Reputación (Cristian Pavón).

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  Entramos en la oficina y un doctor nos estaba esperando, hizo que tomaramos asiento y tomo unos informes médicos que al parecer eran los de mi padre y Julie, pero había un tercero... no entendía porque había un tercero, según me habían informado el hijo de Julie no se había salvado del accidente...
  El doctor hablaba Inglés, por lo que Cris no entendía nada y lo miraba raro, el doctor pareció darse cuenta y nos sonrío.
—¿Prefiere que hablé español señorita Gala?— me dijo en Inglés y yo asenti, quería que Cris entendiese de lo que hablaramos, no quería ocultarle nada, él había dejado sus vacaciones por mí.— Antes que nada quiero decirle que lamento mucho la perdida de su hermanastro, hicimos todo lo que estuvo a nuestro alcance— dijo y Cris tomo mi mano, el doctor me mostró el informe médico y decía que había fallecido por un fuerte golpe en el cráneo.— En cuanto a la pareja de su padre, esta fuera de peligro pero aún así tiene varias costillas fisuradas y tuvo un fuerte golpe en su cabeza, esta viva de milagro, su padre necesita una transfusión sanguinea, él no esta consiente, al principio lo estuvo y se negó a aceptar que alguien le done sangre, pero usted es su hija y al estar él inconsciente, usted decide.
—Obviamente que si quiero que le hagan la transfusión, ¿Yo puedo donar sangre?
—Su papá puede recibir sangre de cualquier tipo, si esta dispuesta, accederemos a que pueda donarle, pero vamos a necesitar a cuatro dadores— dijo y mi mundo se vino abajo.
—Yo puedo donar— dijo Cris y lo miré, me sonrío y el doctor asintió.
—Podemos pedir sangre al banco de sangre, pero luego debera conseguir dos dadores para que la repongan— dijo el doctor y asenti.
Nos llevo a una habitación y nos hizo esperar unos minutos, Olivia y Fausto estaban viajando para acá y se ofrecieron a donar sangre para mi papá, me sentí mejor por un momento, agarre la mano de Cris y lo atraje hacía mi, le di un beso y él cuándo nos separamos él me miró.
—Gracias por lo que estas a punto de hacer— dije y él me abrazo.
—Estamos juntos en esto, no lo olvides.
—Nunca— dije y me besó.
El doctor llegó y luego de que firmaramos unos papeles, pudimos donar sangre, nos llevo un rato y me dio muchísima impresión, pero todo valía la pena, si era por salvarle la vida a mi papá. Nos trajeron unas bandejas con comida y Cristian me obligó a que la acepté ya que me había bajado un poco mucho la presión.
  Como yo estaba algo mareada, nos dejaron quedarnos acá, hasta que me recompuse y pudimos ir a la sala de espera.
Cerca de las 7 de la tarde, Olivia y Fausto llegaron y donaron sangre también, el doctor no volvió a darme noticias de mi papá hasta las 12 de la noche que nos dijo que la transfusión había sido exitosa, pero que mi papá aún no despertaba.
Una enfermera nos hizo ir a comer a un lugar del hospital, porque estábamos desde temprano. En Estados Unidos es normal que los hospitales tengan un lugar para ir a comer. Yo a penas tome un café, estaba preocupada... la transfusión se había hecho, pero mi papá no despertaba.