Yerie miró a Alex un segundo y luego a ella. Como si quiera saber que pensaba y el otro pudiera decírselo.
—Mm —él es limpio la garganta dos veces —no la primera vez —terminó por decir, simple y llanamente—, esta primera vez lo harás con nosotros.
Ella tomó aire.
—Pero…no quiero molestarlos—. Ambos negaron.
Alex se levantó y llegó cerca de ambos.
—No —dijo Yerie —de esta manera también nos sentiremos más cómodos nosotros contigo.
Yerie tomó su mano y la levantó del sofá. La cargo en sus brazos hacia su habitación. Ya allí él la dejó caer con suavidad y la mantuvo cerca de su cuerpo. No era mucha la diferencia en estatura, pero aun así debía levantar la cabeza para poder ver sus ojos azules estudiándola con suma atención.
Esa intensidad la ponía ansiosa y un tanto nerviosa.
Yerie se movió por su mentón hasta su oído, mordió su lóbulo antes de decir.
—Desnúdate y sube a la cama, déjame probarte —Leslie se estremeció enseguida y asintió.
Él la libero y se movió a un lado. Observó a Alex que también los miraba, él había quitado las sabanas de la cama y solo había dejado los cojines.
—Hazlo —le ordenó.
No podía ser más claro que era él quien llevaba la batuta entre todos ellos.
Leslie se desnudó rápidamente y posicionó en la cama como ellos querían. Un segundo después Yerie ya se había acomodado entre sus piernas, las había separado y acariciado. Ella jadeo cuando sintió su lengua justo sobre su nudo, cuando sintió sus dedos recorrerla muy lentamente. También se estremeció al notar que Alex observaba fijamente lo que Yerie hacía, él solo estaba allí, a su lado, con los ojos clavados sobre su sexo y Yerie.
De repensé Alex la miró y sonrió un poco, con cierta malicia que la hicieron tragar. Supo lo que haría cuando él puso la punta de sus dedos sobre su vientre y comenzó a moverse hacia abajo.
—Dios —susurró y cerró los ojos con fuerza al sentirlo, luego jadeo cuando esos dedos llegaron sobre su nudo para acariciar en lentos círculos sin que Yerie dejara de lamer. Incluso volvió a jadear cuando se di cuenta de que Yerie no solo la tocaba a ella con su lengua sino también los dedos de Alex.
—Oh Dios—gimió. Alex se acercó a ella para besarla mientras aun no salía de su sorpresa. Él devoró su boca con más intensidad que su caricia, luego lo hizo al revés. Yerie aumento sus caricias como Alex en su sexo mientras este último la besaba con más lentitud.
Era como si le dieran algo increíble pero le quitaran otra cosa maravillosa. Quería ser besada con fuerza por Alex mientras la tocaban de esa manera, pero ellos simplemente no se lo daban.
—Alex —jadeo contra su boca. Él no se detuvo. Sus dedos solo se movieron en círculos y empujes cada vez más rápidos y firmes. Incluso Yerie la tocó con más ansias, como si no obtuviera suficiente.
Y cuando por fin se corrió, la boca de Yerie desapareció de su sexo pero sus dedos se quedaron allí, entrando y saliendo lentamente.
—Me encanta como sabe —jadeo él.
Alex se alejó y lo miró, Leslie los observó a ambos aun jadeando.
—A ver —dijo Alex y se acercó a Yerie. Leslie gimió cuando se besaron con lentitud y luego con intensidad. Alex afirmó la cabeza de Yerie contra la suya y no lo liberó hasta que obtuvo todo lo que quiso.
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La fantasía de Leslie
RomantizmNovela Romántica y Erótica Serie Nuevo Edén Libro Cuatro Leslie amaba su vida, amaba ser el centro de atención de cualquier lugar, prácticamente ese era el objetivo de su existencia. Lo que no amaba era sentirse fuera de lugar, inútil y pérdida, y d...