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Narra Gala:

—Daleee— dije riéndome y retando a kichan que estaba tirado en la cama riéndose.
—Se la re puso— dijo riéndose mirándo un vídeo en el teléfono ... por décima vez consecutiva.
—Uhh no se puede con vos— dije buscando una de mis remeras que había dejado en su placard, la encontré y se me ocurrió molestarlo un rato... me saqué la remera que tenía puesta haciéndome la boluda, kichan chiflo y sonreí.
—Date vuelta— dijo riéndose y le señale el dedo medio, largó una carcajada y decidí provocarlo. Me acerqué hasta donde estaba él y me senté encima de él, me miró alzando una ceja y se mordió el labio, puso sus manos en mi cadera y sonreí, estaba funcionando, me agache y besé su cuello, me moví un poco y él acarició mi torso desnudo, cuándo estaba ñor desabrochar mi sujetador, saque sus manos y las lleve al lado de su cabeza, me moví un poco y sentí su erección, bese sus labios y lo sentí gemir, sonreí y me separé de él, este no entendió nada y yo me reí. Se quejó un poco y yo le saqué la lengua y entre al baño.
—Gala y la puta madre— dijo putiando del otro lado, me reí mientras abría la ducha.
—No maldigas— grité y me reí.
Salí del baño con una toalla cubriendo mi cuerpo, kichan seguía tirado en la cama, lo miré mal y este intento ignorarme pero de vez en cuándo, cuando pensaba que yo no me daba cuenta, él me miraba, sonreí al darme cuenta que se estaba haciendo el enojado...
—¿Sos joda? ¡Todavía no te levantaste David!
—Me bañé pero me volví a acostar— dijo con cara de orto mirando su teléfono.
—¿Que estas esperando para levantarte?
—Una invitación— dijo tomandome el pelo, es un nene...
—Te hablo en serio Cristian
—Aja
—Tu mamá nos invitó a cenar y quiero ir a ayudarla con la comida— dije intentando conservar la calma.
—Mira vos...
—Te voy a romper esa cara hermosa que tenes algún día de estos— dije agarrando mi celular de la mesita de luz que estaba a su lado, él me miró y me guiño un ojo, se tapó la cabeza y puse los ojos en blanco, entre al chat que tenía con Vero y le grabe un audio.
—Hola Vero buen día, te mando este audio para avisarte que voy en un rato y llevo las bebidas, saludos— dije y corté el audio.—y que tu hijo menor es un boludo— dije y kichan se destapó la cara y me miró mal, me reí y nos sacamos la lengua.
—Bruja— dijo y alce las cejas.
—Morsa— dije yendo al placar, pero Cristian me agarro de la mano y tiró para que caiga casi encima de él.
—Decimelo en la cara si sos tan guapa— dijo y me besó, sonreimos a mitad del beso y puso sus manos en mi cola por encima de la toalla.— Sos mala— dijo mordiendo mi labio.
—¿Por?
—Me tuve que bañar con agua fría... ¿Te dice algo?
—Mmm... no— dije y me reí.
—Te odio— dijo haciendo puchero, sonreí y besé su mejilla.
—Sos heeeermoso— dije mordiendo su mentón, deje un beso en su nariz y me dispuse a pararme, pero él me lo impidió.
—¿A dónde vas?— dijo riéndose y lo miré mal, hoy estaba insoportable.
—Kichan ya son las 11, vamos a llegar para la hora de la merienda a este paso— dije frustrada y él alzó los hombros restandole importancia... hoy lo mato.
—¿Y?— dijo acariciando mi cara.
—Que no quiero llegar tarde... quiero ayudar a tu mamá.
—Bueno te dejo parar— dijo y me soltó, cuando estaba por levantarme me volvió a agarrar de la mano, acercandome a él—¿No era que te querías ir?— dijo riéndose, me estaba provocando a propósito.
—Cristian la puta madre, pareces un nene...
—Bueno dale anda...— dijo y hizo lo mismo que recién, caí encima de él y soltó una carcajada, me reí rendida a su jueguito y coloqué mis manos sobre la cama para poder alejarme unos centímetros de él, la toalla se corrió un poco y quise acomodarla pero él no me lo permitió, acarició mi cuerpo pasando sus manos por debajo de esta y gemi al sentir sus besos en mi piel.
—No, Cristian... vamos a llegar tardísimo, ya te conozco cuando queres garchar ...
—Un rapidito, no seas así...— dijo besandome, ¿Quién podría resistirse a esos labios?
—Tus rapiditos no son exactamente rapiditos— dije y él se río.
—Pero bien que te gusta...
—No
—¿No?
—Bueno sí pero...
—Pero nada, tenemos tiempo— dijo quitando mi toalla, y metiendome debajo de la sabana con él. Su boca fue a mi pecho y jugó con ellos un rato mientras acariciaba mis piernas.
—Estas mojada— dijo introduciendo uno de sus dedos en mí, tire mi cabeza hacia atrás y el beso mi cuello.
—Te necesito— dije y él sonrío— me llegas a dejar con las ganas y te mato— dije y él se río.
—#igualdad— dijo y me besó, entro en mí y gemi su nombre, sonrío y besó mi frente. Logró salirse con la suya, pero no iba a quedar así...
Media hora después:

Reputación (Cristian Pavón).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora