ella me siguió el beso y yo comencé a jugar con el elástico de su short, ella comenzó a dejar besos por mi mandíbula y mordió el lóbulo de mi oreja, ella sabía de mis debilidades... me abrazó y beso mi mejilla, busque su boca y el beso fue lento pero intenso, había miles de sentimientos en él, nos abrazamos y sentí la necesidad de cuidarla de ahora en adelante, de no dejar que nada ni nadie la hiera, sabía que ella no iba a ser algo pasajero, que no iba a ser una relación de solo un tiempo, sabía que ella era especial y que no iba a encontrar a alguien mejor que ella, ni nadie que me quiera tanto como ella lo hace, alguien que piense en mi bienestar, que acepté mis defectos y que no me quiera cambiar, ella aceptaba todo de mi y su forma de ser me volvía loco, su risa, sus caras raras, su humor, lo tierna y a la vez atrevida que podía ser, su descaro, sus bromas o sus enojos, amaba todo de ella, sentía que era la primera vez que me pasaba, sentí que era la primera vez que me enamoraba y es que así era, sentí como mis antiguas relaciones no habían funcionado y supe que no lo habían hecho por que nunca me habían atraído más que por lo físico, pero con Gala todo fue distinto desde el primer día, su carácter, su voz, sus enojos por mis provocaciones, sus planteos y su forma de intentar ponerme en mi lugar, me habían llamado la atención, ella tenía mucho carácter, pero a su vez era una persona tranquila, amorosa y fiel, era divertida y muy sensilla, era todo lo contrario a las chicas con las que había salido, ella no se había fijado en mi por ser jugador de fútbol y tener un futuro prometedor. Me empezó a asustar el simple hecho de pensar en que tal vez ella no sintiera lo mismo que yo, que tal vez fuese algo pasajero en su vida, pero entonces recorde el papel que había encontrado hace unos días en su casa, recordé lo que había escrito y supe que ella también tenía los mismos miedos que yo sentía cuándo pensaba que tal vez podría perderla.
—Te amo— dijimos al mismo tiempo, nos miramos y al parecer ambos estábamos pensando lo mismo. Volvimos a besarnos y todos los miedos desaparecían con cada una de sus caricias.
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Reputación (Cristian Pavón).
FantasyGala nació en Argentina, es hija de uno de los empresarios más importantes en Estados Unidos, su mamá murió hace 2 años y su mundo se vino abajo. La repentina traición de su novio y "amigos", más las críticas, harán que Gala decida escapar a su país...