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—Que cosita hermosa— dije abrazando a cris por la espalda y dandole un beso en su hombro desnudo.
Busque en internet como preparar un licuado, ¿Se nota que la cocina no es lo mío?—me dijo dandose vuelta y abrazandome.
—Mostrame el resultado y te digo.
—Toma pero si morís no fue mi culpa.
—Ay no exageres, esta rico, le falta azúcar.
—Es que no me gusta el azúcar en el licuado.
—¿No? Mira... te tenía como a alguien que si le gustaba el azúcar en los licuados— le dije jodiendo y él a río.
—Te lo tomaste casi todo chancho
—Es que esta rico
—¿Yo o el licuado?
—Agrandado— dije tomando lo que me quedaba.
—Glu glu glu— dijo y yo escupi todo, él se tento y yo también
—Me hiciste tentar estúpido— le dije tirandole con una servilleta, él se río y yo me limpié la cara.
—Perdoname chancho
—Deja de decirme así mocoso— le dije en referencia al resfriado que había tenido hace unas semanas.
—Bueno roñosa— me dijo dandome un beso.
  Así nos tratábamos con Cris, amabamos joder de esa forma y aunque a los demás les parecía raro, a nosotros nos gustaba hacerlo.
—¿Vamos a dormír una siesta?— le dije a Cris ya que habíamos venido ambos de entrenar, yo por mi parte había hecho una clase de gimnasio y él había entrenado en el club.
—Si, pero primero me tenes que dar un beso.
—Todos los que quieras morsa.
Fuimos a la pieza y nos acostamos, estabamos abrazados y Cris me estaba haciendo mimos en el pelo.
—Tenes el pelo re suave, ¿Que usas para tenerlo así?— me dijo y me reí.
—Aceite de coco y aloe vera.
—Tendrías que crear tu propio shampoo— me dijo riéndose y yo también lo hice.
—Lo voy a pensar... no es mala idea
—Si Angela Torres tiene su propio desodorante, ¿Porque vos no podes tu propio shampoo?— me dijo y me reí, ayer habíamos estado en un supermercado y yo me había comprado un desodorante de Ángela Torres sin saber quién era, él me estuvo cargando todo el día por eso.
—Como la tenes con la minita esa, las orejas rojas debe tener la pobre chica.
—Que va a ser pobre esa...
—Si mal, por lo que leí es de familia con plata.
—La que se quejaba— me dijo riéndose y yo también lo hice.
—Mal jajajaja.
—Dame un beso que no puedo dormir.
—¿Que tenía que ver?— le dije riendome y él me robo un beso.
—No se, pero dame otro
—Hoy estamos mandon
—Mentira
—Me estas dele mandonear desde hoy, "Gala secate el pelo que te vas a enfermar, Gala come bien si vas a entrenar, Gala llevate una campera, Gala deja de ser tan hermosa"—le dije agregando lo último por mi cuenta y él se río.
—No recuerdo haber dicho lo último señorita— me dijo colocándose sobre mí y haciéndome cosquillas.
—Ay basta, basta— le pedí entre risas y él paró.
—Dame un beso dale— me dijo haciendo pucherito, me reí y coloque mis brazos alrededor de su cuello para atraerlo a mi y besarlo.
—¿Contento?— le dije separandome y él sonrío.
—No, necesito mil más.
—No se... ¿Que hizo hoy para ganarselos?
—Hice un gol de taco en el entrenamiento, el otro día te dedique un gol, me delate solo en una entrevista, te fui a buscar al gim y te regale una botella para el agua de color rosa— me dijo y me reí.
—Entonces sí se los merece— le dije y lo besé.
—¿Sabes que iba a contar que te lo dedique a vos ese gol? Pero generarle intriga a los medios me divierte más— me dijo y nos reímos.
—Igual somos muy obvios, creo que ya se dio cuenta medio mundo de lo nuestro— le dije y él se río.
—Todo el mundo menos mis viejos, tenemos que ir a verlos y oficializar.
—Mañana podemos ir... de paso veo a Luli así le digo algo sobre la agencia que le conseguí.
—Sí, después la llamo a mi vieja y ojito con que la enana vea chicos, es muy chiquita todavía.
—No seas celoso pobrecita...
—Es mi deber como hermano.
—4 hombres con escopeta van a ser ustedes cuándo crezca y les presente un chico.
—Olvidate.
—¿Alguna vez le metiste los cuernos a alguien?— le pregunté y él se sorprendió por la pregunta.
—No, por que no me gustaría que me lo hagan y casualmente mi ex me lo hizo y es feo. No me va eso de herir a alguien que quiero.
—Yo tampoco lo fui, ¿Si a luli le hicieran eso vos como reaccionarias?
—Mato al flaco.
—Yo te ayudo con el cadáver...
—Sos tan generosa— dijo disimulando limpiarse una lágrima y nos reímos.
—Tenemos charlas re raras, pero me gusta poder charlar así con vos.
—Estaba pensando lo mismo.
—¿Te pusiste brackets alguna vez?— le dije pansando un dedo por sus labios, sonrío y asintió con su cabeza.
—Sí, me los sacaron unos meses antes de conocerte, ¿Como te diste cuenta?
—Por que tenes el labio superior medio levantado, a mi también me pasó por usarlos.
—No te puedo imaginar con unos.
—Mejor, me quedaban horribles.
—No creo que algo pueda quedarle mal a usted señorita.
—¿Por qué? Hay muchísimas cosas que me quedan horribles.
—No creo, sos hermosa vos.
—Eso lo decís ahora, espera que sea verano y me veas en shorts, las piernas de fideo tengo.
—Tenes unas piernas hermosas callate— me dijo y me dio un beso.
—¿Y como sabes?
—Por qué te miro y estas buenisima— dijo riéndose y yo lo besé.
—Mirón.
—No es mi culpa que seas linda.
—Cristian Pavon el chico que nunca se cansa de chamuyar
—Deja de pelearme—  me dijo mordiendome el cuello, me queje y él se río.
—¿Que pasa si te hago un chupón?
—¿Que pasa si te pego en un ojito?— le dije jodiendo y él me saco la lengua.
—De seguro me duela—me dijo riéndose y volviendo a morderme el cuello.
—Cristian, deja mi cuello en paz— le dije riéndome y él negó.
—No no no no no— dijo como un nene chiquito y me reí. Me mordió la oreja y solté un gemido, él se río y yo le pegué.
—No te burles, que me hagan eso es mi debilidad— le dije y él me beso.
—Vos sos mi debilidad.
—Cham...— dije y no terminé la palabra porque él me volvió a besar.
—No es un chamuyo, te lo digo en serio.—dijo mirándome y me derreti de amor, lo besé y él me correspondió el beso. Metió una de sus manos por debajo de la remera (que era una de las suyas) y dibujaba patrones inexistentes en mi cadera. Entre nosotros jamás había pasado nada, por lo que estaba ansiosa de que algo pasara, pero siempre que estábamos tomando la iniciativa, algo nos interrumpía. Cris bajo sus besos a mi cuello y dejo varios ahí, más algunas mordidas que seguro dejarían marcas. No me quede atrás y yo también lo hice, no iba a ser la única con el cuello violeta.
Fue subiendo la remera con sus manos, hasta sacarmela y dejarme en ropa interior, me miró y se mordió el labio, sonreí y lo acerqué a mi para besarlo.
—Sos hermosa lpm
—El que se queja— dije besandolo.
—¿Estas segura que queres hacer esto?— me preguntó y sonreí.
—Sí, si quiero.
—No quiero obligarte a nada, si no queres decimelo— me dijo y lo bese para que deje de hablar. Cristian debía ser el único pibe en mi vida que se preocupaba por mi en estos momentos. Ahí esta la diferencia entre alguien que te quiere para cojer y alguien que te quiere posta.
Estábamos en nuestra burbuja de caricias, cuándo el teléfono de Cristian suena, nos separamos y después de que el teléfono sonara 3 veces, atendió y era Pino invitadonos a comer un asado con él, pasado mañana, Cris asintió y después volvió conmigo.
—Como que siempre nos cagan los momentos— me dijo enojado y yo me reí y lo abrace.
Mal...

Reputación (Cristian Pavón).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora