Dos días después Leslie observaba a Yerie y Alex hablar tranquilamente, muy tranquilamente. Estaban tan relajados entre ellos que llegaba a ser un tanto cómico. Se preguntó cuánto tiempo pasaron tensos por ella, sin saber cómo decirle sobre su relación.
Cuando Alex asintió y dejó su taza con café en el lavaplatos, dejó de comer. Sobre todo porque él se inclinó hacia Yerie para darle un beso de despedida. Como si él sintiera que los observaba la miró un segundo antes de besar a Yerie. Ella tragó ante la escena. No fue un beso escandaloso ni nada, solo un despedida que un así hizo que su estómago se tensara. Luego lo vio caminar hacia ella con una ceja alzada.
—Me voy a trabajar —le dijo con tranquilidad, asintió enseguida. Él sonrió divertido y cuando la vio arrugar su frente se agachó y sorprendiéndola también la besó, con un poco más de intensidad que a Yerie, pero lo hizo. Luego se alejó y se despidió.
Cuando abandonó la cocina miró a Yerie.
—Él está… —no supo cómo decirlo.
—De buen humor —Yerie sonrió —ambos creemos que esto puede resultar. Por eso el buen humor esta mañana.
Ella asintió suavemente y suspiró.
—¿Estas segura de esto? —él se sentó enfrente.
Asintió.
—Sí, lo estoy —tomó aire y lo exhaló de una vez—debo intentarlo siquiera, ¿no?
Él asintió suavemente.
—Ven —le dijo luego de un rato —quiero mostrarte algo.
Leslie lo siguió por la casa hasta la habitación que estaba vacía cuando ella llegó. Luego de que él abriera la puerta le indicó que pasar y lo hizo. Jadeo al ver todo lo que había allí.
—Yerie —murmuró emocionada al ver los caballetes, lienzos, pinturas, la bonita mesa y silla cerca de la ventana. Y el mueble que había a un lado con todo lo que un pintor pudiera necesitar y querer.
—¿Cuándo? —ingresó a la habitación, maravillada.
—Fue idea de Alex —lo miró enseguida —así que compramos todo y armamos este lugar para ti.
—Gracias —susurró y miró la enorme ventana por la cual ingresaba la luz.
Yerie llegó tras ella y la abrazó, se apoyó en su pecho y cerró los ojos.
—Sé que todo saldrá bien, ya lo veras.
Ella se giró y lo miró a los ojos. Yerie la beso suavemente, con cierta timidez. Ella se sintió por un segundo extraña al sentir ese gesto, ahora la imagen de Alex y el besándose se presentaría en su cabeza cada vez que él hiciera eso. Tenía que acostumbrarse, se dijo.
Al notar que ella le respondía Yerie aumentó la intensidad de esa caricia, luego acaricio su espalda y recorrió con sus labios su cuello antes de murmurar.
—Asi que Alex estaba celoso —lo escuchó reír suavemente.
—Sí —él la miró—lo estaba pero por los dos —alzo una ceja —por mí y por ti, porque yo me estaba acostando contigo y porque él también quería hacerlo, pero ya vez, Alex es más… reservado.
Ella asintió enseguida y sonrió un poco.
—Sí, lo noté —él recorrió sus labios con sus dedos —y tú, no te pone celoso saber que estuvimos juntos—. Él sonrió suavemente.
—No —le aseguró —la idea me excita, y más aún, me gustaría verlos juntos.
Ella tomó aire y él volvió a besarla, con la suficiente intensidad para robarle el aire.
—Sí —jadeo ella mientras él seguía bajaba a entretenerse en su cuello —¿te gustaría vernos?
—Aja —murmuró él, lo sintió sonreír —me gustaría ver como él te besa aquí—depositó un beso en su hombro —como sus manos recorren tu cuerpo —acaricio su espalda hasta su trasero para atraerla más hacia él.
Leslie suspiró al sentirlo contra su bajo vientre.
—¿Te gustaría? —murmuró y lo abrazó por los hombros —ver cómo me desnuda —él comenzó a moverse y llevarla consigo —como yo lo desnudo y tocó su cuerpo.
Él siguió besando su cuello, acariciando su espalda hasta que le bajo el cierre del vestido. Cuando sintió sus manos contra su piel Leslie se estremeció.
—No solo eso —murmuró él contra su oído —quiero verte tocarlo, acariciarlo, como te lo llevas a tu boca —ella tomó aire al oírlo —como ingresa a tu cuerpo —Leslie gimió suavemente y luego jadeo cuando cayó sobre el sofá de la sala.
Yerie subió sobre ella y observó su rostro. Sonrió.
—Te gustaría, que los observara juntos —él le quitó el vestido y lo dejó hacer —o quieres tenernos a los dos tocándote —tragó —tener cuatro manos tocando y acariciando tu cuerpo.
Yerie tomó sus pechos para acariciarlos, Leslie gimió.
—Que mientras yo te tocó así Alex acariciaría tu sexo —él se acercó y besó su boca, apenas unos segundos antes de bajar para llevarse a la boca uno de sus picos duros y necesitados.
—Yerie —jadeo ella.
—Dímelo —pidió él con voz roca —nos quieres a ambos contigo. Tocándote. Besándote. Dándote placer —ella gimió y cerró los ojos ante la idea.
Ambos con ella, prestándole toda su atención, tocándola lento y rápido, con suavidad y fuerza.
Cuando él se alejó lo miró enseguida, lo vio quitarse la ropa y acomodarse sobre ella. Se miraron a los ojos mientras en la acariciaba con una mano. Yerie la besó luego de decir su nombre y mientras acariciaba sus labios ingreso a su cuerpo lentamente. Leslie gimió. Lo abrazó con piernas y brazos mientras él se movía suavemente.
—¿Te gustaría? —jadeo Yerie contra su oído, sin detenerse —tenernos a ambos dentro de ti.
Ella gimió y se movió suavemente bajo él.
—A ambos queriéndote de esta forma, adorándote así.
Leslie no puedo soportarlo más, sobre todo porque él aumentó sus empujes luego de sus palabras, y por la idea que plantó en su cabeza, pero sobre todo porque en vedad lo quería. Los deseaba a ambos así.
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Buenos dias. Espero les haya gustado el capitulo y no olviden comentar. Nos vemos mañana con otro un poquito mas interesante. Saludos.
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La fantasía de Leslie
RomanceNovela Romántica y Erótica Serie Nuevo Edén Libro Cuatro Leslie amaba su vida, amaba ser el centro de atención de cualquier lugar, prácticamente ese era el objetivo de su existencia. Lo que no amaba era sentirse fuera de lugar, inútil y pérdida, y d...